El cuerpo: un todo
Al ser estimuladas estas zonas en la mujer, activan áreas del cerebro que unidas con los estímulos táctiles, auditivos, visuales, permitirán la experimentación del placer máximo sexual, es decir el orgasmo, definido como la contracción muscular y relajación placentera.
Las zonas con más inervación nerviosa y tejido eréctil en la mujer son el clítoris, y los pezones, aunque también cualquier parte sensible del órgano de la piel puede ser estimulado para producir placer: abdomen, senos, cuello, lóbulo de la oreja, el ano en especial es una zona también altamente sensible, que su estimulación también produce placer sexual, es de ahí que algunas mujeres prefieran la penetración anal.
Puntos clave
- La piel es una zona erógena por naturaleza, todo el cuerpo de la mujer puede ser estimulado.
- El clítoris como la glande en el hombre al ser estimulados, se erecta, ya que tiene vasos sanguíneos que estimulan la zona y aumentan el flujo sanguíneo al ser estimuladas.
- Cuando una mujer es atraída hacia el sexo opuesto, el verdadero órgano sexual es el cerebro, ya que todos los estímulos en conjunto crean una serie de estímulos activando neurotransmisores y hormonas.
Diez mitos sobre el orgasmo que no te dejan disfrutar.
El clítoris como la glande en el hombre al ser estimulados, se erecta, ya que tiene vasos sanguíneos que estimulan la zona y aumentan el flujo sanguíneo al ser estimuladas, cuando el clítoris es estimulado inmediatamente hay una secreción de las glándulas de Bartolini, que producen el líquido lubricante que permitirá el correcto deslizamiento del pene en la vagina, causando placer, y no dolor (Existe una enfermedad, en la que la secreción de estas glándulas esta disminuida y al no estar lubricada la zona se produce dolor conocido como dispareunia).
Secretos y verdades de la sexualidad femenina
Cuando una mujer es atraída hacia el sexo opuesto, el verdadero órgano sexual es el cerebro, ya que todos los estímulos en conjunto crean una serie de estímulos activando neurotransmisores, aumentando la serotonina, la dopamina y las hormonas, una cascada de eventos llevan hacia el fin del clímax sexual, el orgasmo.
La piel, un órgano sexual
La piel, es un órgano sexual en su totalidad y cada mujer debe encontrar los puntos que más placer se da, para esto puede ser usada la imaginación para estimular el cuello, ombligo, espalda, interior de los muslos y hasta los dedos de los pies, las sensaciones táctiles suaves, objetos que brindan placer, y explorar cada centímetro de la piel, permitirá conocer en especial en cada mujer cuales son las zonas que le producen mayor satisfacción.
En caso de sequedad vaginal se pueden utilizar lubricantes a base de agua, y estimular de una mejor manera el clítoris y las paredes internas de la vagina, así como los labios menores, que presentan también una gran inervación nerviosa.
Las zonas erógenas, pueden ser estimuladas usando las manos, los dedos, los labios, y la lengua (aunque en algunas culturas esto se considera Tabú) pero en el área sexual y de estimulación de zonas erógenas todo es válido no hay reglas que impidan nada, más que las que la propia mujer decida en su cuerpo.
La prevención también cuenta
El miembro varonil, también es utilizado para estimular zonas erógenas, como pueden ser los pechos, la vagina y aun la boca, siempre es recomendable que al realizar cualquier estimulación de alguna zona erógena se utilicen medidas precautorias para evitar enfermedades de transmisión sexual, el uso de condón es muy recomendable, y en la actualidad los desarrollan para que la mujer y el hombre nos e vean limitados en perdida de placer, por el uso de los mismos.
Se ha preguntado si es recomendable el uso de guantes desechables al estimular el clítoris vagina y ano, la respuesta profesional es que si, ya que el tejido de la vagina y ano son muy delicados y pueden sangrar con facilidad.
En conclusión la salud sexual es muy importante para el pleno desarrollo de nuestro vivir. Por lo que el experimentar y permitirse conocer las sensaciones del organismo brindará que la pareja no caiga en actos rutinarios y pueda favorecer una mejor relación de pareja y una comunicación sexual adecuada, sana y placentera.