Medicaid es el programa federal gerenciado por los estados que, junto con el Programa de Seguro Médico Infantil (CHIP), brinda cobertura de salud a más de 72.5 millones de estadounidenses, incluidos niños, mujeres embarazadas, padres, personas mayores e individuos con discapacidades.
Este programa es la principal fuente de cobertura de salud del país. El 30% de los beneficiarios adultos de Medicaid son latinos, aunque el porcentaje varía dependiendo del estado.
Un informe de Unidos US de 2017 mostró que el 36% de los niños que tienen CHIP son latinos.
Para participar en Medicaid, la ley federal requiere que los estados cubran a ciertos grupos de personas de manera mandatoria. Las familias de bajos ingresos, las mujeres embarazadas y los niños que califican, así como las personas que reciben Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI) son ejemplos de grupos que son elegibles.
El SSI es un dinero en efectivo que provee el Seguro Social a individuos que tienen discapacidades, como personas ciegas, adultos mayores y otros que no tienen los recursos para obtener alimentos y vivienda por sí mismos.
Medicaid cubre un amplio espectro de servicios, desde médicos y hospitalarios, hasta de vacunas y cuidado materno infantil.
Los estados tienen opciones adicionales de cobertura y pueden optar por cubrir a otros grupos, como las personas que reciben servicios de salud en el hogar y en los centros comunitarios, o niños en hogares de cuidado temporal.
En 2010, la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, popularmente conocida como Obamacare) creó la oportunidad para que los estados expandieran la cobertura de Medicaid para cubrir a casi todos los estadounidenses de bajos ingresos menores de 65 años. Esto significó que personas que tenían un salario un poco más alto que lo que establecía el requisito de elegibilidad ahora podían calificar.
La mayoría de los estados han optado por ampliar la cobertura a los adultos, y aquellos que aún no han expandido Medicaid pueden decidir hacerlo en cualquier momento.
Según un informe de la Kaiser Family Foundation, desde enero de 2019, 49 estados cubren a niños en familias con ingresos de al menos el 200% del nivel federal de pobreza (lo que equivale a $42,660 por año para una familia de tres) a través de Medicaid y CHIP.
También desde enero de 2019, 32 estados cubren a padres y otros adultos con ingresos de hasta 138% FPL ($29,435 por año para una familia de tres y $17,236 por año para una persona) bajo la expansión de Medicaid, indica la misma fuente.
Aunque la cobertura de salud se amplió a más de 70 millones de personas desde que entró en vigencia ACA, los hispanos todavía son uno de los grupos más vulnerables a la hora del acceso a la atención médica.
La inscripción para Medicaid y CHIP se puede realizar en cualquier momento del año. Es muy importante que busques información sobre Medicaid en tu estado, porque quizás antes no calificabas pero ahora, con las nuevas reglas de ingresos, eres elegible.
Inmigrantes y Medicaid
Todos los ciudadanos, nacidos en el país o naturalizados, tienen derecho a tener Medicaid o CHIP, por supuesto, si cumplen con los requisitos de elegibilidad.
Los inmigrantes a los que se define como “no ciudadanos calificados” generalmente también son elegibles para estas coberturas, si cumplen con las normas de ingresos y residencia de su estado.
Para obtener cobertura de Medicaid y CHIP, muchos "no ciudadanos calificados" (como las personas con green card) tienen un período de espera de 5 años. Esto significa que deben esperar 5 años después de recibir el estatus de inmigrante "calificado" antes de poder obtener cobertura de Medicaid y CHIP. Sin embargo, los estados tienen el poder para reducir ese tiempo de espera o simplemente eliminarlo.
El término "no ciudadano calificado" incluye:
- Residentes permanentes
- Personas con status de asilo
- Refugiados
- Cubanos
- Personas en libertad condicional por al menos un año
- Personas que hayan entrado al país de manera condicional antes de 1980
- No ciudadanos víctimas de violencia doméstica
- Personas que estén tramitando sus visas por ser víctimas de tráfico humano
- Una persona que enfrente la deportación a la que se le haya concedido un período de gracia.
- Miembro de una tribu india reconocida a nivel federal o indio americano nacido en Canadá
Es importante saber que los inmigrantes indocumentados no tienen derecho a participar de estos programas, sin embargo, algunos estados han avanzado con iniciativas locales para cubrirlos.
Por ejemplo, California cubre a los menores de edad sin papeles a través de Medi-Cal, la versión estatal de Medicaid (unos 250,000 niños y adolescentes), y está debatiendo en la Legislatura la posibilidad de cubrir también a los adultos sin papeles.
En las familias con estatus migratorio mixto es importante que los padres sepan que sus hijos nacidos en los Estados Unidos pueden beneficiarse de Medicaid o de CHIP, si la familia cumple con los requisitos de elegibilidad.
En los últimos tiempos, muchas familias no han aprovechado estos servicios que algunos miembros del hogar pueden recibir por derecho, por temor a que sus datos se compartan con autoridades de migración.
Este temor se acrecentó en 2018, cuando la administración Trump anunció que reforzaría una norma conocida como "carga pública", por la que las personas que están aplicando para tener su residencia permanente o su ciudadanía podrían ver afectado el proceso si recibieron en el pasado beneficios del gobierno.
Sin embargo, el sitio de internet del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) es claro al respecto. Dice: "La solicitud de Medicaid o CHIP, o la obtención de subsidios para los costos de seguro de salud en los mercados de seguros, no hace que alguien sea una 'carga pública'. Esto significa que no afectará sus posibilidades de convertirse en residente legal permanente o ciudadano de los Estados Unidos".
El HHS aclara que hay una excepción. "Las personas que reciben atención a largo plazo en una institución a expensas del gobierno pueden enfrentar barreras para obtener su green card".