Un simple pero mortífero veneno, que se extrae de una planta llamada ricino, ha protagonizado crímenes misteriosos como el de Georgi Markov en 1978, el disidente búlgaro al que le dispararon un perdigón cargado de ricina. También ha sido señalada como arma en la guerra Irán-Irak en la década del 80, y se dijo que había ricina en las cuevas de Al-Qaeda en Afganistán.
En 2003, hubo varios incidentes relacionados a la sustancia letal: se produjeron arrestos en Reino Unido y España a grupos que estaban produciendo ricina para realizar ataques.
Puntos clave
En ese mismo año, una carta con ricina fue interceptada antes que llegara al Senado, era para Bill Frist.
Su nivel de peligrosidad es tan alto que un adulto puede morir si ingiere sólo un miligramo de ricina, por eso se dice que es una de las toxinas más venenosas que existen. Si es inhalada o inyectada, la dosis letal es de apenas 500 microgramos, es decir, lo que cabe en la cabeza de un alfiler.
Sembrar terror psicológico
Las cartas con ricina, como las enviadas al presidente Obama y a un senador EE.UU, pueden ser fatales, pero en realidad están más destinados a perturbar que a dar un golpe letal, según declaran los expertos a abcnews. A nivel práctico, es muy difícil de administrar una dosis mortal, dicen.
John Clements, director del departamento de microbiología e inmunología la Universidad de Tulane, dijo que existe un sistema muy sólido de chequeo del correo por parte de la oficina postal, y que las figuras políticas rara vez abren su propio correo, por lo tanto, es poco probable que los sobres envenenados pueden alcanzar los objetivos previstos.
Otros venenos letales
A diferencia del Ántrax, que consiste en virus para producir una enfermedad como la gripe, Clements señaló que la ricina es un compuesto simple de preparar en pequeñas cantidades. Sin embargo, afirmó que quien fabrica la poción, también corre un gran riesgo de envenenarse.
En la lista de los venenos más letales figuran: la toxina botulínica, conocida y utilizada en estética como bótox. Al ingerirla, el sistema nervioso falla completamente y causa dolores terribles y la muerte.
El Ántrax provoca gripe incurable y luego la muerte por el colapso de todo el sistema nervioso.
Otro veneno poderoso es el cianuro, que provoca paro cardíaco, y hay dos pesticidas que también son fatales: el sarín, que causa la muerte inmediata y la estricnina, provoca la muerte por agotamiento de los músculos, después de graves espasmos.
Y los vapores del mercurio también son fatales: al inhalarlo, sus gases atacan al cerebro y destruyen el sistema nervioso y los pulmones.