En una desesperada medida para luchar contra las prácticas de atención de salud discriminatorias que niegan a los indocumentados ingresar en la lista de espera de trasplante de órganos, los mismos pacientes decidieron beber sólo agua y Gatorade hasta que los reciban las autoridades del Hospital Northwestern Memorial, en Chicago.
Son 14 inmigrantes mexicanos indocumentados que necesitan recibir un corazón o un riñón, y que no son incluidos en la base de datos de la lista de espera de órganos, porque el hospital, una entidad con fines de lucro, tiene en cuenta el estatus migratorio y niega estas prestaciones por un tema de solvencia económica. Y además, no son ciudadanos norteamericanos.
Puntos clave
Ellos piden que se tenga en cuenta a las personas en base a su necesidad, y no teniendo en cuenta su situación o sus papeles. "Estamos pidiendo ayuda", dijo Blanca Gómez, de 23 años, quien necesita un trasplante de riñón. "Voy a diálisis tres veces a la semana. Yo voy a la huelga de hambre hasta que me incluyan en la lista de trasplantes", declaró angustiada.
Northwestern Memorial Hospital es uno de los pocos hospitales de la región que está capacitado para realizar trasplantes de hígado de donantes vivos.
Un dilema ético
“La situación se reduce a un dilema moral y ético”, dijo el doctor David Ansell, Director Médico del Rush University Medical Center, en Chicago. "La intención del Registro Nacional de Trasplantes es en base al que más lo necesita, pero muchos se quedan afuera", dijo. "Y estas son las personas sin seguro, entonces se crea un dilema ético de hacer lo correcto frente al costo extremo que implica hacer un trasplante."
Un trasplante de riñón promedio cuesta entre $ 100,000 y $ 200,000, dijo Ansell.
"Estas son personas que contribuyen a la comunidad. Se debe hablar con todos los centros de trasplantes de la región y con políticos y miembros de la comunidad, para encontrar una solución equitativa" dijo Ansell.
Por otro lado, aseguró que "el 20% de los órganos provienen de personas sin seguro médico, pero alrededor de un 1% de esos órganos van a ir a las personas no aseguradas que los necesitan. Estas personas donan los órganos, pero en su mayoría no tienen acceso a ellos", concluyó Ansell.
Las 14 historias de los pacientes son impactantes. Y recurrieron a la huelga de hambre porque consideran que esta medida extrema vale la pena para luchar por su vida, por tener una oportunidad justa.
La donación de órganos en EE.UU
Cada año, alrededor de 25,000 personas reciben una donación de órganos en EE.UU, pero eso no es suficiente.
Aunque anualmente 6,000 personas se convierten en donantes, no hay suficientes órganos para responder a la gran necesidad actual, y por esa razón, la espera puede alargarse semanas, meses o años. Desafortunadamente, muchos mueren esperando.
En Estados Unidos, actualmente hay alrededor de 115,000 personas esperando órganos para salvar o mejorar sus vidas, según la organización "Donate Life America".