Los planes de salud de corto plazo ofrecen cobertura médica por un período de tiempo determinado, habitualmente con una prima (lo que pagas al mes por tener cobertura) mucho más baja que un seguro tradicional.
Estos planes están disponibles en la mayoría de los estados, y son una solución para los individuos y familias saludables que no quieren gastar mucho dinero en sus primas (lo que pagas al mes por tener cobertura de salud).
Sin embargo, en 2019, y por distintas razones, no están disponibles en nueve estados: California, Colorado, Nueva York, Nueva Jersey, Hawaii, Rhode Island, Massachussetts, Vermont y Washington.
La razón es que algunos estados, por ejemplo California, no los permite por ley, y, en otros, las normas que los rigen son tan estrictas que las aseguradoras han decidido no ofrecerlos.
En el resto de los estados, estos planes están disponibles, pero su disponibilidad y extensión varían bastante.
Estos planes no están relacionados con las pólizas que se venden a través de los mercados de salud establecidos por la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), popularmente conocida como Obamacare.
El plan de salud a corto plazo generalmente ofrece un paquete de beneficios más simplificado, incluidos aquellos que una persona saludable necesitaría en caso de enfermedad o accidente, como la cobertura de visitas al médico, hospitalizaciones, radiografías y otros beneficios de tratamientos.
Los planes de salud de corto plazo se pueden adquirir en cualquier momento del año, no hay que esperar la ventana del período abierto de inscripción anual.
Una familia sana puede comprar un plan de salud de corto plazo que entre en vigencia al día siguiente de adquirido.
Y cualquier persona que respire en este país puede adquirirlos, sin importar su estatus migratorio. Esto marca una gran diferencia con respecto al Obamacare.
Estado por estado
La disponibilidad de los planes de salud de corto plazo siempre ha variado de estado a estado. Sin embargo, la regla general hasta la administración Trump era que "de corto plazo" siempre significaba menos de un año. Algunos los establecían por seis meses, tres o 364 días.
La Administración Trump finalizó nuevas regulaciones para revertir las restricciones en los planes a corto plazo. Desde el 2 de octubre de 2018, las reglas federales permiten que los planes a corto plazo tengan plazos iniciales de hasta 364 días, y que se puedan renovar hasta por 36 meses.
Los estados pueden acatar estas normativas o aplicar las propias.
En resumen, las nuevas normas determinan que:
- Los planes de salud de corto plazo se pueden ven por un término inicial de 364 días.
- Pueden renovarse pero en total, no puede superar los 36 meses.
- Debe aclararse al consumidor que estos no son planes que se rigen bajo las mismas reglas de los planes del mercado de seguros establecidos por la Ley de Cuidado de Salud (ACA, popularmente conocida como Obamacare). Y que su terminación no genera un período especial de inscripción para los planes de ACA.