La música acompaña a la humanidad prácticamente desde sus orígenes, ayudando a trasmitir sensaciones, mensajes o historias. Por ello, en los últimos años muchos investigadores decidieron estudiar sus efectos sobre la salud, encontrando que puede ser buena para aliviar dolores, estimular procesos cognitivos o mejorar la coordinación. Aquí te contamos más:
Foto: ISTOCK
1. Libera la hormona del placer
Cuando satisfacemos nuestro deseo de comer o dormir, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor que produce una sensación de bienestar y se relaciona con el placer, ya que interviene en la regulación del comportamiento y del humor. Se ha descubierto que eso mismo sucedería en nuestro cerebro cuando escuchamos música.
2. Gimnasia para el cerebro
Diferentes investigaciones encontraron que la música funcionaría como un "gimnasio" para el cerebro, aumentando su plasticidad, elasticidad y estimulando los circuitos cerebrales. Al lograr reformar la forma en que las neuronas se comunican, mejoraría la actividad cognitiva, consiguiendo un cerebro en "mejor forma y estado".
Foto: ISTOCK
3. Reduce la ansiedad y el dolor
La música logra que una persona se tranquilice frente a situaciones estresantes, por ejemplo, que ante una cirugía menor necesite menos sedantes en su cuerpo. Incluso existen estudios que demostraron que escuchar música todos los días, al menos una hora, contribuye a reducir el dolor crónico en un 20%.
Muchos especialistas explican que, a partir del segundo trimestre de gestación, el bebé puede discernir e incluso interpretar sonidos. Por eso, algunos médicos recomiendan la estimulación prenatal a través de masajes y de la exposición a la música a través de auriculares, combinando el ritmo con movimientos rítmicos de la madre.
5. Memoria y aprendizaje
Los especialistas señalan que la música sería capaz de aumentar la capacidad de concentración y podría ayudar a retener y procesar la información. Albert Einstein, todo un símbolo de la inteligencia humana, solía decir que la razón por la que era tan inteligente era porque su madre tocaba el violín y le enseñó mucho sobre música.
Los neurocientíficos explican que los pacientes con Alzheimer podrían recordar ciertos tipos de música gracias a que la zona que almacena esta información es la región media del córtex prefrontal, que es una de las últimas áreas del cerebro en atrofiarse con la enfermedad. Incluso se cree que esta capacidad podría ser útil para recuperar otro tipo de recuerdos.
El uso de la música para combatir el estrés cuenta con una larga tradición. Y aunque aún se necesitan más estudios para comprender esta asociación, los investigadores sostienen que la reducción de los niveles de cortisona, hormona asociada a la ansiedad, y una consiguiente disminución de las tensiones se encontrarían entre las principales causas.
Además de cuestiones del habla, está comprobado que, mediante la musicoterapia, ya sea escuchando, cantando o bailando, ayudaría a mejorar la destreza en el uso de las manos y los dedos, permitiría reaprender a caminar y mejorar la movilidad de los brazos, y mejoraría la capacidad de concentración y el uso del lenguaje no verbal.
No es solo cosa de humanos
Aunque no lo creas, estas bondades no estarían limitadas solamente a los humanos. Distintos estudios hallaron que la música podría afectar a los animales de diferentes maneras: tranquilizando a primates, aumentado la producción de huevos entre gallinas o de leche entre vacas, atrayendo hacia ciertos circuitos a roedores, e incluso haciendo que algunas plantas, como el trigo, crezcan más rápidos.
Fuentes consultadas
Asociación de Terapeutas Musicales Certificados, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de la Salud Mental.
