Casi todos nosotros no sólo deseamos ver o escuchar a nuestras estrellas favoritas, sino que queremos saber todo sobre ellas. ¿Por qué lo hacemos? ¿Te lo has preguntado alguna vez? Entérate qué dicen los profesionales sobre esta costumbre, y cuándo puede llegar a transformarse en obsesión.
Seguir la vida de otros
El Doctor Jay Winner, fundador de un Programa de Manejo del Estrés en Sansum Clinic, California, cree que la gente sigue a los famosos, sobre todo a los que “parecen tenerlo todo” para ver sus padecimientos: divorcios, adicciones o enfermedades, y entonces alegrarse de no tener su fama y su dinero.
“Y otra razón por la que creo que estamos interesados en las celebridades es que tenemos la ilusión de que los conocemos. Llegamos a conocer a sus personajes y cómo vencen heroicamente sus desafíos en la pantalla. Y esa cercanía con su vida se detiene cuando termina la película”, dijo Winner.
El Doctor Winner cree que la gente “vive la vida de sus ídolos” porque cuando a ellos les va bien, sus seguidores disfrutan a través de ellos lo que no tienen, fantasean con poseer lo mismo algún día. Y también siguen a los más atractivos, porque sueñan con tener la belleza física de ellos.
Por sentirnos mejor
“Nuestro atractivo también por la caída de una celebridad es comprensible, aunque no siempre muestra los rasgos más nobles. Centrar la atención en una persona que está pasando por un mal trance, nos hace sentir mejor con nuestras propias vidas”, dijo Seth Meyers, psicólogo y presentador de TV.
En las buenas y en las malas
“Sin embargo, las portadas de las revistas no se basan exclusivamente en lo negativo. A menudo, la gente está igualmente interesada en saber sobre los matrimonios de celebridades, partos, fechas, vacaciones y cosas similares”, dijo el experto Meyers. Y eso sería por puro entretenimiento.
Porque su vida es interesante
“Es mi creencia de que nuestra fascinación por las celebridades es porque puede librarnos del aburrimiento de nuestras propias vidas. Si el comportamiento de estos famosos -que son extraños- nos llama tanto la atención, es porque creemos que su vida es más interesante que la nuestra, dijo Meyers.
Por conocer sus secretos
Azadeh Aalai, profesora de psicología en la universidad de Montgomery, en Maryland, dice que es difícil responder a la pregunta de “¿Por qué el público es tan propenso a seguir las historias de celebridades cuando no son tan conocidos pero empiezan a desentrañar públicamente sus secretos?”.
Llamar la atención
Un ejemplo, dice esta terapeuta, es cómo llamó la atención una escandalosa frase que escribió en marzo de 2013 en su twitter Amanda Bynes sobre su intimidad, y dice que muchas celebridades se “portan mal” como parte de una estrategia publicitaria y para que la gente se interese en ellos.
Porque no nos afecta
¿Cómo se explica la fascinación del público con la crisis de una celebridad? La psicóloga Aalai, Profesora en La Universidad George Washington, dice que tal vez no nos divertiríamos si un vecino o amigo está en crisis, pero cree que tal vez la fama hace a los ídolos inmunes a nuestra preocupación.
Por recibir una lesión
Mario Lavandeira, columnista de famosos, compara la compulsión de seguir los errores de las celebridades con la costumbre de detenerse y mirar una escena de un accidente: la persona tiende a ser más cuidadosa cuando guía. Y cuando ve el error de una celebridad, se identifica y evita cometerlo.
Por tener un tema en común
“Cuando los extraños buscan algo para chismear, necesitan tener un tema en común que no es precisamente el de sus amigos o familiares para abstraerse. Y en ese sentido, las celebridades son la opción ideal”, dijo Robert Thompson, Profesor de la Universidad de Syracuse, Nueva York.
¿Es algo malo?
Seguir a las celebridades es una forma de escapar a las propias realidades y separarse del mundo real, al menos por un rato. Es decir, se busca el entretenimiento. Y en dosis moderadas, no es nada malo para la salud mental, dice Judith Kuriansky, psicóloga y profesora de la Universidad de Columbia.
¿Cuándo es obsesión?
"Si miras mucho más la vida de los demás que las cosas que haces por tu propia vida, entonces ya no es saludable o bueno para tí, dice Kuriansky. "Ir al museo, aprender un nuevo deporte, tomar un nuevo pasatiempo, ninguna de esas cosas es menos importante que seguir la vida de otra persona”.
Otra cosa es el fanatismo
Un ejemplo reciente de fanatismo es el que protagonizaron los seguidores de Lady Gaga a mediados de 2013, quienes reportaron la presencia del bloguero Perez Hilton en el edificio de Nueva York donde vive la artista, lo denunciaron ante las autoridades y hasta lo amenazaron de muerte.
Solidaridad desmedida
Miles de fanáticos comenzaron a saturar las redes con amenazas de muerte hacia Perez Hilton. Es sorprendente lo que pueden llegar a hacer los seguidores con tal de agradar a sus artistas. Según la psicóloga Sonia Arias, el fanatismo suele defender un punto de vista que algunas veces es irracional.