Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron un comunicado en el que instan a las personas mayores de 50 años, a vacunarse contra el Herpes Zóster, más conocido como culebrilla. Ésta es la mejor defensa contra una condición dolorosa que es más común entre los adultos mayores.
Las personas de este grupo de edad, incluso las que están sanas, deben obtener una nueva vacuna contra el Herpes zóster que se vende con el nombre de Shingrix, según los CDC.
Las recomendaciones de la vacuna de los CDC incluyen dos nuevos cambios. Por un lado, ahora se aconseja la vacuna a partir de los 50 años en adelante y no desde los 60 años como antes, y por el otro, afirman que Shingrix es la mejor opción para protegerse de la culebrilla o Herpes Zóster en ese rango de edad.
Zostavax está aprobada por la FDA para personas de 50 años o más. Sin embargo, los CDC no recomiendan el uso habitual de esta vacuna en personas de 50 a 59 años. La agencia federal todavía recomienda Zostavax como un tratamiento efectivo para el herpes zóster, pero afirma que Shingrix es la mejor opción para las personas menores de 60 años.
La nueva recomendación de vacunación contra el herpes zóster fue fuertemente apoyada por el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC.
¿Qué complicaciones tiene la culebrilla?
Casi 1 de cada 3 personas en Estados Unidos contraerá la culebrilla en algún momento de su vida. El riesgo de contraerla aumenta a medida que la persona envejece.
La culebrilla, también llamada herpes zóster, causa un doloroso sarpullido con ampollas que puede durar de 2 a 4 semanas. En algunas personas el dolor puede prolongarse por meses o incluso años después de que el sarpullido desaparece. Esto se llama neuralgia posherpética o NPH y es la complicación más común de la culebrilla.
El dolor provocado por la culebrilla se ha descrito como insoportable, persistente, ardiente, punzante y como de descarga eléctrica. Se ha comparado con el dolor de parto o el de cálculos renales. El dolor de la culebrilla también puede causar depresión, ansiedad, dificultad para concentrarse, pérdida del apetito y de peso.
La culebrilla puede interferir con las actividades de la vida diaria como vestirse, bañarse, comer, cocinar, salir de compras y viajar. También puede ocasionar complicaciones en los ojos que pueden causar pérdida de la visión, informan los CDC.