Una droga prescripta para tratar síntomas del mal de Parkinson le desencadenó una serie de orgasmos espontáneos a una mujer de 42 años. La misma manifestó haber consumido durante 10 días un medicamento con rasagiline, droga habitualmente recetada a enfermos de Parkinson, y a la semana empezó a sentir excitación y un marcado aumento de su libido. Al notar que se le producían entre 3 y 5 orgasmos al día, de 20 segundos de duración, la mujer decidió hacer una consulta en el hospital.
El caso fue informado por el equipo que la asistió, que integra el Departamento de Neurología de la Universidad Erbakan en Konya, Turquía. En un informe, los expertos revelaron que es la primera vez que saben de un efecto adverso de este tipo, ya que las reacciones típicas más comunes por el consumo de la droga en cuestión son síntomas febriles, dolores articulares, depresión y problemas gástricos.
En el informe del equipo médico de la universidad se dejó asentado: "Se reporta un paciente con enfermedad de Parkinson incipiente, quien empezó a sentir orgasmos espontáneos al tomar rasagiline, los cuales encontró inoportunos ya que no tuvieron lugar en el marco de un comportamiento sexual.”
La mujer suspendió la medicación por dos semanas, pero los orgasmos reaparecieron tan pronto como la retomó. Según se informó, en ese momento no estaba tomando otros medicamentos que pudieran haber incidido en estos resultados. Los investigadores no están seguros del origen de esta reacción, aunque suponen que puede haber sido disparada por un aumento de la concentración de dopamina, algo habitual cuando se consume rasagiline.
La dopamina es el neurotransmisor del cerebro que ayuda a regular los sentimientos de placer, y está demostrado que en el mal de Parkinson hay una merma en las neuronas que segregan la dopamina. La reacción de esta mujer no es nueva: hay informes anteriores que describen casos de eyaculación espontánea en hombres que habían consumido esta droga.
Barry Komisaruk, un distinguido profesor de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, dijo que también hay antidepresivos que activan la dopamina y pueden inducir algún tipo de respuesta sexual. Y según informó el experto a Live Science, ya se sabía sobre la incidencia de la dopamina en los orgasmos, donde los investigadores notaron un aumento del deseo sexual en enfermos que habían consumido L-DOPA, otra droga inductora de la dopamina usada en tratamientos contra la enfermedad de Parkinson. El caso de esta pacientes será publicado en el journal Enfermedad de Parkinson y Problemas Relacionados.
La noticia llega esta semana, en la que se celebra el día internacional del orgasmo, precisamente el 8 de agosto. La iniciativa surgió de Arimateio Dantas, concejal del pueblo brasileño de Esperantina, y si bien en un principio fue fijada el 9 de mayo, fue cambiada al 8 de agosto y ya es idea expandida y promovida en EE.UU.
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