La Semana Mundial de la Lactancia Materna, instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 1° y el 7 de agosto, es una oportunidad para volver a reflexionar sobre la importancia de amamantar a los niños desde su nacimiento, una medida fundamental para salvar vidas y reducir la incidencia de muchas enfermedades.
La OMS estima que 3,3 millones de niños en todo el mundo mueren cada año durante sus primeras 4 semanas de vida, sin embargo, 500 mil se podrían salvar si fueran amamantados. “La lactancia materna temprana y exclusiva mejora el cuidado del recién nacido y reduce la mortalidad neonatal" dijo Felicity Savage, de la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA).
20% menos de muertes
Dar el pecho salva muchas vidas. "La lactancia materna exclusiva y la alimentación complementaria adecuada podrían reducir las muertes entre los niños menores de 5 años en un 20%” dijo la experta de la WABA. "Es la manera más efectiva de evitar la mortalidad infantil, y beneficia la salud de las madres", dijo Savage.
Panorama en EE.UU.
Las tasas de lactancia aumentaron en EE.UU. El 79% de los recién nacidos son amamantados, aunque no se mantiene durante todo el tiempo recomendado: sólo el 49% la recibe hasta los 6 meses y el 27% hasta los 12 meses. Y la lactancia exclusiva hasta los 3 meses, alcanza el 40.7%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
¿Por qué es buena la leche materna?
Porque contiene células llamadas anticuerpos que combaten las enfermedades: ayudan a proteger a los bebés contra gérmenes, enfermedades e, incluso, el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). La leche de fórmula no puede igualar la composición química exacta de la leche materna en las células, las hormonas y los anticuerpos que posee.
Beneficios para los bebés
La leche materna se relaciona con bebés más sanos. Las enfermedades que previene son varias: infecciones del oído, virus estomacales, diarrea, infecciones respiratorias, dermatitis atópica, asma, obesidad, diabetes tipo 1 y 2, leucemia infantil, síndrome de muerte súbita del lactante o SMSL, enterocolitis.
Beneficios para las madres
Amamantar puede ahorrarte entre $1,160 y $3,915 por año, según la marca de la leche de fórmula elegida. Además, según Womens Health, en la mujer el hecho de dar el pecho reduce los riesgos de padecer diabetes tipo 2, cáncer de seno, cáncer de ovario y depresión posparto (DPP). Y aumenta su confianza en sí misma.
La “fórmula” perfecta
La leche materna cambia con el tiempo para satisfacer las necesidades del bebé. La que comienza a producirse entre los 3 y 5 días después del parto tiene la cantidad de grasa, azúcar, agua y proteínas que necesita el bebé. Es menos espesa, pero tiene todos los nutrientes y anticuerpos para el recién nacido, y es más fácil de digerir que la leche de fórmula.
Siempre a mano
Cuando amamantas, te ahorras de tener que esterilizar biberones y tetinas. A diferencia de la leche materna tomada directamente del seno, la leche de fórmula puede estar contaminada. Amamantar hace que tu vida sea más fácil. No tienes que comprar, medir ni mezclar la leche de fórmula. ¡No tienes que calentar biberones en medio de la noche!
No necesitas nada
Sólo dedicar unos momentos silenciosos y relajados para ambos, y eso te ayudará a estrechar el vínculo con el bebé. El contacto físico es importante para los recién nacidos y puede ayudarles a sentirse más seguros, cálidos y confortados. Las madres pueden tener una mayor confianza en su rol y sentirse más cercanas a sus bebés.
Beneficios sociales
La lactancia materna ahorra costos de atención médica: a nivel nacional, se gasta menos en los lactantes que se alimentan sólo con leche materna que en los que nunca la recibieron, ya que los primeros, por lo general necesitan menos visitas al consultorio médico, menos prescripciones y hospitalizaciones por enfermedad.
Si estás enferma…
Algunas mujeres creen que cuando están enfermas no deben amamantar. No obstante, la mayoría de las enfermedades comunes, como los resfriados, la gripe o la diarrea, no pueden transmitirse a través de la leche materna. De hecho, si estás enferma, tu leche contendrá anticuerpos, y éstos ayudarán a proteger a tu bebé de contraer la misma enfermedad.
Cuándo no se debe amamantar
No es aconsejable si la madre padece el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o sida, si está tomando medicamentos antirretrovirales, si tiene tuberculosis activa no tratada, si está infectada por el tipo I o II del virus linfotrópico humano de células T, si consume drogas ilícitas, si está recibiendo quimioterapia o radioterapia.
No a las adicciones
Si fumas, lo mejor para tí y para tu bebé es que intentes dejar tan pronto como sea posible, porque él tiene un riesgo mayor de problemas respiratorios y síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) por estar expuesto al humo. Y evita el alcohol: una bebida alcohólica ocasional está bien, pero evita amamantar durante 2 horas después de beber.