Cómo salvar una relación en crisis

Este podría decirse es la madre de todos los problemas de pareja. ¿Te has puesto ha pensar en todas tus relaciones, cuántos problemas y malos entendidos te habrías evitado si hubieras mejorado la comunicación? El primer paso es darle importancia a lo que se dice: "No podemos comunicarnos mientras estamos con el celular, viendo televisión o leyendo el periódico", dice la escritora Elaine Fantle Shimerg, experta en temas de familia.

El psicólogo John Gray, creador del afamado libro"Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus", asegura que hombres y mujeres abren sus corazones ante cosas diferentes. El buen sexo abre el corazón de un hombre, lo ayuda a sentirse amado y a expresar sus sentimientos mientras que en a mujer, el sexo la relaja y la ayuda a comunicarse mejor con su pareja, sentirse escuchada es algo muy importante para ella.

Hacer una cita con tu pareja es una buena idea, recomienda Shimberg, con los teléfonos y todo tipo de interferencias afuera, los niños en sus cuartos, de tal modo que se den espacio para conversar y estar juntos sin ningún tipo de interrupción. Si logran comunicarse, comentar cómo se sienten sin levantar la voz y sin avergonzar al otro, ya es todo un mérito, dicen los expertos.

Antes de comenzar a hablar es importante establecer algunos parámetros de comunicación más allá del no uso del celular o el no levantar la voz. entre ellos: no interrumpir mientras el otro habla, mostrar interés en lo que se dice con lenguaje corporal, mirar a los ojos, escuchar atentamente y volver a preguntar y repetir las frases en el caso de que no estés seguro de lo que te están diciendo y para corroborar que estás entendiendo bien.

Una buena comunicación garantiza una relación satisfactoria y con futuro mientras una mala comunicación prácticamente es una forma de asegurar el fracaso de una relación de una pareja. No especular, no asumir que el otro dice algo, sino preguntar cuando tienes dudas, no interpretar, no maximizar, ni usar palabras como nunca o siempre. No pretender que el otro adivine lo que quieres decir y usar el silencio para pensar qué decir son claves.

Hablar no es exactamente lo mismo que comunicarse, dice la psicóloga española Milha Cahue, autora del libro Amor del Bueno. Comunicar bien quiere decir saber y poder plantear lo que uno quiere o necesita, pero también escuchar lo que el otro quiere o necesita. Comprender, ser asertivo, saber negociar son claves para poder llegar a acuerdos y evitar aceptar cosas por imposición o por evitar conflicto que a la larga, volverán a aparecer.

Hay momentos en que la conversación puede tomar un tono áspero. Si hay diferencia de opiniones es importante no tomarlo como un tema personal y tratar de identificar cuál es la idea que se quiere transmitir. Exponer claramente qué ocurre y qué es lo que cada uno quiere, sin insultar ni reprochar nada a la otra persona. El siguiente paso es pensar y preparar cómo plantear la cuestión, exponiendo lo que ocurre lo más objetivamente posible.

En una encuesta realizada por Federación Europea de Sexología, entre 700 parejas casadas durante al menos 15 años, una tercera parte confesaba tener abandonada la sexualidad por completo. La falta de deseo sexual afecta la mayoría de las parejas, pero el sexo es una de las últimas cosas que deberíamos dejar de hacer, dice en su libro "Esta noche, no" Mary Joe Fay. "Acercar los cuerpos nos ayuda física y mentalmente", dice.

La mujer necesita amor para abrirse al sexo y el hombre necesita el sexo para abrirse al amor, dice Grey cuando trata de explicar por qué somos tan diferentes en la cama. Una buena estrategia es preguntar en un momento de intimidad qué le gusta a tu pareja y qué no le gusta, cuáles son sus fantasías, si hay algo especial que le gustaría probar, todo se puede hablar en un contexto de cariño, contención y respeto, aseguran los expertos.

Los juegos eróticos “son una excelente forma de refrescar nuestra vida sexual y convertir tu habitación o la casa entera en un salón de juegos ya que estimulan tanto el cuerpo como la mente, ¡y no hay órgano sexual más poderoso que nuestros cerebros!”, explica la sexóloga Alessandra Rampolla en su libro Juntos y revueltos, ¿para siempre? . Juegos de conquista, seducción, hasta juegos de mesa con prendas picantes, todo vale.

La terapeuta sexual Dagmar O´Connor, autora del libro “Cómo hacer el amor con la misma persona para el resto de la vida", asegura que el sexo hay que vivirlo con emoción y no como necesidad biológica. Ella propone una serie de juegos para reavivar el deseo sexual, entre ellos el llamado "convénceme de tener sexo". Aún quienes se aman profundamente, pueden tener diferencias sexuales y necesitan reavivar la emoción de la seducción y la conquista.

Plan, plan, plan. Fay sugiere que una buena idea es hacer una cita con tu pareja, pero no necesariamente a la noche cuando están todos cansados. Si tienes niños pequeños, busca algún momento de siesta o cuando sepas que está bajo el cuidado de otra persona. Organiza con otras madres un intercambio de noches o con algún familiar que te de una noche libre. la mañana suele también ser un buen momento, puedes poner el despertador un rato antes.

Existen muchas formas de intentar recuperar el deseo, incluso hay opciones que incluyen cuestiones biológicas como complemento de testosterona, la incorporación de Viagra para los dos y hasta reemplazo de otras hormonas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el problema pasa por temas de relación, agotamiento y rutina. Si no pueden resolverlo solos, lo mejor es consultar con un terapeuta de pareja y elaborar una estrategia integral.

Muchos de los problemas de dinero comienzan en una pareja aún antes del matrimonio. Y es que el dinero es el principal motivo de estrés de los estadounidenses, según la última encuesta sobre el tema de la Asociación de Psicólogos. La Fundación Nacional de Consejería sobre Crédito recomienda a las parejas tener una conversación seria y profunda sobre temas económicos y manejo del dinero, lo antes posible.

Existen diversas alternativas: tener cuentas juntos, separados, un programa de ahorro, una planificación de gastos y proyectos pero lo más importante es ser honesto sobre la situación financiera y las expectativas de cada uno. No hables del tema en el medio de una tormenta. Espera a que las cosas calmen y encara el tema de una forma que no resulte amenazante para ninguno. Uno puede ser más gastador que el otro, pero es importante que se respeten.

No escondan gastos o ingresos. Para hablar de dinero, dicen los especialistas, es importante que los papeles estén sobre la mesa. Concerten una reunión para hablar del tema, que cada uno lleve un temario de cuáles son los puntos a discutir y que traen conflicto y lleven todos los papeles para poder tomar una decisión o consultar datos si fuera necesario. No se echen culpas ni vuelvan una y otra vez sobre cuestiones pasadas.

En casi todas las familias, ambos miembros de la pareja trabajan fuera de la casa y las cuestiones de la casa, quehaceres, mandados, etc se vuelven un campo de batalla. Es importante tener una conversación al respecto para dividir las tareas del hogar y dejar en claro quién hará qué cosa, dice la autora de Dating From the Inside Out, Paulette Kouffman-Sherman.

Sean bien organizados y claros sobre cómo dividir las tareas de la casa, recomienda la especialista, "Escriban una lista de todo lo que necesita hacerse y quién se hará cargo de cada actividad". La división de tareas debe ser consensuada y parecerle justa a los dos porque si no puede crear resentimiento. Discutan otras soluciones como contratar a alguien para la limpieza o ejercer funciones rotativas por días, por ejemplo.

Tu pareja debe sentir que es una prioridad en tu vida y que hacer que la relación funcione es importante para ti. Muestra apreciación, atención, arréglate para ver a tu pareja, aunque sea dentro de la casa, organiza una rica comida con velas, música y siempre muéstrale que estar bien es algo valioso para ti. Nunca te olvides del por favor, del gracias y de decir cuánto te gusta el otro y las cosas que valoras. Nunca está de más.

Es una de las claves de una relación. Si no hay confianza, la convivencia es muy complicada. Para reforzar la confianza, dicen los especialistas, debes ser claro, puntual lo más posible, no mentir, ser consistente con lo que dices que harás, no sobre-reaccionar, no hurgar en heridas pasadas, no ser celoso de más y escuchar las necesidades e inseguridades del otro. El te indicará el camino de lo que necesita para confiar plenamente en ti.