Debido a que los signos y síntomas que provoca la enfermedad celíaca pueden confundirse fácilmente con otras afecciones, se la suele conocer como la "enfermedad de muchas caras".
Los especialistas creen que esto se debe al escaso conocimiento sobre esta condición, motivo por el cual la mayoría de las personas que la padecen nunca llegan a recibir un diagnóstico. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta reacción desde su etapa temprana.
La enfermedad celíaca, también conocida como Esprúe o Enteropatía sensible al gluten, es un trastorno digestivo que produce daños en el revestimiento del intestino delgado.
Esto es provocado por el consumo de alimentos que contienen gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, cebada, centeno, en algunos casos avena, y en alimentos elaborados con estos ingredientes.
La dieta no es el único aspecto en el que deben cuidarse quiénes padecen este trastorno, ya que el gluten también puede estar en suplementos alimenticios y vitaminas, dentífricos, bálsamos para labios, labiales, productos para el cabello y la piel, y, ocasionalmente, en medicamentos.
Otro característica de esta condición es que se creía que solo la padecían niños, aunque actualmente se sabe que puede aparecer en cualquier edad y afecta entre 1 y 2% de la población mundial.
Además de la enfermedad celíaca, existen dos tipos de trastornos relacionados con el gluten: la alergia al trigo y sensibilidad al gluten no celíaca.
Impacto en niños y adolescentes
Actualmente se desconoce qué causa la enfermedad celíaca, aunque la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) señala que entre 35 y 40 % de las personas son portadoras de uno o ambos genes celíacos, llamados HLA-DQ2 y DQ8.
Este grupo se considera "en riesgo" de celiaquía, aunque solo un pequeño porcentaje contraerá la enfermedad.
Además, los niños con ciertas afecciones o síndromes pueden correr mayor riesgo de tener enfermedad celíaca, destacándose:
- Deficiencia selectiva de IgA.
- Diabetes tipo 1.
- Síndrome de Down.
- Síndrome de Turner.
- Síndrome de Williams.
- Tiroiditis autoinmune.
Los síntomas de la enfermedad celíaca varían según la edad. Los niños pequeños pueden experimentar problemas de crecimiento, diarrea o flatulencias, mientras que los más grandes o adolescentes pueden experimentar dolor abdominal, vómitos y estreñimiento.
Otras señales son los sarpullidos, anemia por deficiencia de hierro que no responde a los suplementos, pruebas de función hepática elevadas y problemas óseos (osteoporosis).
Los médicos pueden realizar diferentes pruebas para saber si se padece enfermedad celíaca, como de densidad ósea, colesterol, conteo sanguíneo, nivel de folato, hierro, vitamina D, B12 o fertilidad.
La enfermedad celíaca no tiene cura y la única manera de que los síntomas desaparezcan y la vellosidad intestinal sane, es mediante un dieta libre de gluten de por vida.
Esto puede resultar difícil de aceptar para muchos niños y adolescentes, ya que deberán idear una dieta por fuera de los alimentos tradicionales.
Sin embargo, con el tiempo y enseñando a las personas que los rodean que implica tener enfermedad celíaca, la tarea de encontrar una alimentación adecuada se volverá más sencilla.
En muchos casos, los niños pueden consumir gluten accidentalmente, informa KidsHealth. Esto no tiene porque representar un problema, ya que, aunque una pequeña ingesta puede causar una inflamación en el intestino, probablemente no ocasionará síntomas inmediatamente.
Normalmente, el tejido que recubre el intestino delgado se regenera completamente en tres o cuatro días, por lo que, después de un pequeño incidente, las células dañadas serán reemplazadas por otras nuevas.
Qué comer
Los alimentos como carne, pescado, frutas, vegetales, arroz y patatas, sin aditivos ni condimentos, no contienen gluten y son parte de una dieta balanceada.
Se puede comer pan, pasta y otros alimentos libres de gluten que ahora son más fáciles de encontrar en las tiendas. También se puede comer papa, arroz, soya, amaranto, quinua, trigo sarraceno o harina de frijol en lugar de harina de trigo.
Al momento de hacer las compras, los profesionales recomiendan leer las etiquetas de los alimentos, especialmente aquellos en conserva, congelados y procesados, para descartar que contengan gluten.
También se puede preguntar en restaurantes o al anfitrión de una cena o fiesta si hay disponible un menú libre de gluten.
En el caso de las escuelas, se encuentran ligadas por ley a ofrecer opciones para niños celíacos durante los almuerzos si sus necesidades están respaldadas por una declaración firmada por un médico licenciado.
Fuentes consultadas: Academia Estadounidense de Pediatría, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales.