Lo primero y más importante: hay que hacerse el examen de seno con la frecuencia que el médico lo indique.
Dicho esto, la pregunta es cuál de las pruebas es mejor, si es que una es mejor que otra. ¿Mamografía o ultrasonido?. Lo que mucho expertos dicen es que, de hecho, son distintas y se complementan muy bien.
Las mamografías son una prueba de detección eficaz, y ofrecen la mayor cantidad de información para las mujeres que no presentan ningún síntoma de problemas en los senos.
Los ultrasonidos, también llamadas ecografías mamarias, por el contrario, no serían una herramienta de detección tan precisa por el hecho de que no pueden obtener imágenes de todo el seno a la vez.
Sin embargo, el ultrasonido se utiliza cuando se encontró algo "sospechoso" en una de las mamas, y se decide la ecografía para algo así como poner una lupa y magnificar en la pantalla el área del seno en donde podría haber un problema.
A algunas personas les preocupa la cantidad de radiación que puede utilizarse en cada mamografía que, al hacerse cada año, podría acumularse en el seno y, eventualmente, causar cáncer. El ultrasonido no requiere del uso de radiación.
Imagen de un ultrasonido de seno| Foto: Getty Images
Sin embargo, la cantidad de radiación que se utiliza en una mamografía no es grande, por lo cual la ciencia asegura que no genera daño. Por supuesto, como siempre se pregunta antes de cualquier prueba de imagen, se debe informar si hay una posibilidad de embarazo. La radiación, auqnue mínima, podría dañar al feto.
Cuánto cuesta la mamografía y el ultrasonido
Medicaid, Medicare, y la mayoría de las aseguradoras privadas cubren el costo de las mamografías. Cuando entró en vigencia la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), en 2010, estableció que todos los planes vendidos en los mercados de seguros las cubrieran cada 1 o 2 años sin costos de bolsillo (copagos o coseguros) para mujeres de 40 años o más.
Sin seguro, una mamografía de dos dimensiones (2D), la tradicional, costaría entre $90 y $300. La aseguradora negocia precios en bloque con los centros que las realizan, por lo cual nunca pagan el valor total.
Ahora, muchos centros de imágenes y de cáncer están impulsando la mamografía en tres dimensiones (3D), que tiene un costo más elevado. Medicare las cubre, y muchas aseguradoras, pero no todas. Siempre hay que averiguar antes de hacer una cita y hablar con el médico de cuál conviene en tu caso.
No hay consenso científico sobre la ventaja de las mamografías 3D por sobre las 2D. Actualmente, la Sociedad Americana de Cáncer y el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos —expertos convocados por el gobierno federal que revisan nuevas terapias y nueva tecnología médica— recomiendan mamografías 2D estándar en sus pautas de detección del cáncer de seno.
También bajo ACA, las aseguradoras deben cubrir la prueba para los genes BRCA1 y BRCA2 —que al mutar aumentan el riesgo de padecer cáncer de seno—, y también la consultaría genética, ambas sin costo para la mujer.
El precio del test genético comienza en unos $300 y puede alcanzar hasta $5,000, dependiendo de si se analiza solo la parte del gen que puede ser anormal o un grupo de genes.
El costo promedio para una paciente a nivel nacional por un ultrasonido del seno es de $ 132. Sin embargo, el costo depende mucho de la geografía, el área en donde residas.
El ultrasonido mamario para una mujer en Massachussets puede ser totalmente gratuito, sin embargo, para otra en la misma situación clínica pero que vive en California puede costar hasta más de $700.
Medicaid y la Parte B de Medicare lo cubren por completo si se demuestra que es médicamente necesario.
Quién debe hacerse un examen de seno
Una mamografía es una prueba de detección necesaria para todas las mujeres. Dependiendo de la edad y el factor de riesgo será la frecuencia con la que deban hacerse este examen que toma fotografías de los senos y que ayuda a detectar cualquier problema. O a confirmar que todo está bien.
Desde los años 90, decenas de estudios científicos han confirmado el valor de la mamografía en la detección del cáncer de seno. Y, si se realiza regularmente siguiendo las indicaciones del médico, y hay un problema, éste se puede detectar a tiempo y tratarlo rápido.
Este tipo de cáncer es el más común entre las mujeres, independientemente de su raza o grupo étnico.
Históricamente, las latinas que viven en los Estados Unidos posponen sus exámenes preventivos, o directamente ni piensan en hacérselos por distintas barreras: desde económicas hasta culturales. Si no hay dolor, bulto o molestia, piensan que no hay razón para ir al médico. Por eso muchas se hacen una mamografía cuando hay un problema diseminado.
Aunque la incidencia de cáncer de seno no reconoce de razas o etnias, las latinas sí tienen una incidencia más alta de muerte por esta enfermedad, lo que puede ser consecuencia de los diagnósticos tardíos.
Cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se diagnostican unos 200,000 nuevos casos de cáncer de seno, y ocurren 40,000 muertes por este mal.
Fuentes: breastcancer.org, CDC, cuidadodesalud.gov, Susan G Komen.