Tener buenas prácticas de higiene dental —cepillarse los dientes al menos dos veces al día y utilizar hilo dental para remover el remanente de alimentos que queda entre los dientes— no solo es bueno para tener dientes blancos y mostrar una bella sonrisa.
Como varias partes del cuerpo humano, la boca contiene bacterias. En la mayoría de los casos se trata de bacterias inofensivas para el organismo. Pero la boca es la puerta de entrada al tracto digestivo y al respiratorio, y si los gérmenes se acumulan de más y pasan a estos sistemas, pueden causar enfermedad.
Justamente el buen cepillado y las propias defensas del sistema inmune protegen al cuerpo de estas bacterias manteniendo una buena convivencia bucal. Pero si los dientes no se cuidan, los niveles de bacteria se elevan y las primeras enfermedades que suelen aparecer son las caries, una decomposición paulatina de la patina del diente que, si no se trata, termina destruyéndolo; y la enfermedad de las encías, periodontitis o enfermedad periodontal.
La saliva también juegan un rol importante en mantener la salud bucal, limpiando la boca de restos de comida y neutralizando los ácidos que producen las bacterias en la cavidad bucal. Tiene propiedades similares a las de la sangre. Entre ellas:
- Proporciona sustancias que combaten enfermedades en toda la boca para ayudar a prevenir las caries y otras infecciones.
- Ayuda a mantener fuerte la dentadura, al proporcionar altos niveles de iones de calcio, fluoruro y fosfato en la superficie del diente.
Ciertos medicamentos como los analgésicos, antidepresivos y antihistamínicos pueden reducir el nivel de saliva en la boca, e, indirectamente, afectar la protección bucal que ofrece.
La pobre salud bucal puede elevar el riesgo de sufrir un abanico de afecciones, entre ellas, las de mayor incidencia son:
Endocarditis. Es una inflamación rara y potencialmente mortal de la membrana dentro de las cámaras y válvulas del corazón. La causan gérmenes que llegan a esa zona desde otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Al llegar al corazón, los gérmenes empiezan a crecer y provocan una infección.
Enfermedad cardiovascular. Aunque los científicos todavía no comprenden completamente la conexión, investigaciones científicas muestran un vínculo entre la mala salud bucal y la enfermedad cardíaca, arterias tapadas y ataques al corazón. Se está investigando la relación entre las bacterias orales, la inflamación y las infecciones.
Neumonía. Se trata de una infección en uno o ambos pulmones. Causa que los alvéolos pulmonares se llenen de líquido o pus. Puede variar de leve a grave, según el tipo de gérmen que causa la infección, la edad de la persona y su estado general de salud. Las bacterias de la boca pueden viajar a los pulmones, provocando ésta y otras infecciones respiratorias.
Complicaciones del embarazo y el parto. Si las bacterias de la boca llegan al torrente sanguíneo pueden alcanzar al feto, lo que aumenta el riesgo de desencadenar un parto prematuro, y afectar el peso del bebé al nacer.
La visita regular al dentista es la mejor forma de evitar no solo la enfermedad bucal, sino otras que pueden ser aún más graves.
Entre los consejos para mantener una dentadura y boca saludables están:
- Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dentífrica con flúor
- Reemplazar el cepillo cada tres meses
- Utilizar hilo dental
- Comer una dieta saludable, y eliminar las bebidas azucaradas y los productos con mucha azúcar
- Ir al dentista de manera regular
- Obtener cobertura dental o un plan de descuento que cubra al menos parte de los gastos.