Cuando un paciente con cáncer recibe quimioterapia debe tener cuidados especiales para evitar infecciones y otras complicaciones en su salud. Tener o no tener relaciones sexuales es una de las dudas más comunes por los posibles riesgos que pueden representar.
Todos los pacientes pueden experimentar cambios en su cuerpo o en su sexualidad, a partir de la quimioterapia. De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por su sigla en inglés), las posibles alteraciones dependen del tipo de cáncer, las dosis y duración del tratamiento, la edad y otros factores de salud personal.
Para las mujeres la quimioterapia puede significar una disminución en los niveles de estrógeno y causar insuficiencia ovárica primaria, es decir, que sus ovarios no produzcan hormonas ni liberan óvulos. Sofocos, períodos irregulares o inexistentes y sequedad vaginal son algunos de los posibles síntomas que se presenten y pueden impedir o dificultar las relaciones sexuales.
En el caso de los hombres, la quimioterapia puede disminuir sus niveles de testosterona y libido durante el período de tratamiento, mas no su capacidad para tener una erección. Hay efectos que son temporales y desaparecen una vez que finaliza el tratamiento, otros pueden ser a largo plazo o se manifiestan después del tratamiento.
Los hombres siempre deben usar condón, ya que el semen puede contener trazas de quimioterapia hasta un tiempo después del tratamiento. La mayoría de las mujeres puede ser sexualmente activas durante la quimioterapia, sin embargo, es común que pasen por momentos de mayor riesgo de infección o sangrado y que sea mejor abstenerse.
Timothy Moynihan, oncólogo especialista en cuidados paliativos de la Clínica Mayo, explica que hay otros aspectos a considerar, como el tipo de cáncer. Por ejemplo, los que afectan la zona genital o el aparato reproductor pueden requerir precauciones especiales o abstenerse de la actividad sexual hasta sanar.
Los fármacos que se aplican también influyen. “Algunos tipos de quimioterapia pueden provocar cambios en el revestimiento de la vagina, lo que puede hacer que las lesiones vaginales sean más probables durante el coito. Las bacterias normales que viven en la piel o en el tracto genital pueden introducirse en el torrente sanguíneo”, agrega Moynihan.
Si la quimioterapia reduce los niveles de sus glóbulos blancos que combaten los gérmenes, es posible que el paciente no esté protegido contra estas bacterias. Si causa un recuento plaquetario bajo o extremadamente bajo, el coito podría causar un sangrado severo. En cualquiera de los dos casos, es posible que el médico le recomiende evitar las relaciones hasta alcanzar valores normales.
“El embarazo no se recomienda durante la quimioterapia (esto se aplica tanto a los hombres como a las mujeres que reciben quimioterapia), debido a los posibles efectos sobre el bebé en desarrollo. Si es posible la concepción, es probable que su médico lo aliente a elegir un método anticonceptivo confiable”, indica el especialista.
Durante un tratamiento con quimioterapia, los pacientes pueden sufrir de fatiga, dolores, pérdida del cabello, depresión, insomnio y otros efectos que disminuyan su interés en el sexo. “Si no estás interesado en el coito, recuerda que hay más en una relación íntima que el sexo. Busca otras formas de expresar afecto, como besarse, abrazarse u otras actividades compartidas”, dice el oncólogo.
Antes de tomar la decisión de tener relaciones sexuales o de asumir que no es seguro, lo mejor es consultar a un especialista, ya que cada caso es diferente. Hablar sobre los efectos secundarios puede ayudarlo a obtener el tratamiento y el apoyo que necesita para sentirse mejor.
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