La tripofobia (trypophobia) era una palabra desconocida hasta hace unos años, pero ahora, es la fobia de la que más se habla en Internet.
Hay foros en Reddit, Instagram y Facebook que sirven como un centro de debate para que la gente exprese su repulsión, sus sensaciones, y comparta miles de imágenes perturbadoras como un hormiguero, muchas celdas iguales, insectos apilados, un panal de abejas en primer plano, y una extensa lista de cosas similares.
Esta fobia está más extendida de lo que se pensaba. Para quien la padece, puede ser una experiencia horrible ver hormigueros, un manojo de semillas de loto e incluso un grupo de inocentes pompas de jabón.
Aunque la Asociación Americana de Psiquiatría no la reconoce y los expertos en salud mental debaten si la aflicción es o no una fobia verdadera, algunos profesionales la consideran como un comportamiento inusual. Gran parte del miedo es autodiagnosticado por aquéllos que la padecen, y sus comentarios abundan en las redes sociales, donde aseguran que las imágenes les causan algo, desde un leve malestar hasta mareos o náuseas.
Qué dice la ciencia sobre esta fobia
Según datos de la Asociación Americana de Psiquiatría, la fobia -el miedo desmedido a algo que representa poco o nada de peligro real- es la enfermedad psiquiátrica más común en las mujeres y la segunda más común en hombres mayores de 25 años. Se sabe que al menos 5 de cada 100 personas en Estados Unidos tienen una fobia o más de una, y se calcula que unas 19 millones de personas las padecen.
Sin embargo, en el campo de la ciencia, hay poca literatura sobre la tripofobia, pero hay un estudio que en 2013 abordó el tema.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Essex (Reino Unido) descubrió que una parte de la población la sufre, de manera crónica o aislada. Y que se activa en la persona cuando ve grupos de agujeros en diversas formaciones -simétricos o asimétricos- que les causan reacciones desagradables que van desde migrañas hasta ataques de pánico, sudor y taquicardia.
Los autores de la investigación, que fue publicada en Psychological Science, sugieren que puede estar provocada por una función visual específica evolutiva que se relaciona con algunos animales venenosos. A diferencia de otras fobias, la tripofobia no se trata de un miedo social aprendido, señalaron los científicos.
Lo más curioso es que el doctor Geoff Cole, uno de los autores del estudio, es víctima de esta curiosa fobia. Él afirma que las conclusiones de su investigación sugieren que “puede haber una parte antigua evolutiva del cerebro que alerta a la persona afectada como si se mirara a animales venenosos como arañas, serpientes o escorpiones", algo que en la antigüedad significaba un peligro.
En su estudio, los científicos británicos encontraron que el 16% de los participantes experimentaron reacciones desagradables relacionadas con esta fobia, al ser expuestos a imágenes incómodas; sin embargo los investigadores lamentan que, pese a ello, no exista literatura científica asociada al tema. Se trata, según el Dr. Cole, de “la fobia más común de la que nunca se ha oído hablar".
Para el investigador, es aplicable la teoría de que “estamos configurados para tener miedo de las cosas que nos hacen daño desde nuestro pasado evolutivo. Tenemos una predisposición innata a desconfiar de las cosas que nos pueden dañar", concluyó el científico.