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Amantes de los medicamentos
Por Miriam Guzmán
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Adictos a los fármacos
Algunas de las celebridades encontraron el amor a primera vista en los medicamentos, los cuales, además de curar sus dolencias los hicieron encadenarse a sus efectos. Conoce qué estrellas han caído en esta adicción.
Justo cuando estaba en la cúspide de su carrera, el intérprete de “Thriller” se hizo adicto a los fármacos. De acuerdo con su segunda esposa Debbie Rowe, al artista se le administraba Propofol para que pudiera dormir por más de ocho horas seguidas ya que durante las décadas de 1980 y 1990 no podía conciliar el sueño.
El Centro Nacional de Información Biotecnológica explica que se trata de un potente agente intravenoso muy utilizado para la sedación en la unidad de cuidados intensivos. Entre sus cualidades reduce el consumo de oxígeno cerebral, baja la presión intracraneal y tiene propiedades anticonvulsionantes potentes.
Cabe recordar que este tipo de medicamento fue suministrado al cantante en grandes cantidades por el médico Conrad Murray, lo que terminó por consumir la vida del artista el 25 de junio de 2009. Murray actualmente se encuentra en prisión cumpliendo una sentencia por homicidio imprudencial.
Píldoras del sueño eterno
Aunque el Propofol no es en sí un medicamento para dormir, muchas personas que toman fármacos para conciliar el sueño podrían complicar su salud ya que elevan el riesgo de desarrollar afecciones como el cáncer, problemas de salud físicos y muerte prematura, según un estudio realizado por la Clínica Scripps, en California.
Tras analizarse los registros médicos de 34,205 pacientes, de los cuales 10,529 tomaban pastillas para conciliar el sueño se encontró que “las píldoras para dormir serían tanto o más peligrosas que fumar”, explicó el Dr. Daniel Kripke quien dirigió este estudio.
Las píldoras que han sido identificadas como peligrosas por este estudio son aquellas que provocan sueño en el paciente, en vez de inducirlo a través de la relajación. Algunos hipnóticos son Ambien, Restoril (temazepam), Lunesta (eszopiclona), Sonata, Halcion (triazolam) o Dalmane (flurazepam).
Sueño profundo
De acuerdo con el Dr. Kripke, las píldoras para dormir estarían relacionadas con hasta 507,000 muertes cada año en los Estados Unidos. "Estas píldoras son peligrosas; reducir su uso se relacionaría con una reducción de las muertes en el país", aseguró.
Durante sus años de probar alcohol y sustancias tóxicas, la joven actriz también degustó varios fármacos. Previó a entrar a su última rehabilitación, la cual duró 90 días, la artista estadounidense pidió seguirse medicando con antidepresivos y medicamentos para el dolor, como el Aderall.
Potente como la cocaína
El Aderall, no se trata de cualquier “pastillita” ya que sus efectos pueden ser sumamente potentes, de hecho, según el Colegio de Farmacéuticos de EU, esta medicina puede “elevar” como la cocaína. Ahora ya sabemos por qué “Lilo” no se despegaba de este fármaco.
De acuerdo con un análisis de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) el uso de antidepresivos en todas las edades ha aumentado en un 400%, y ahora es el tercer fármaco más administrado entre personas de 18 y 44 años de edad.
Según los investigadores de los CDC las mujeres tienen 2.5 veces más probabilidades de tomar antidepresivos que los hombres. Incluso, se ha detectado que el 23 por ciento de las mujeres entre los 40 y los 59 toman antidepresivos, más que cualquier otro grupo.
Para obtener el efecto que ofrecen algunos medicamentos, como la Oxicodona, un fuerte analgésico que solo se puede obtener en Estados Unidos con prescripción médica, en 2002 la actriz de 41 años Winona Ryder se vio en la necesidad de robarla de una tienda de lujo de Beverly Hills.
Se trata de un analgésico sumamente potente perteneciente a la familia de los opiáceos que es usado para aliviar el dolor de moderado a severo. Debido a que también es potencialmente adictivo, muchas personas lo emplean para uso recreacional, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina.
Este no fue el único lío de Winona con los fármacos. Según el periódico español El Mundo, en su afán de hacerse de varias pastillas, de 1996 a 1998 la actriz estadounidense consiguió 37 recetas de 20 doctores diferentes utilizando 6 nombres distintos. Uno de sus alias era Emily Thompson.
Aunque ofrece aliviar dolores sumamente fuertes, la mala administración de la Oxicodona, puede provocar problemas graves, como la sobredosis e incluso, la muerte. De ahí la importancia de la prescripción médica.
Aunque sabemos que se trata de un personaje ficticio de la televisión interpretado por el británico Hugh Laurie, la adicción que Gregory House mostraba en la serie hacia el Vicodin era tan real que muchos televidentes no dudaron que este caso se presente en la sociedad.
Pertenece a la clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos) y a los antisustivos. Alivia el dolor modificando la manera en que el cerebro y el sistema nervioso responden al dolor. En la serie House lo empleaba para calmar un severo dolor en la pierna causado por un disparo de arma. Al final se hizo adicto.
Abuso desmedido de analgésicos
Investigadores de la Universidad de Colorado analizaron los datos de la Encuesta Nacional de uso de drogas y salud de 1985 a 2009 y hallaron que aumentó un 129% las visitas a departamentos de emergencia a causa de analgésicos, además incrementó a más del triple las muertes por sobredosis entre 1997 y 2007.
La ex pareja del fallecido rockero Kurt Cobain tiene mucho que agradecerle a los tranquilizantes, ya que en 2003 le costó perder la custodia de su hija Frances debido a que cayó en una sobredosis de estos medicamentos. Tras comparecer en varias ocasiones ante la corte en 2005 la pequeña regresó a sus brazos.
Muchos factores contribuyen al abuso de analgésicos recetados en los jóvenes, entre ellos la disponibilidad. Por ejemplo, el número de productos de Hidrocodona y Oxicodona legalmente recetados en EU subió de 40 millones en 1991 a casi 180 en 2007, según el estudio que apareció en la revista Journal of Adolescent Health.