Los niveles de testosterona pueden elevarse por diferentes razones, pero también hay hombres que la consumen para gozar de sus aparentes beneficios en la salud. Luego de revisar evidencias recientes, te contamos qué es lo que puede pasar en tu cuerpo cuando hay exceso de esta hormona.
La testosterona es la encargada de regular muchas funciones en el hombre (también en mujeres). Esta hormona se produce, principalmente, en los testículos y ayuda a mantener la densidad ósea, la distribución de la grasa, la fuerza y masa muscular, el vello corporal y facial, la producción de glóbulos rojos, el deseo sexual y la producción de esperma, entre otras funciones.
Aunque parezca contradictorio, cuando los niveles de testosterona son demasiado altos, se puede presentar un recuento bajo de espermatozoides, reducción de los testículos e impotencia. Y hay otros síntomas que van más allá de la sexualidad como enfermedad del hígado, acné, retención de líquidos con hinchazón de piernas y pies, aumento de peso y del apetito, dolores de cabeza, insomnio y cambios de conducta (mayor agresividad) y de humor (euforia, irritabilidad), explican en la Biblioteca de Salud de Estados Unidos.
La testosterona alta puede ser consecuencia de que la hipófisis no esté funcionando adecuadamente o de algún problemas en las zonas del cerebro que la regulan. También puede ser causada por una enfermedad crónica, una afección en los testículos (traumatismo, infección), obesidad o un tumor benigno en el cerebro.
Para mantener los niveles de testosterona equilibrados, antes que nada, se debe determinar la causa para atenderla y recibir la la terapia adecuada, pero según un informe de la Escuela de Medicina de Harvard, es difícil determinar cuáles son los valores normales. Es cierto que para verificar los niveles solo se necesita hacer exámenes de sangre; las complicaciones pueden venir a la hora de interpretar los resultados, pues estos niveles varían a lo largo del día.
Pocos beneficios, grandes riesgos
Una situación, que cada vez es más común, es que hay hombres que deciden usar testosterona, sea como suplementos o geles, para disfrutar de sus supuestos beneficios, como el rejuvenecimiento, el incremento de masa muscular o el aumento de la libido. Las ventas de la hormona se multiplicaron por 12 en todo el mundo entre 2000 y 2011, sin embargo, las evidencias indican que, en realidad, estos beneficios no son tantos como se cree.
Un estudio publicado en JAMA describió que el impulso sexual se incrementó en hombres que tenían niveles bajos de la hormona a niveles normales, pero en quienes tenían niveles normales no hubo diferencias significativas. Además, mientras más testosterona consuma un hombre, más grande será su musculatura, pero los suplementos no ayudan a los de edad avanzada a caminar más o a levantarse con mayor agilidad cuando están sentados.
En New England Journal of Medicine se publicó una investigación que analizó los efectos de la testosterona en gel. Encontraron que los participantes que la tomaron por una disminución en su capacidad sexual tuvieron un aumento moderado de erecciones, (pero medicamentos como Viagra o Cialis son más eficaces), mejoró levemente el humor de quienes tenían depresión y no tuvo ningún efecto visible en la vitalidad.
Más allá de los pocos beneficios es que hay efectos adversos. Consumir testosterona en exceso que puede aumentar de forma drástica el riesgo de insuficiencia cardiaca y de coágulos que provocan accidentes cerebrovasculares en los hombres. Tal afirmación proviene de un estudio reciente desarrollado por expertos internacionales e involucra a hombres con predisposición genética a tener niveles altos y a aquellos que la toman como complemento para mejorar sus niveles de energía y su libido.
"Este estudio sirve como una gran señal roja de pare, una advertencia de que unos niveles más altos de testosterona en circulación pueden conducir a un aumento en los eventos cardiovasculares, todos los cuales están asociados con un aumento en el riesgo de muerte", explicó Guy Mintz, especialista del Hospital Cardiaco Sandra Atlas Bass de Northwell Health, en Nueva York, quien participó en la investigación.
Sea cual sea tu edad, no debes tomar a la ligera el consumo de testosterona. Antes de iniciar cualquier terapia con la hormona, es necesario que consultes con tu médico.
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