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¿Cómo saber si eres un adicto al azúcar?
Por julioguzbra@hotmail.com
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La dulce dependencia
Aunque no es una adicción que pueda llevarte a borrachera o a la quiebra financiera, consumir azúcar en exceso sí puede dañar tu salud más de lo que imaginas. ¿Eres adicto al dulce? A continuación, una serie de preguntas que te ayudarán a descubrirlo.
De acuerdo con un análisis hecho por científicos de la Universidad de California, el cual fue publicado en la revista Nature, el azúcar puede llegar a ser tan tóxica que debería de ser considerado como una sustancia controlada, como ocurre con el alcohol y el tabaco.
Según el informe, el consumo en exceso de este producto puede cambiar el metabolismo, aumentar la tensión arterial, alterar la señalización de las hormonas y dañar el hígado. Además, se la asocia con la diabetes, enfermedades cardiacas, artritis y cáncer. De ahí su peligro.
¿Eres amante del “high”?
Algunas personas suelen consumir los productos muy azucarados, como las barras de chocolate para experimentar una inmediata sensación de “levantón” conocido como “high”, el cual los puede llevar a andar muy activos en varias actividades del día. El efecto puede llegar a ser placentero en algunos.
Yendo a los principios más básicos, el azúcar se trata de un carbohidrato simple que de inmediato se convierte en glucosa en el torrente sanguíneo. Cuando se consumen alimentos como chocolates, jarabes, refrescos o dulces, existe una sobredemanda de glucosa que produce esta reacción en el cuerpo. Explica la Biblioteca Nacional de Medicina.
Esto se debe a una simple razón. A diferencia de los productos mencionados, tanto frutas como verduras, que también contienen azúcares y son carbohidratos simples, presentan fibra y proteínas, lo que logrará que se ralentice el proceso de volverse en glucosa.
¿Ansiedad por los dulces?
Algunas personas pueden llegar a presentar un temblor en el cuerpo ante la urgencia de consumir un pastel o un postre, por lo que buscan de inmediato algo que calme su ansiedad. Esto puede ser consecuencia de una mala alimentación en donde el cuerpo está cada vez más acostumbrado a la presencia de azúcar en el organismo.
Es natural que tu cuerpo necesite transportar la glucosa del torrente sanguíneo y en las células. Para llevar a cabo esto, el páncreas se encarga de producir la insulina. Sin embargo, como resultado de este trabajo puede existir una caída de azúcar en la sangre, por lo que introducir una barra de caramelo no sería la mejor idea.
¿Te gustan los "sobrecitos"?
En tanto, otras personas, para no subir de peso o para tratar de disminuir su ingesta de azúcar recurren a los edulcorantes de sacarina, otra opciones de darle sabor a sus alimentos. Incluso, hay quienes se centran por completo en el consumo de este producto. Informa la Asociación Americana de Diabetes.
Algunos estudios sugieren que los edulcorantes artificiales podrían ayudar a dejar las ansias de azúcar, sin embargo, hasta el momento no hay alguna evidencia científica clara que avale esto; mas bien, por el contrario podrían generar más antojo. Si esto ocurre busca otro producto.
¿Sueles consumir entre varios tipos de azúcar aparentemente más saludables como la miel, azúcar morena o el jugo de caña? Independientemente si el producto proviene de las abejas o de la caña de azúcar lo que es un hecho es que también provocan aumento de azúcar en la sangre.
Quizás te preguntes qué tiene que ver esto con la presencia de azúcar en tu cuerpo, pero está más ligado de lo que imaginas. Al igual que los panecillos, las papas fritas son comidas ricas en almidón, es decir, son carbohidratos complejos que más tarde el cuerpo descompone en azúcares simples y que generan un aumento de glucosa en la sangre.
¿Se puede dejar esta adicción?
Si respondiste que “sí” a la mayoría de las preguntas anteriores quiere decir que tu consumo de azúcar es exagerado. Algunos planes de desintoxicación invitan a evitar todos los dulces como frutas, golosinas o granos refinados. La intención es purgar el organismo de este componente mediante cambios en la dieta.
Una parte importante consiste en darse cuenta que no necesitas tanto el azúcar como tú crees. De hecho, puedes entrenar a tu paladar para disfrutar de las cosas que no son tan dulces. Por ejemplo comienza por poner menos azúcar en tu café o cereal. Con el tiempo perderás la necesidad de este sabor.
Elige lo mejor para ti
Lo anterior no quiere decir que tengas que decir: “Adiós a la dulzura”, pues puedes obtener el azúcar de otras fuentes. Por ejemplo, prueba las bayas frescas, así como algunos frutos secos, congelados o enlatados que no tengan tanta azúcar. Un vaso de leche baja en grasa o yogur bajo en azúcar puede ayudar.
Incluir más frutas y verduras en tu alimentación, descartar las golosinas, beber más agua, revisar las etiquetas de los alimentos y escoger aquellos que no tienen tanta azúcar es una buena forma de comenzar. La clave está en cortar gradualmente el consumo de dulce a la semana. Informa la Fundación Nemours.
Sustituye por proteína
Cambiar el azúcar por la proteína es una buena manera de reducir los antojos, pues este tipo de alimentos se digieren más lentamente, manteniendo la sensación de saciedad por más tiempo. Además, no provoca que se eleve tu azúcar en la sangre como acostumbran los carbohidratos y azúcares refinados.
La fibra también te ayudará a no caer en el “pecado azucarado”. En primer lugar te mantendrá lleno mientras te proporciona de energía. Debido a que no elevan el azúcar en la sangre no provocará la sensación posterior de hambre. Puedes elegir frutas, verduras y granos enteros.
Sal al exterior
Hacer ejercicio puede transformar tu manera de comer en general, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina. Ya sea caminar, salir a andar en bicicleta o nadar te brindará un mejor bienestar a tu organismo. Comienza despacio, trabajando por lo menos treinta minutos a la vez.
Se podría establecer un cierto límite de consumo de azúcar al día. Si eres como la mayoría de las personas que consume 19 o más cucharaditas de azúcar (unas 285 calorías), esto quiere decir que necesitas moderar tu consumo. Expertos recomiendan no más de 6 cucharaditas para las mujeres y máximo 9 para los hombres.