El miércoles 29 de mayo, el Sharp Mary Birch Hospital for Women & Newborns de San Diego, en EE.UU. anunció que fue dado de alta de sus instalaciones el bebé más pequeño que sobrevive en el mundo, que al nacer pesaba solo 8,6 onzas (245 gr).
“Estamos orgullosos de anunciar el nacimiento del bebé más pequeño del mundo en sobrevivir. Pesando sólo 8.6 onzas, Saybie nació a las 23 semanas y 3 días de gestación en nuestro hospital en diciembre de 2018. Después de una estancia de casi 5 meses en nuestra Unidad Neonatal de Cuidados Intensivos, fue enviada a su hogar como una niña saludable de 5 libras (2,267 kg). La atención médica excepcional, el amor y el apoyo extraordinario le ayudaron a sobrevivir” dice el comunicado del hospital.
El hospital mencionado es reconocido como uno de los mejores del mundo en el cuidado de bebés prematuros, lo que le dio a Saybie una oportunidad excepcional para sobrevivir.
Baby Saybie, el nombre utilizado por su equipo de atención médica, es el recién nacido más pequeño del mundo, según el Tiniest Babies Registry que se lleva en la Universidad de Iowa.
La niña pesaba 7 gramos menos que el recién nacido sobreviviente anterior más pequeño, que nació en Alemania en 2015, según el hospital.
"Era pequeña y frágil, y podía caber en la palma de las manos del equipo de atención", dijeron los médicos del hospital.
Problemas de salud de los bebés muy prematuros
La madre de la pequeña fue sometida a una cesárea de emergencia porque Saybie no estaba aumentando de peso y la vida de ella estaba en riesgo. La consideraron una micro-prematura, así se llama a un bebé nacido antes de las 28 semanas. Ese tipo de nacimiento implica una serie de desafíos médicos que amenazan la vida, explicaron los médicos.
Debido a que los bebés prematuros nacen antes de estar físicamente listos para dejar el vientre materno, a menudo tienen problemas de salud. Estos recién nacidos tienen altos índices de discapacidades como parálisis cerebral y su vida corre un alto riesgo, explica la Academia Americana de Pediatría (AAP).
Algunos de esos problemas son: síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDRN), enfermedad pulmonar crónica/apnea y bradicardia, retinopatía del prematuro, ictericia, anemia y soplos cardíacos.
Pero Saybie no experimentó ninguno de estos problemas y tras su estancia en el hospital, ahora está lista para iniciar una vida familiar bajo ciertos cuidados especiales que deben tener los bebés que nacen en estas condiciones, hasta que cumplan los 2 años de edad.
El hospital comunicó que la familia dio permiso para compartir la historia de Saybie, pero desea permanecer en el anonimato.
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