El uso de cremas para blanquear la piel es una tendencia que crece día a día, a pesar del peligro que representan para la salud. En África, ciertos países de Asia, Jamaica y otras islas caribeñas ya se han notado los resultados adversos que trae el consumo indiscriminado de estos productos.
La moda también llegó a Los Ángeles, el centro de Miami y algunos barrios hispanos de Chicago. De hecho, son muchos los hispanos que buscan blanquear su piel sin medir los riesgos.
El tema del blanqueamiento de la piel se trató en su momento en varios medios, tras el “sospechoso” cambio del color de la piel del cantante Michael Jackson. También se acusó a Beyonce de haberse aclarado la piel para un aviso de L’Oreal; y circularon rumores sobre el blanqueamiento de la piel del pelotero dominicano Sammy Sosa.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) explica que las cremas blanqueadoras en general incluyen tres sustancias: mercurio, hidroquinona e hidroxiácidos. La combinación de ellos es nefasta para el organismo, ya que bloquean la producción de melanina, un pigmento natural que le da color a la piel, y que tiene una mayor concentración en las pieles oscuras
La ente gubernamental explica que la hidroxinona es un blanqueador que se utiliza en zonas donde la piel se haya oscurecido. En 1982 la entidad determinó que su uso era seguro en cremas con una concentración de un 1,45 a 2% de esta sustancia.
En 2006 un panel de expertos ajenos a la FDA analizó nuevamente la hidroxinona y evaluó la información existente hasta el momento. A raíz de la revisión se publicó una nueva reglamentación que advierte que esta sustancia resultó ser un agente cancerígeno en roedores que la recibieron en forma oral. También demostró producir oscurecimiento de la piel en humanos.
Por eso recomendaron que se hagan estudios adicionales para determinar con certeza si el producto es efectivamente nocivo. Mientras tanto, la FDA autoriza su comercialización como un producto de venta libre, aunque en Japón, Australia y la Unión Europea está prohibida por los riesgos que implica su uso.
Respecto del mercurio, la FDA advierte a los consumidores que no deben utilizar cremas para la piel ni jabones o lociones que lo contengan. Estos productos de belleza están etiquetados como “blanqueadores de la piel” o tratamientos anti edad capaces de remover manchas, pecas, patas de gallo o arrugas. Los adolescentes también los usan para tratar el acné o los puntos negros. A pesar de las advertencias, muchos de estos cosméticos se fabrican en el exterior y se venden en forma ilegal en EE.UU., la mayoría de las veces por Internet.
Los hidroxiácidos son componentes utilizados en los procesos de peeling y exfoliación de la piel. Su uso debe estar restringido al consultorio del dermatólogo, donde se utilizan en peelings químicos con una concentración que puede llegar hasta un 30 %. El tratamiento deja la piel exfoliada como en la microdermoabrasión, pero hay peelings con muy altas concentraciones de 50 al 70 % que dejan la piel enrojecida.
Pero no todos los blanqueadores de la piel deben ser demonizados, ya que es la combinación de ellos es lo que da tan malos resultados, además del uso sin la supervisión de un especialista. Hay algunas cremas autorizadas que contienen algunas de estas sustancias y son de uso seguro y eficaz cuando son recetadas por un dermatólogo.
Estos productos se indican para tratar casos específicos de oscurecimiento de la piel a causa de, por ejemplo, una lesión o una quemadura y también se indican para tratar la única enfermedad que provoca blanqueamiento de la piel: que es el vitiligo.
El peligro real es que el mercado ofrece cremas que combinan las tres sustancias y que son una amenaza para el organismo. Aplicadas en todo el cuerpo y en el rostro en forma diaria pueden causar desde graves quemaduras en la piel hasta fallas renales.