Te hiciste un corte en la piel, sale mucha sangre y no sabes si deberías ir a urgencias. Podría ser que con primeros auxilios en casa sane perfectamente o que necesite algunos puntos de sutura para evitar que todo se complique. Sin duda, este es un dilema común, pero te daremos algunos datos que de seguro te serán útiles si pasas por esta situación.
"Ciertas laceraciones y heridas casi siempre requieren una visita a la sala de emergencias o al centro de atención de urgencias", dice en un artículo Baruch Fertel, médico de emergencias de la Clínica Cleveland. Veamos qué factores debes tomar en cuenta.
Fíjate en su aspecto. ¿Es suficientemente profunda para exponer la dermis o el tejido adiposo subcutáneo (es que es blanco amarillento y está debajo de nuestra piel)? ¿Se abre, incluso si presionas suavemente sus bordes para juntarlos? ¿Está en una articulación y se abre si la mueves? Todos estos son indicios de que necesitas ir a la sala de urgencias y recibir puntos de sutura.
También debes tomar en cuenta la causa. ¿Es resultado de una mordedura, por ejemplo de un perro? En ese caso no solo necesitarías puntos, también podrían tener que aplicarte una vacuna de refuerzo contra el tétanos o recetarte antibióticos. Una situación similar puede ser si la herida fue producida por un objeto extraño que se te clavó o por un impacto de alta presión, como el de un perdigón o bala.
La ubicación puede ser determinante: si la herida está en un área cosméticamente significativa, como la cara, o en los genitales o sus alrededores, debes buscar atención médica. Y, una última señal pero no menos importante: si el sangrado profusamente y parece no disminuir, ve de inmediato a la sala de urgencias.
Algunas recomendaciones
Si tu herida tiene incrustado todavía el objeto que la causó, no lo saques, incluso si vas en camino a ver al médico, debes dejarlo allí. "Más de una vez, he visto casos en los que el objeto ha golpeado una arteria y está bloqueando el sangrado. En el momento en que lo extraes, ya no hay nada que bloquee el flujo sanguíneo arterial y esto puede tener consecuencias devastadoras", explica el especialista.
Cuando se produzca la herida, trata de limpiarla. Si es posible, lávala suavemente con agua del grifo y un jabón antibacterial líquido diluido para hacer esto. En cambio, evita el agua oxigenada (peróxido de hidrógeno), ya que puede dañar el tejido.
Mientras llegas al hospital, aplica presión directa y eleva el área lesionada. Esto ayudará a disminuir o detener el sangrado.
Finalmente, si tu herida es leve, no es profunda, no tiene sangrado abundante ni fue causada por un objeto que la pueda infectar, límpiala en casa con agua y el jabón antibacterial, úntala con un antibiótico tópico en crema (varias veces al día) y ponle un vendaje. Tenla en observación y, si notas algún cambio sospechoso, ve al médico.
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