Mientras los escaparates de las tiendas se llenan de chocolates, rosas y joyas para el día de San Valentín, las organizaciones de defensa de los derechos humanos llaman a la reflexión sobre las espinas de las rosas: el abuso y el maltrato doméstico.
“Algunos compradores llenan los pasillos de las tiendas buscando la tarjeta que mejor exprese lo que sienten. Otros forman fila frente a las cajas registradoras con sus paquetes de bombones o mantienen ocupados a los floristas con sus órdenes de rosas. Todo esto es parte de la romántica tradición del Día de San Valentín en Estados Unidos.
Sin embargo, para una persona que se está recuperando de un abuso sexual o que convive con la violencia doméstica, todo el romanticismo de ese día no puede remediar el dolor emocional o físico por el que pasa”
Una de cada 6 mujeres (el 16.2%) y 1 de cada 19 hombres (el 5.2%) en Estados Unidos, han sido víctimas de acoso en algún momento de su vida. Y lo más terrible es que muchas personas están conviviendo con el enemigo: dos terceras partes (el 66.2%) de las mujeres víctimas de acoso fueron víctimas de su pareja anterior o su actual compañero íntimo y en el caso de los hombres fue 41.4% de los casos, respectivamente.
La violencia doméstica es un fenómeno que ocurre puertas adentro y muchas veces no se reporta. Pero cerca de 1 de cada 4 mujeres (el 24.3%) y 1 de cada 7 hombres (el 13.8%) han sufrido violencia física grave por parte de una pareja íntima, por ejemplo un golpe con el puño, golpizas o ser golpeado contra algo, según los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Como un propósito de San Valentín, “si desea acompañar a un ser querido que pasa por una situación difícil o si busca apoyo para usted mismo, USAGov pone a su disposición los siguientes recursos en su sitio”. Haga click aquí.
Cuando un ser querido lo necesita
Desde afuera puede ser difícil comprender por qué una persona no denuncia un abuso sexual o permanece en una relación abusiva. Aprenda a apoyar a un ser querido para que pueda superar esa situación.
Cuando usted es un espectador
Usted pensaba que vivía en una comunidad bastante segura hasta que un vecino le comentó que había ocurrido un abuso a la vuelta de la esquina o que se mudó un violador al barrio. No se alarme, usted puede actuar cuando algo parece no estar bien. Manténgase alerta a los comportamientos inusuales y conozca las señales del abuso o la violencia. Busque información confiable en el registro nacional de delincuentes sexuales, que muestra por área los datos de las personas registradas. Cualquiera que sea su rol en la comunidad, usted puede mantenerse alerta y actuar para proteger a quienes más lo necesitan.
Cuando usted es quien pasó por la experiencia
El abuso sexual o la violencia física o verbal podrían causarle una sensación de aislamiento o crearle un sentimiento de vergüenza o desesperanza. Es posible que su pareja le diga que lo que ocurrió no fue un abuso o que simplemente fue su culpa. Conozca las señales del abuso doméstico que pueden ayudarle a evaluar su situación y tomar las decisiones apropiadas.
No al silencio
"Muchos inmigrantes temen denunciar los abusos por miedo a ser deportados. Sin embargo, hay leyes que protegen a los inmigrantes que vivieron abusos. Si no está listo para presentar una denuncia policial, puede llamar a la Línea Nacional de Agresión Sexual, al 1-800-656-4673 o a la Línea Nacional de Violencia Doméstica, al 1-800-799-7233" informa la página del gobierno.
"Los asesores lo atenderán en español, de forma anónima, confidencial y gratuita. Si es posible, póngase en contacto desde un teléfono o computadora a los que su abusador no tenga acceso para impedir que rastree sus registros de llamadas o el historial de navegación por Internet.
Estas organizaciones están preparadas para recomendarle centros de ayuda local, tratamientos para el trauma, el estrés y la depresión, además de sugerirle programas de vivienda y cuidado de niños".
La violencia doméstica o familiar sucede cuando una persona utiliza un comportamiento abusivo para controlar a una pareja u otro familiar. El maltrato puede ser físico, emocional, económico o sexual. Puede afectar a personas de cualquier edad, sexo, cultura o clase. La violencia doméstica es un delito y puede incluir cualquiera de estos comportamientos:
• Abuso físico, incluso golpes, patadas, mordidas, cachetadas, estrangulamiento o ataque con un arma.
• Abuso sexual, forzar a alguien a tener cualquier tipo de actividad sexual que no desee tener.
• Abuso emocional, incluso insultos, humillación, amenazas a la persona o a su familia o no dejar a la persona ver a familiares o amigos.
• Abuso económico, como controlar el acceso al dinero o a cuentas bancaria.