Un grupo de investigadores canadienses decidió investigar la relación entre la frecuencia sexual y la felicidad. Los resultados del estudio fueron publicados en el journal Social Psychological and Personality Science, y si bien no se podría decir que el sexo frecuente puede malograr la relación de pareja, hacerlo una vez por semana tiene un impacto mucho más significativo.
Amy Muise, líder del estudio de la Universidad de Toronto Mississauga, explicó que la investigación sugiere que las parejas no necesitan tener sexo con la mayor frecuencia posible para ser más felices. Lo importante es que logren una buena conexión personal entre sí. Estas conclusiones llegaron tras analizar varios trabajos con testimonios de 30,645 personas de entre 18 y 89 años, que revelaron tener una frecuencia sexual entre “cero” a “cuatro o más veces por semana”.
El primer estudio contemplado utilizó datos de una encuesta realizada entre 1989 y 2012 por la Universidad de Chicago a 25,000 estadounidenses, 11,285 hombres y 14,225 mujeres. En ellos, el grado de felicidad y satisfacción fue mas notorio en parejas heterosexuales casadas o con relaciones estables, y las opiniones no variaron con la edad, el sexo o los años de la relación.
Otra investigación contempló una encuesta on line realizada a 335 personas, 138 hombres y 197 mujeres, la mayoría de ellas dentro de parejas heterosexuales de distinta antigüedad. Los participantes revelaron sentirse muy conformes y felices al tener relaciones sexuales una vez a la semana, y no hubo cambios en comparación con quienes tenían una frecuencia de una vez al mes.
Un tercer estudio indagó el grado de satisfacción y felicidad de los participantes de una encuesta de 14 años de duración realizada a 2,400 parejas estadounidenses heterosexuales y dentro de una relación estable. Según Muise, las parejas que tenían una sexualidad activa revelaron ser más felices, y si bien no resultó ser contraproducente tener sexo más de una vez por semana, con una sola vez el bienestar pareció ser más evidente.
Si bien los autores de la investigación no buscaron ni pudieron explicar las causas de su observación, hicieron un comentario al respecto. "El sexo puede ser como el dinero: solo demasiado poco es malo".