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Hacerse el difícil sería la clave para la conquista

Investigadores de la Universidad de Virginia y de Harvard encontraron que cuando las mujeres universitarias veían por primera vez los perfiles de Facebook de cuatro supuestos estudiantes universitarios de sexo masculino, le atraían más los hombres de los que no sabían si gustaban de ellas que los que habían confesado un interés.

"La suposición general es que el desafío tiene algo que aumenta la atracción", apuntó la autora del estudio, Erin Whitchurch, que llevó a cabo la investigación mientras era estudiante de postgrado del departamento de psicología de la Universidad de Virginia. "Sin embargo, atribuyó el efecto a pensar más sobre la persona".

Hacerse el difícil sería la clave para la conquista

Puntos clave

"Investigaciones anteriores han demostrado que la incertidumbre aumenta los pensamientos sobre la situación incierta", explicó Whitchurch. "Por ejemplo, piense en lo difícil que es no pensar sobre los resultados de un examen médico cuando los está esperando. En el caso de la incertidumbre sobre la atracción, la gente piensa en alguien, pero en lugar de reconocer que se debe a la incertidumbre, suponen que se debe a que sienten atracción por la persona", planteó.

Cómo fue la investigación

Para el estudio, Whitchurch y colegas reclutaron a 47 estudiantes universitarias de la Universidad de Virginia para participar en un estudio sobre la eficacia de Facebook como sitio web de citas en línea. A cada participante se le dijo que varios estudiantes de sexo masculino de dos universidades participantes habían visto su perfil, además de los de unas veinte estudiantes universitarias más, y habían calificado el grado en que pensaban que podían llevarse bien con cada mujer si la conocían mejor.

Tras dividir las participantes al azar en tres grupos, los investigadores mostraron a cada mujer cuatro perfiles ficticios de Facebook que mostraban a estudiantes universitarios agradables y atractivos de sexo masculino. A las mujeres del primer grupo se les dijo que estaban viendo los perfiles de los hombres a quienes más atraían. En el segundo grupo, a cada mujer se le dijo que los cuatro hombres que veían le habían dado calificaciones promedio. Al tercer grupo de mujeres se les dijo que verían los perfiles de hombres de quienes no sabían cuánto los atraían.

Para determinar qué tanto atraían los hombres a las mujeres, los investigadores pidieron a las mujeres calificar cada hombre según varios criterios, que incluían qué tanto les gustaba, qué tanto deseaban trabajar con él en un proyecto de clases, y qué tan interesadas estaban en él como novio potencial. También se les pidió que calificaran con qué frecuencia habían pensado sobre cada hombre durante los quince minutos anteriores.

Como se esperaba, las mujeres del primer grupo se sentían más atraídas a los hombres que las del segundo, lo que confirma lo que los psicólogos sociales llaman el "principio de la reciprocidad", o sea, la gente tiende a sentir atracción por aquellas personas que también les encuentran atrayentes. Pero las mujeres del tercer grupo, a quienes no se informó qué tanto atraían a los hombres, se sentían aún más atraídas a ellos. Además, las mujeres del tercer grupo refirieron pensar sobre los hombres con mayor frecuencia, seguidas por las del segundo grupo, y luego las del primero.

En el estudio, los autores señalaron que "no hay una fórmula sencilla que la gente pueda usar para atraer a alguien". Sin embargo, según la investigación, añadieron que cuando la gente se conoce al principio, "tal vez el popular consejo de las citas es correcto. No dejar a las personas ver cuánto nos gustan suscitará su interés".

Los resultados interesaron a otro experto, que no participó en el estudio.

"Estos hallazgos proveen una salvedad importante a la conclusión de que nos interesan románticamente las personas que muestran el mismo interés por nosotros", apuntó Eli J. Finkel, profesor asociado de psicología social de la Universidad de Northwestern en Evanston, Illinois. "Los resultados sugieren que aunque el efecto de reciprocidad es potente, la seducción de la deliciosa incertidumbre podría serlo aún más".

¿Y a los hombres les pasa lo mismo?

Finkel apuntó que una limitación clave del estudio es que los autores sólo estudiaron mujeres. Whitchurch concurrió, pero añadió que los resultados en los hombres probablemente serían los mismos porque "el proceso subyacente que aumenta la atracción es el mayor pensamiento sobre el objetivo, y aunque las personas tal vez supongan que los hombres y las mujeres llegan a la atracción y a las relaciones desde ángulos distintos, no creo que los procesos básicos de pensamiento difieran".

Whitchurch comentó que decidió estudiar el efecto de la incertidumbre sobre la atracción romántica hace varios años, tras leer un artículo en una revista femenina que afirmaba que los hombres prefieren a las mujeres que se muestran honestas sobre la atracción. "Me pregunté si era verdad o si 'seguir el juego' tenía su punto", señaló.

Los hallazgos aparecen en la edición de febrero de la revista Psychological Science.

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