A causa del cierre parcial de las actividades federales, el Gobierno ha detenido el flujo de fondos para el Programa Suplementario Nutricional para Mujeres, Bebés y Niños (WIC, por sus siglas en inglés), que provee de alimentos y atención a 9 millones de mamás, bebés y niños hasta 5 años que viven bajo el límite de pobreza y dependen de este plan para su alimentación.
Cuatro millones de estas mamás que reciben ayuda para alimentar a sus hijos son hispanas.
Puntos clave
- El WIC es un programa federal que ayuda a 9 millones de más, bebés y niños hasta 5 años.
- De ellos, 4 millones son hispanos.
- En menos de una semana, este programa se quedará sin dinero.
El Departamento de Agricultura, que gerencia este programa federal, informó en un comunicado que con la cancelación del dinero, los estados podrán operar el WIC por una semana, hasta quedarse sin fondos. Y este dinero es de los $125 millones de dólares que ya habían recibido, de los $7 mil millones que se les otorga anualmente.
Y la crisis se profundiza en estados como Utah o Arkansas que, por este súbito recorte, ya no está recibiendo a nuevas mamás, según explicó el reverendo Douglas Greenway, director de la National WIC Association.
'Hay consecuencias de salud cuando las mamás no pueden proveer de alimentos a sus hijos", enfatizó el reverendo Greenway. "Los bebés no recibirán fórmula y las mamás no tendrán apoyo para amamantar", agregó.
"Recibimos las llamadas de miles de mujeres en pánico", contó en un artículo de "Forbes" Margaret Saunders, quien gerencia el programa WIC en Chicago, que atiende a 50,000 mamás.
Saunders considera que el cierre del Gobierno es un insulto a estas poblaciones vulnerables. "Nadie parece darse cuenta de cuántas mujeres embarazadas y bebés de bajos recursos hay en este país", se lamentó Saunders.
"Es un grupo que no tiene una red de seguridad, madres solas, que están tratando de tener un embarazo sano, atención prenatal, bebés alimentados. Y de repente se las abandona", dijo Saunders.
"Mi principal preocupación son los bebés que deben tomar fórmula", contó Judy Fedie, jefa del programa WIC en Wisconsin. "Una lata de fórmula cuesta $15 dólares, las mamás del WIC no lo pueden costear".
Lo paradójico es que este peligroso freno en el suministro de alimentos y atención por el cierre del Gobierno ocurre cuando se está lanzando el nuevo mercado de seguros de salud, que comenzó a operar el 1 de octubre. Este mercado busca captar a personas que nunca estuvieron aseguradas, como seguramente las mamás del WIC, ofreciendo planes médicos accesibles.
La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, promotora de esta fuerte movida por aumentar en 32 millones el número de personas con algún tipo de cobertura médica también promueve la ampliación de la elegibilidad para el Medicaid, el programa federal gerenciado por los estados para asistir a personas de bajos recursos.
De todos los participantes del programa WIC a nivel nacional, los hispanos representan el 39.5% de las mamás; el 38.8% de los bebés, y el 45% de los niños, según un informe del Consejo Nacional de La Raza.
La investigación de La Raza enfatiza que programas como el WIC reduce el hambre y la inseguridad alimentaria que viven millones de mamás hispanas.
Un análisis de Children's Health Watch comparó a los bebés y niños del WIC con otros que son elegibles pero no recibieron atención del programa y las diferencias en el desarrollo son dramáticas: Un bebé que recibe asistencia del WIC tiene 24% más de posibilidades de tener buena salud y lograr un desarrollo normal.
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