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La sal, verdades y mitos
Por HolaDoctor
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La verdad sobre la sal
El cloruro de sodio, más conocido como sal, es un producto de uso diario rodeado de mitos, advertencias e incertidumbres. Comúnmente se agrega durante la preparación de los alimentos para intensificar el sabor, pero también es un mineral esencial para el organismo. Demos un vistazo a las creencias y descubramos si es una amenaza.
Históricamente la sal tiene una función económica. Los antiguos griegos usaban la sal como moneda. Los soldados romanos recibían una ración de sal como parte de su paga, conocida como “salarium argentum”, de la cual derivó la palabra “salario”. Asimismo, la sal ha tenido un papel esencial en los rituales religiosos en ciertas culturas.
1. Puede provocar hipertensión
La sal en sí no es perjudicial, pero el consumo excesivo tiene como consecuencia la retención de líquidos y puede provocar hipertensión. Si el organismo no elimina el excedente de sodio, se comienzan a retener líquidos lo que aumenta el volumen de sangre que, a su vez, incrementa la presión arterial, exigiendo un mayor esfuerzo del corazón para hacer circular la sangre.
La Asociación Americana del Corazón refiere que la ingesta excesiva de sal, aunada a factores como la edad, el consumo de grasas, la falta de actividad física y el hábito de fumar, incrementa el riesgo de tener enfermedades del corazón y ataques cerebrales.
Una cucharadita de sal representa aproximadamente 2,300 mg de sodio. El cuerpo solo necesita 200 mg de sodio por día. La persona promedio en los EE.UU. consume aproximadamente de 3,000 a 3,600 mg de sodio al día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no exceder el consumo diario de 6g de sal.
Un estudio japonés observó que las mujeres mayores que consumían grandes cantidades de sal tenían un riesgo cuatro veces superior de fractura ósea. El estudio incluyó un análisis de la densidad ósea, un cuestionario sobre su alimentación y un análisis de sangre para evaluar los marcadores de metabolismo óseo y descartar enfermedades que pudiesen aumentar el riesgo de fractura.
Ingestas elevadas de sodio incrementan la excreción por orina de calcio, ya que el riñón reabsorbe con preferencia el sodio antes que el calcio, por ello reducir el sodio de la dieta mejora la retención de calcio en el cuerpo y disminuye las posibilidades de desarrollar enfermedades como la osteoporosis.
Una dieta elevada en sal puede aumentar la acumulación de calcio en los riñones lo que pueden crear pequeños cristales que se convierten en cálculos. Un cálculo renal es un pedazo de material sólido que se forma en un riñón y los de calcio son los más comunes (Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos).
La sal es un componente vital de todos los fluidos en el cuerpo humano, incluso de la sangre y de la sudoración. Su principal función es mantener el balance adecuado de líquidos en el organismo, también se necesita para que los músculos y los nervios funcionen apropiadamente.
En personas saludables, el exceso de sodio se elimina a través de la orina y, en menor medida, a través de la sudoración. Los riñones son el órgano que regula el nivel de sodio y el volumen de agua en circulación por el cuerpo. Los riñones eliminan aproximadamente 5g de sal al día.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. refiere que el sodio está presente de forma natural en la mayoría de los alimentos. La leche, las remolachas y el apio también contienen sodio en forma natural. La mayor parte de sodio que ingerimos se encuentra en los alimentos procesados.
En la sabiduría popular se tiene la creencias de que la sal tiene un maravilloso efecto desinflamante, sobre todo cuando se trata de golpes o hematomas. En el manual de remedios caseros de la abuela se indica que se debe aplicar inmediatamente sobre el punto de impacto una plasta para calmar el dolor y evitar la formación del moretón.
En el botiquín de remedios caseros la sal es usada como enjuague para combatir o prevenir infecciones dentales y de las encías. También es popular hacer gárgaras de agua con sal para aliviar el dolor de garganta y librarse de las flemas. Además, puede ser un efectivo exfoliante para la piel.
El consumo de sal modifica nuestro comportamiento frente a los alimentos ya que es un generador del apetito y estimula su ingesta porque mejora o potencia el sabor de los alimentos. Se emplea fundamentalmente en dos áreas: como condimento de algunos platos y conservante de carnes y pescado, y en la elaboración de encurtidos.
La mejor manera de reducir el sodio es evitar la comida rápida y las comidas pre envasadas y procesadas, que tienden a ser altas en sodio. Las carnes procesadas, como el tocino, los embutidos y el jamón, al igual que las sopas y verduras enlatadas, son todos ejemplos de alimentos que contienen sodio agregado.
Evite agregar sal de mesa a las comidas. Utilice hierbas y especias para darle sabor a las comidas. Las hierbas frescas dan más sabor que las secas. Coma carnes magras frescas, pollo y pavo sin piel, pescado, claras de huevo y atún enlatado en agua. Use productos preparados sin sal agregada; pruebe las sopas y consomés bajos en sodio.