Las fiestas son, para la mayoría, la época más alegre del año. Pero no para todos. Para las personas que trabajan muchas horas y además cuidan de sus padres, el sólo hecho de pensar en agregarle algo más de estrés a su vida es suficiente para desear que estos días pasen lo más rápido posible.
En su artículo “Manejando el estrés”, la Clínica Cleveland explica: “Demasiado seguido tomamos al estrés de las fiestas como algo que no se puede modificar. Lo que es peor, a menudo tenemos mayores expectativas para esta temporada que para cualquier otra época del año. Planificar las fiestas nos puede llenar de ansiedad y hasta incluso conducirnos a la depresión. Al estrés de cada día, se agregan nuestros esfuerzos para que todo salga perfecto".
El estudio “El estrés de las fiestas” (en inglés, “Holiday Stress”), realizado por Greenberg Quinlan Rosner, y publicado por la Asociación American de Psicología (APA, su sigla en inglés), buscó identificar las causas de este estrés y a quiénes afecta más.
Entre los primeros hallazgos, los investigadores encontraron que el estrés de las fiestas impacta más en las mujeres que en los hombres. Y esto no es todo: los hombres tienden a relajarse más aún durante estos días e incluso adoptan malos hábitos para manejar estas situaciones, por ejemplo, ellos comen mucho más en este período.
Este grupo siente más que otros el peso de tener que trabajar extra, que se suma al estrés de apurarse en el tiempo que les queda libre para ocuparse de los preparativos. Además, las preocupaciones por el dinero aumentan en estos días, debido al consumismo de esta época y a la presión de gastar una gran cantidad de dinero.
Tiempo y dinero: lo que produce el estrés
“El desafío empieza en preguntarse cuándo la familia tendrá dinero y tiempo suficientes para poder pasar unas fiestas perfectas, sin estar corriendo todo el tiempo y sin endeudarse”, explican los autores de este estudio.
Si hay algo que la mayoría desea para estas fechas es poder compartir el mayor tiempo posible con sus seres queridos. Para los trabajadores que están bajo mucho estrés, esto les genera una gran ansiedad, ya que todo el tiempo sienten el temor de que surja algún imprevisto que no les permita llegar a tiempo a las reuniones o preparativos con la familia.
Navidad, Navidad, dulce Navidad...
A pesar de todo este estrés, el estudio encontró que el 78% reporta sentirse feliz y alegre; el 75% confiesa sentir mucho amor; y el 60% asegura sentirse muy espiritual. Quizá la clave esté en anticiparse al estrés, organizarse un poco mejor y...aceptar que la navidad perfecta sólo existe en las películas.