Muy pronto, niños y adultos podrían perder el miedo a los tratamientos y vacunas, ya que los clásicos pinchazos de las agujas de las inyecciones, podrán ser reemplazados por un dispositivo láser indoloro.
Se trata de inyecciones indoloras microjet impulsadas por láser, creadas por investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur.
Puntos clave
El invento, descripto en la edición de septiembre de Optics Letters, podría reemplazar algún día a los dolorosos pinchazos de las agujas hipodérmicas, en la aplicación de vacunas anuales contra la gripe y otros medicamentos.
El dispositivo utiliza una corriente pequeña y necesita de un medicamento líquido con la cantidad justa de esa fuerza para impulsarlo. Utiliza múltiples pulsos de rayo láser de baja energía, ofreciendo una efectividad mucho más alta que las versiones anteriores que se habían probado, aseguran los investigadores.
Aunque varias técnicas se han testeado hasta ahora para diseñar nuevas maneras de crear inyecciones sin dolor, la aguja hipodérmica todavía es el instrumento elegido a nivel mundial.
"El láser impulsado por el inyector microjet puede controlar con precisión la dosis y la profundidad de la penetración del fármaco por debajo de la piel. El control de la potencia del láser es el gran avance sobre otros dispositivos", explica Jack Yoh, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial de la Universidad de Seúl.
Hasta ahora, los dispositivos láser son comúnmente utilizados por los dermatólogos, en particular para los tratamientos cosméticos faciales.
Con respecto a la utilización a nivel médico, Yoh explica que en esta inyección láser la presión del chorro es mayor que la resistencia a la tracción de la piel, por lo que penetra suavemente y en profundidad, sin causar dolor.
El equipo de científicos, que probó el dispositivo en la piel de cobayos, comprobó que el chorro acciona el fármaco hasta varios milímetros debajo de la piel, sin dañar el tejido circundante.
La velocidad y la estrechez del chorro es suficiente para que el procedimiento sea indoloro, dice Yoh. “Pero por el sólo hecho de que se está apuntando a una capa epidérmica justo debajo de la superficie de la piel donde no hay terminaciones nerviosas, ya garantiza que este dispositivo ofrezca un tratamiento totalmente libre de dolor”, señala el investigador.
Una compañía ya está trabajando con el equipo para producir micro-inyectores de bajo costo que puedan reemplazar a las clásicas inyecciones para uso clínico.
El profesor Yoh dice que serán necesarios más trabajos antes de que el dispositivo se pueda utilizar para la vacunación masiva de los niños, pero cree que es una solución viable.
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