Un paciente en Londres podría ser el segundo caso en la historia en curarse del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), sin utilizar medicamentos.
El hombre fue diagnosticado con el virus en 2003 y desarrolló linfoma de Hodgkin (un tipo de cáncer) en 2012. Para tratarlo recibió un trasplante de células madre de un donante, que había desarrollado resistencia al virus gracias a la terapia con medicamentos antirretrovirales.
Tras realizarse este trasplante y sesiones de quimioterapia, el paciente de Londres desarrolló resistencia al VIH sin utilizar medicación para el virus.
Según especialistas, este caso podría ayudar a que los expertos busquen nuevas formas de abordar el VIH y lograr una cura.
Si bien los resultados se muestran alentadores, el paciente no toma medicamentos contra el virus desde septiembre de 2017, los investigadores advierten que este tratamiento no sería una buena opción para reemplazar a los actuales.
En el caso participaron las universidades de Cambridge y Oxford, el University College de Londres y la Escuela Imperial de Londres. Los hallazgos se publicaron en Nature.
¿Cómo fue el tratamiento?
Para el nuevo caso fue importante el CCR5, uno de los pocos receptores que el VIH puede usar para ingresar en algunas células vitales para el sistema inmune, llamadas T-4.
Existe un número pequeño de personas que son resistentes al VIH, ya que tienen dos copias mutadas del receptor CCR5. Esto quiere decir que el virus no puede penetrar en las células del cuerpo que normalmente infecta.
Debido a un caso avanzado de linfoma de Hodgkin el paciente de Londres recibió células madre de un donante con esta mutación genética, que también lo hizo resistente al VIH.
Sin embargo un conjunto de células portadoras del VIH todavía puede permanecer en el cuerpo en estado de reposo, durante muchos años.
Los expertos descartaron la posibilidad de considerar este tratamiento como una alternativa para combatir el virus, ya que se utilizó principalmente para tratar el cáncer y porque el proceso fue muy agresivo. Este enfoque no sería práctico para tratar a la mayoría de las personas con VIH.
Las terapias actuales son muy efectivas y permiten a las personas vivir durante mucho tiempo de manera saludable.
No es la primera vez
Con sus diferencias este caso se suma al de Timothy Brown, conocido popularmente como el paciente de Berlín o la primer persona en "vencer" al VIH.
En 2007 se sometió a radioterapia y dos trasplantes de médula ósea, de un donante con inmunidad natural al VIH, para tratar una leucemia.
Al igual que el paciente de Londres, el trasplante de esta persona se realizó como parte de su tratamiento contra el cáncer.
Tres años después del trasplante inicial y a pesar de interrumpir la terapia antirretroviral, los investigadores no lograron detectar VIH o anticuerpos en su sangre, considerando la posibilidad de que podría haberse curado.
Sin embargo, a diferencia de Brown, el tratamiento para el cáncer del paciente de Londres no involucraba radiación de todo el cuerpo y su quimioterapia también fue más leve.
"Al lograr la remisión en un segundo paciente utilizando un enfoque similar, hemos demostrado que el paciente de Berlín no era una anomalía y que realmente fueron los enfoques de tratamiento los que eliminaron el VIH en estas dos personas", dijo Ravindra Gupta, autor principal del estudio y profesor del University College de Londres.
Transmisión y prevención
La aparición oficial del Sida se registra a principios de los '80, desde entonces el VIH ha sido objeto de miles de ensayos clínicos en busca de una cura. Hasta ahora no se ha logrado, pero sí se pudo reducir la presencia del virus en el organismo a niveles indetectables a través de medicación.
El Sida es la "fase final y avanzada de la infección crónica por VIH". Esto quiere decir que el Sida es la enfermedad y el VIH el virus que la origina, si no se sigue un tratamiento adecuado. Pero se puede ser portador del virus y no padecer nunca la enfermedad.
A pesar que los avances son prometedores, el VIH continúa siendo una gran amenaza. Una forma de controlarlo es conociendo las formas más comunes de transmisión:
- Tener relaciones sexuales (anales o vaginales) sin la protección adecuada, con una persona infectada.
- Padecer otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, gonorrea o vaginosis bacteriana.
- Transfusiones de sangre o trasplante de tejido contaminado.
- Transmisión de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia.
- Intercambiar agujas, jeringas o soluciones contaminadas.
- Utilizar equipo quirúrgico u otros instrumentos contaminados.
Todos los puntos anteriores son prevenibles incorporando el uso del condón, medicamentos y el uso responsable de jeringas (o programas de intercambio).
Para las personas que no son seropositivas (sin presencia de anticuerpos contra el VIH) pero que pueden estar en riesgo, existe una capa de protección adicional con la Profilaxis de Pre Exposición (PrEP), una píldora de una toma diaria que puede reducir el riesgo de infección por VIH hasta en un 92%, si la persona estuvo expuesta al virus, si se la consume tal cual indica la receta.
La meta nacional propuesta por el gobierno de Donald Trump es reducir las infecciones nuevas por el VIH en un 90% a lo largo de 10 años.
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