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El eterno dilema de dar antibióticos a los niños

Cuando los pequeños tienen dolor de garganta o de oídos, muchas madres tienen la esperanza de que el médico prescriba antibióticos para “cortar por lo sano”. Pero las directivas cada vez más firmes, van el sentido contrario.

Los pediatras deben evaluar cuidadosamente a los niños con infecciones de oído, secresión nasal y dolor de garganta antes de darles los antibióticos, dijeron los expertos médicos una vez más.

El eterno dilema de dar antibióticos a los niños
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • La resistencia a los antibióticos es un fenómeno de preocupación mundial
  • Se produce por el exceso o mal uso de antibióticos
  • La Asociación Americana de Pediatría vuleve a tratar este tema para evitar los excesos

Los antibióticos sólo ayudarán a los niños a acortar la enfermedad si sus síntomas son causados por bacterias y no por un virus, dijo el Comité de Enfermedades Infecciosas de la Academia Americana de Pediatría (AAP).

Excederse en el uso de antibióticos es una actitud peligrosa. Los estudios muestran que muchos niños y adultos se automedican con antibióticos para la tos y los resfriados que son causados por virus. Esto incrementa el riesgo de resistencia a los antibióticos, pero no hacen nada por esa enfermedad si es viral.

Los expertos de la AAP señalaron que muchas veces los síntomas de las infecciones respiratorias bacterianas y virales pueden superponerse. Así que los pediatras deben utilizar criterios estrictos para decidir cuándo se justifica recetar antibióticos.

  • ¿Cuándo si y cuándo no?

Los niños que tienen dolor e infecciones graves en ambos oídos, tienen más probabilidades de beneficiarse con las drogas, dijo la AAP. Pero en la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por sí mismos, por lo que se debe poner especial atención.

Cuando los antibióticos se justifican, los médicos del comité recomiendan prescribir amoxicilina para niños con infecciones de oído y sinusitis.

En cuanto a la congestión nasal y la tos, los antibióticos se deben recetar cuando los síntomas son severos, cuando existen desde hace mucho tiempo o si están empeorando.

Cuando los niños tienen dolor de garganta, los pediatras deben recetar antibióticos sólo a los que tienen ciertos síntomas como inflamación en los ganglios linfáticos o en las amígdalas y fiebre, síntomas de la faringitis estreptocócica. En este caso, la amoxicilina o la penicilina es la mejor apuesta, afirma la AAP.

  • Consejos para padres

Jeffrey Linder, del Brigham and Women's Hospital en Boston, dijo a Reuters Health que algo muy valioso es que los médicos eduquen a los padres sobre cuando ellos no tienen que venir al consultorio. "Para los resfríos y otros virus, incluso aquellos que duran mucho tiempo, no hay nada que los médicos puedan hacer, salvo decirles que esperen", declaró.

El rol de los padres en el exceso de antibióticos es clave: además de no dárselos sin la receta del pediatra, deben asegurarse de que éstos tampoco lo hagan innecesariamente. “Los padres también deben asegurarse de que sus niños no reciban antibióticos innecesariamente" dijo Theoklis Zaoutis, de la AAP. Y agregó que deben preguntarles sin son necesarios y cuáles son los riesgos y beneficios de hacerlo.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés) cerca de 2 millones de estadounidenses se infectan con bacterias resistentes a los antibióticos cada año y 23,000 mueren como resultado de eso. Cualquier uso de antibióticos -apropiado o no- contribuye al riesgo de desarrollar resistencia hacia éstos.

Si no tienes seguro y estás preocupado por tu niño, seguramente puedas registrarlo en el Programa de Seguro para Niños (CHIP, por sus siglas en inglés). Puedes buscar información en el mercado de seguros de salud de tu estado.

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