Apenas el pasado mes de junio, la actriz, modelo y rockera argentina Sabrina Sabrok había confesado ser bipolar, un trastorno maníaco depresivo; sin embargo, ahora ella confiesa no tener sólo dos personalidades, sino hasta más.
Puntos clave
“Yo creo que soy multipolar. Tengo muchas personalidades de repente me pueden ver muy tranquila, de repente muy activa, otro día más loca, otro día más "fresa" y así, muchas cosas. Es increíble, yo a veces digo: ‘¿quien soy ahora’?”, cuestionó.
Aunque para la artista, este problema no le representa algo preocupante, en realidad el trastorno bipolar es una enfermedad grave del cerebro.
El trastorno bipolar, según explica el Instituto Nacional de Salud Mental, no es lo mismo que los altibajos normales que experimentan todos los niños. Los síntomas bipolares son más potentes.
La enfermedad puede hacer que a un niño le resulte difícil desempeñarse bien en la escuela o llevarse bien con sus amigos y familiares. La enfermedad también puede ser peligrosa, ya que algunos jóvenes y adultos que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
Cualquier persona puede desarrollar el trastorno bipolar, incluso niños y adolescentes, pero por lo regular, esta enfermedad comienza en las últimas etapas de la adolescencia o a principios de la adultez y puede durar toda la vida.
Varias investigaciones han tratado de demostrar qué es lo que causa este trastorno y se ha encontrado que tanto los genes, anormalidades en la estructura y función del cerebro, así como los trastornos de ansiedad pueden ocasionar esta afección.
La causas no siempre son claras, puesto que los científicos continúan estudiando la enfermedad para obtener más información sobre las posibles causas y los factores de riesgo.
Una persona, como Sabrina, puede experimentar “episodios anímicos”, es decir, cambios de estados de ánimo bipolares. Estos episodios pueden manifestarse de manera maníaca, depresiva o mixta, esta última incluye ambos estados.
Los episodios anímicos pueden durar de una a dos semanas o a veces más tiempo. Las personas que sufren un episodio maniaco-depresivo pueden sentirse muy felices o hacer tonterías de una manera inusual, y de repente sentirse muy tristes.
Además, experimentan problemas para dormir, mantenerse concentrados, sentirse culpables, tener poca energía e incluso, pueden pensar en el suicidio.
Si este problema se presenta en los jóvenes puede derivar en varias situaciones como abuso de sustancias, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, trastornos de ansiedad, como ansiedad por separación, así como otras enfermedades mentales como depresión.
Pese a que tener este trastorno requiere de la oportuna atención médica, para Sabrina, no es algo preocupante ya que asegura tener todo bajo control.
“No es que tenga una personalidad psicótica, por ahora no, pero no es algo feo para mi, es algo divertido y me sirve para mi personaje y también tengo mi personaje de lo que es la televisión y todo eso que es como mi alter ego”, manifestó.
Para tratar esta afección se requiere del suministro de medicamentos y de terapia. Existe una gran variedad de fármacos para suministrar, los cuales pueden variar entre niños, adolescentes y adultos, por lo que se requiere que un especialista evalúe el caso del paciente.
Por otro lado, existen diferentes clases de psicoterapia o terapia que podría ayudar a las personas a cambiar su comportamiento y controlar sus actividades diarias. También podría ayudarlos a llevarse mejor con sus familiares y amigos.
Con información del Instituto Nacional de Salud Mental.