Aceites, brotes, leches, incluso "carnes", la soya es un alimento del que se pueden obtener muchos subproductos para aprovechar toda su calidad nutritiva. Sin embargo, también puede ofrecernos una gran cantidad de beneficios, muchos de los cuales, no son tan conocidos. Aquí te contamos todo sobre esta fantástica legumbre.
Su historia
Es una planta subtropical nativa del sudeste de Asia, perteneciente a la familia Fabaceae o de las leguminosas. El cultivo de soya a gran escala comenzó en EE. UU. durante la Segunda Guerra Mundial, en la actualidad, los estados del medio oeste del país son quienes producen aproximadamente la mitad de la oferta mundial de esta legumbre.
Valor nutritivo
Diferentes estudios encontraron que la soya es una gran fuente de proteínas y fibra, nutrientes valiosos para una buena salud. Además, posee todos los aminoácidos esenciales y es el alimento más rico en isoflavonas, sustancia que tiene efectos similares al estrógeno en el cuerpo. Consumiéndola regularmente, puedes disfrutar de las siguientes bondades:
1. Mejora la circulación
Las semillas de soya son ricas en hierro y cobre, dos minerales claves para la formación de glóbulos rojos. Esto tiene consecuencias directas en los niveles de sangre y oxígeno que llegan a los órganos y extremidades corporales, maximizando la actividad metabólica, los niveles de energía y previniendo enfermedades como la anemia.
Cómo es una gran fuente de isoflavonas, se cree que podría ayudar en la menopausia, ya que, durante ese período disminuyen significativamente los niveles de estrógeno. Las isoflavonas pueden unirse a las células receptoras de estrógeno y evitar que el cuerpo sienta un cambio brusco. De esta manera, aliviaría problemas como los cambios de humor, sofocos y dolores.
Algunos especialistas indican que comer soya puede ser una buena opción para prevenir a largo plazo la aparición de osteoporosis. Esto sería posible gracias a su rico contenido de vitaminas y minerales, especialmente hierro, selenio, zinc, y calcio, que permiten un buen desarrollo y regeneración ósea.
Si buscas combatir la diabetes, puedes probar añadir soya a tu alimentación. Se cree que esta legumbre tiene la capacidad de aumentar los receptores de insulina en el cuerpo, ayudando a controlar de manera efectiva la enfermedad o evitando que ocurra. Además, tiene un bajo contenido de carbohidratos, que la convierte en una excelente opción para los diabéticos.
La evidencia científica señala que su contenido de grasas saludables, insaturadas, y fibra ayudarían a reducir la presencia de colesterol "malo". De esta forma, se reduciría el riesgo de ciertas afecciones, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Las semillas de soya también poseen dos ácidos grasos saludables: el linoleico y el linolénico.
Diferentes estudios encontraron que la soya tendría propiedades antioxidantes. Esta cualidad resulta muy útil para combatir a los radicales libres, sustancias que dañan las estructuras celulares y favorecen la aparición de ciertas enfermedades, incluido el cáncer.
La investigación preliminar sugiere que una dieta rica en soya puede mejorar la composición corporal en personas con sobrepeso y obesidad debido a que reduce la presencia grasa, a la vez que preserva la masa muscular. Además, junto a sus derivados, tendría la capacidad de reducir el apetito, evitando la ingesta excesiva de alimentos.
Es posible que el consumo regular de soya o sus derivados reduzca los trastornos del sueño, como el insomnio, debido a su elevado nivel de magnesio. Este compuesto está asociado directamente a un aumento de la calidad y duración del sueño. Sin embargo, aún son necesarias más investigaciones que corroboren este vínculo.
La soya y sus derivados también pueden causar efectos secundarios. Por ejemplo, cuando sus compuestos imitan al estrógeno favorecen a las mujeres, pero en los hombres pueden ocasionar desequilibrios hormonales. Esto puede generar disfunción eréctil, infertilidad y un menor recuento de espermatozoides.
Fuentes consultadas
Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU, Departamento de Agricultura de EE. UU., Institutos Nacionales de Salud, Natural Medicines, PubMed.