La llamada dieta cetogénica, que básicamente reemplaza los carbohidratos por ciertas grasas, fue creada para tratar a los niños con epilepsia que no responden a otros tratamientos. Funcionó muy bien para esos casos, pero en estos últimos años, muchas celebridades como Gwyneth Paltrow, Mick Jagger y Kim Kardashian, la han vuelto famosa como alternativa para perder peso.
Ahora, dos nuevos estudios vuelven la mirada sobre esta dieta y concluyen que puede alargar la vida hasta en 10 años e incluso, evitar el Alzheimer y el cáncer.
Para el primer estudio, los investigadores de la Universidad de California en Davis, alimentaron a ratones una dieta cetogénica, que contenía el 90% de grasa, según un artículo publicado en DailyMail.
Los ratones fueron probados en varias edades en tareas tales como sortear laberintos, tareas en vigas de equilibrio y en las ruedas con funciones especiales.
El estudio concluyó que una dieta cetogénica proporcionó a los ratones una serie de beneficios para la salud: aumentó su memoria, la coordinación y la fuerza durante la vejez.
También redujo la inflamación y la incidencia de tumores.
Los ratones bajo la dieta cetogénica se desempeñaron tan bien en las pruebas de memoria durante su vejez, como lo hicieron durante la mediana edad. Los resultados se compararon con el desempeño de los ratones que fueron alimentados con una dieta normal y en éstos últimos se notó un declive esperado asociado a la edad. Además, los ratones que siguieron la dieta cetogénica, exploraron más, según los investigadores.
El profesor John Ramsey, uno de los investigadores, dijo: "Los resultados me sorprendieron un poco. Esperábamos algunas diferencias, pero me impresionó la magnitud que observamos: un aumento del 13% en la esperanza de vida media de los ratones con una dieta alta en grasa versus una dieta alta en carbohidratos”.
"En los seres humanos, la esperanza de vida sería de 6 a 10 años más. Pero, es igualmente importante destacar que esos ratones conservaron la calidad de su salud en la ancianidad", añadió. Él cree que los resultados pueden ser aplicables a los seres humanos, y expresó que el estudio “abre una nueva vía para posibles intervenciones dietéticas que tienen un impacto en el envejecimiento".
El segundo estudio, del Buck Institute en California, EE.UU., confirmó que la dieta cetogénica mejoró la vida útil y la memoria en ratones envejecidos.
Los ratones más viejos de la dieta cetogénica tuvieron una mejor memoria que los ratones más jóvenes. Eso es realmente notable, dijeron los investigadores.
El Dr. Eric Verdin, investigador en éste último, dijo que los dos nuevos estudios se refuerzan mutuamente y "muestran el mismo efecto global sobre la salud".
Sin embargo, el Dr. Verdin expresó escepticismo sobre su eficacia, diciendo: "La dieta cetogénica es complicada y drástica”.
Por eso, los investigadores están explorando una molécula que imita el BHB (el químico que se produce cuando uno se expone a la dieta cetogénica) para ver si se puede diseñar un suplemento que brinde los mismos beneficios de una dieta baja en carbohidratos.
¿Qué es una dieta cetogénica?
En esencia, es una dieta que hace que el cuerpo libere cetonas en el torrente sanguíneo. Debido a que carece de carbohidratos, una dieta cetogénica es rica en proteínas y grasas. Por lo general, incluye un montón de carnes, huevos, carnes procesadas, salchichas, quesos, pescado, nueces, mantequilla, aceites, semillas y vegetales fibrosos.
Debido a que es tan restrictiva, es realmente difícil de seguir a largo plazo. Los carbohidratos normalmente representan por lo menos el 50% de la dieta americana típica. Una de las principales críticas de esta dieta es que muchas personas tienden a comer demasiadas proteínas y grasas de mala calidad a partir de alimentos procesados, con muy pocas frutas y verduras, informa el Dr. Marcelo Blanco, de Harvard Medical School.
Las personas con enfermedad renal deben ser cautelosas porque esta dieta podría empeorar su condición. Además, la gente puede sentirse un poco cansada al principio, mientras que otros pueden tener mal aliento, náuseas, vómitos, estreñimiento y problemas de sueño.
"Se cree que puede acelerar la pérdida de peso. Pero es difícil de seguir y puede ser muy dura, tampoco sabemos mucho sobre sus efectos a largo plazo, probablemente porque la gente no puede perseverar en ella" dijo el Dr. Blanco.