Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado
Los peligros ocultos de los ronquidos
Por HolaDoctor
-
El sonido de la noche
¿Tu pareja te riñe porque roncas? Tal vez deberías agradecérselo: roncar muy fuerte podría ser una señal de apnea de sueño, un trastorno que más allá de privarte de un buen descanso, elevaría el riesgo de varias enfermedades tanto en ti como en tu pareja. Conoce más sobre este mal, mira sus riesgos y evítalo.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina, la apnea del sueño es un desorden en el que los pacientes dejan de respirar por momentos mientras duermen. Cada pausa en la respiración se conoce como apnea, y suele durar unos 10 segundos; si este problema no se trata a tiempo podría elevar el riesgo de otros padecimientos.
"La apena tiene un impacto negativo en la capacidad de los niños y jóvenes para regular su conducta y emociones, lo cual los haría más propensos a participar en conductas antisociales", comenta la Dra. Michelle Perfect, de la American Academy of Sleep Medicine.
En un estudio con 1,500 pacientes, se encontró que quienes padecían apnea de sueño tenían dos veces más riesgo de desarrollar cáncer. "Los cambios fisiológicos producidos por la falta de respiración durante la apnea darían lugar a mutaciones en las células y al crecimiento de tumores", explica el Dr. Javier Nieto, de la University of Wisconsin.
"Durante la apnea, el nivel de oxígeno disminuye, activando el sistema de emergencia del cuerpo; esto suscita una serie de procesos estresantes para el organismo, los cuales, si ocurren con mucha frecuencia, pueden dañar diversos órganos y tejidos", explica el Dr. Andrew Verneuil, del American Board of Otolaryngology.
3. Hipertensión
De acuerdo con el Dr. Gregory Lip, de la Universidad de Birmingham, en Inglaterra, "Los cambios en los niveles de oxígeno dañarían poco a poco los vasos sanguíneos, lo que provocaría cambios en la presión sanguínea, lo cual a su vez elevaría el riesgo de hipertensión”.
Los ronquidos y la apnea del sueño son cosas distintas, si bien la mayoría de los pacientes con apnea suelen roncar muy fuerte, algunos de ellos de hecho no lo hacen; asimismo, no todos los pacientes que roncan padecen apnea, informa la American Association of Oral and Maxillofacial Surgeons.
Según el Dr. Neomi Shah, de la Universidad de Yale, "Los pacientes con apnea del sueño tendrían al menos 30% más riesgo de infarto. Esto se debería a que las pausas en la respiración reducirían la cantidad de sangre que llega al tejido cardíaco, dejándolo sin oxígeno ni nutrientes y dañándolo progresivamente”.
"En un estudio con 5,422 pacientes hallamos que quienes padecen apena del sueño tendrían hasta tres veces más riesgo de ataque cerebral, incluso si no presentan otros factores de riesgo, como presión arterial, diabetes o sobrepeso", asegura la Dra. Susan Redline, del Case Western Reserve University in Cleveland.
De acuerdo con la Dra. Redline, "La apena produce varios problemas en el cuerpo, desde dañar los vasos sanguíneos y reducir del flujo de sangre al cerebro hasta propiciar la formación de coágulos. Si la apnea no se trata, estos problemas se hacen más intensos, elevando considerablemente el riesgo de ataque cerebral".
Además de los ronquidos, la Clínica Mayo informa que uno de los principales síntomas de la apnea es la somnolencia durante el día, así como problemas para dormir: despertarse constantemente o tener un sueño muy ligero. Otros síntomas incluirían dolor de cabeza por la mañana y problemas de memoria y concentración.
Según el Dr. Marks, "Cuando la apnea ocurre, es decir, cuando se deja de respirar, el sueño se interrumpe, provocando que la persona se despierte o que su sueño pase de profundo a ligero. Éste puede parecer un problema simple, pero la falta de sueño pueden tener también severas consecuencias para la salud".
Según el Dr. Frederick J. Zimmerman, de la Universidad de California en Los Angeles, "El sueño es un importante regulador del metabolismo; si no se tienen la cantidad y calidad de sueño adecuadas, el metabolismo se descontrola, lo que daría lugar a problemas físicos y emocionales".
Las personas con apnea del sueño tendrían hasta 2.5 veces más riesgo de desarrollar diabetes. "La interrupción del sueño que produce la apnea, así como la falta de oxígeno, elevarían el riesgo de padecer hiperglucemia y resistencia a la insulina, condiciones vinculadas con la diabetes", explica el Dr. Nader Botros, de la Universidad de Yale.
El National Heart, Lung, and Blood Institute informa que la apnea del sueño se da cuando las vías respiratorias quedan obstruidas, impidiendo el paso del aire. Existen varios factores causantes: una relajación excesiva de los músculos de la garganta, tener amígdalas muy grandes, la obesidad o la estructura ósea del cráneo y el cuello.
8. Obesidad
"Al provocar un mal sueño, la apnea elevaría el riesgo de desarrollar obesidad. Esto se debería a que, por una parte, la fatiga de no haber descansado fomentaría el sedentarismo, y por otra los cambios metabólicos aumentarían el ansia por alimentos calóricos", explica el Dr. David Gozal, de la Unviersidad de Chicago.
Según el Dr. Elliot Goodman, del Beth Israel Medical Center, en Nueva York, "La obesidad modificarían la anatomía y funcionamiento de las vías respiratorias, lo que elevaría a su vez el riesgo de apnea del sueño. Así, la apnea fomentaría la obesidad, y ésta agravaría la apnea, lo que implicaría más obesidad”.
De acuerdo con la Dra. Anne Wheaton, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, "Tanto la falta de descanso como la reducción en los niveles de oxígeno que llegan al cerebro causados por la apnea dañarían la salud mental de los pacientes, elevando el riesgo de depresión y otros problemas emocionales".
"Los pacientes que sufren apnea del sueño suelen tener un descanso pobre, por lo que al día siguiente se sienten cansados y somnolientos", explica la Dra. Barbara Kaiser-McCaw, de la Universidad de Stanford. "Este problema suele provocar un pobre desempeño en el trabajo y en la escuela, pero también podría elevar el riesgo de accidentes".
"La somnolencia causada por la apnea reduciría la capacidad de respuesta de la gente, e incluso podría provocar que se quedaran dormidos al volante; esto haría a los pacientes de apnea hasta cinco veces más propensos de chocar cuando conducen", explica el Dr. Najib Ayas, de la Universidad de British Columbia, en Canadá.
Un descanso reparador
Según la Clínica Mayo, en muchos casos algunos cambios en el estilo de vida serían efectivos para controlar los ronquidos y la apnea del sueño. Entre los principales destacan perder peso, hacer ejercicio, dormir de lado o boca abajo, y evitar el alcohol y el tabaco, especialmente antes de dormir.
El Dr. Siamak T. Nabili, del American Board of Internal Medicine, explica que "Además, existen diversas formas clínicas de controlar la apnea del sueño, desde medicamentos y aplicaciones dentales hasta cirugía. Lo ideal sería consultar al médico para saber qué tipo de tratamiento es el más adecuado para cada paciente".
Los ronquidos y la apnea del sueño no sólo son problema del paciente: "El ruido de los ronquidos y los movimientos que haces al despertar por la apnea pueden dañar la salud de tu pareja, pues elevarían el riesgo de insomnio, obesidad e hipertensión", explica el Dr. Lars Jarup, del Imperial College of London.