Para muchos hombres y mujeres, las visitas a salones de belleza, peluquerías o barberías para retocar sus cabellos con tintes dejaron de ser una rutina con la llegada de la pandemia por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).
Esto llevó a que muchos comenzaran a teñirse en casa, con poca experiencia sobre cómo hacerlo, a veces en lugares. La práctica, entre otras cuestiones, revivió un viejo temor ¿pueden las tinturas para el cabello aumentar el riesgo de cáncer?
Qué dice la ciencia
Si bien la aplicación casera de tinturas se ha generalizado, es difícil dar un número preciso de personas que se tiñen en su hogar.
Se estima que 1 de cada 4 mujeres mayores de 20 años; 2 de cada 3 mayores de 45, y 1 de cada 10 hombres usan tintes para el cabello. Estos se pueden clasificar a grandes rasgos en tres grupos:
- Temporales.
- Semipermanentes.
- Permanentes u oxidantes.
Los permanentes abarcan aproximadamente el 80% de los productos que se venden actualmente.
Consisten en tintes "intermedios" incoloros (sustancias químicas llamadas aminas aromáticas) y "acopladores" de tintes, según explica el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).
En presencia de peróxido de hidrógeno, los intermedios y los acopladores reaccionan entre sí para formar moléculas de pigmento. Los colores más oscuros se forman mediante el uso de concentraciones más altas de estos intermedios.
Los tintes para el cabello semipermanentes y temporales no son oxidantes e incluyen compuestos de color que tiñen el cabello directamente.
Desde 1970, los productores de tinturas para el cabello comenzaron a cambiar muchos de sus componentes de fabricación.
Era común encontrar las siguientes sustancias en los tintes permanentes:
- Diaminas de tolueno.
- Fenilendiaminas.
- Naftilamina.
- Otros compuestos amino aromáticos.
Las sustancias dañinas en los tintes temporales solían ser:
- Arsénico.
- Alcohol desnaturalizado.
- Bismuto.
- Mercurio.
- Pirogalol.
- Plata.
- Plomo.
Actualmente, se estima que pueden encontrarse hasta más de 5000 productos químicos diferentes en los tintes para el cabello.
Un riesgo común asociado a las tinturas para el cabello es la intoxicación, que ocurre cuando alguien ingiere o inhala durante períodos prolongados de tiempo los tintes. Esto puede causar:
- Desmayos.
- Dificultad para respirar.
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
- Dolor de garganta con ardor.
- Enrojecimiento en los ojos.
- Presión arterial baja.
- Problemas para caminar con normalidad.
- Quemaduras.
- Sarpullido.
- Visión borrosa.
- Vómitos.
Los tintes para el cabello y el cáncer
La relación entre el uso de tintes para el cabello y el cáncer tiene su origen en que las primeras fórmulas de estos productos tenían sustancias químicas, como aminas aromáticas, que se probó que eran cancerígenas en animales.
Esto llevó a que los investigadores indagaran sobre su potencial cancerígeno en personas, aunque la evidencia todavía es contradictoria.
Por ejemplo, un estudio publicado en Occupational and Environmental Medicine halló que peluqueros y barberos (quienes tienen una mayor exposición al uso de tinturas para el cabello) tenían un mayor riesgo de cáncer de vejiga.
También existen trabajos que asocian las tinturas para el cabello con un mayor riesgo de cáncer de la sangre y de médula ósea, como el linfoma no Hodgkin y la leucemia.
Sin embargo, los expertos aseguran que no se puede hablar con certeza de la causalidad del cáncer por el uso de tinturas, ya que muchos de estas investigaciones tenían algunas limitaciones. Se hicieron en grupos pequeños, o la información obtenida no se clasificó correctamente.
Existen otros estudios, como el publicado en The BMJ por investigadores de la Escuela de Medicina Harvard, que evaluaron la relación entre el uso personal de tinte para el cabello y el riesgo de cáncer y muerte relacionada con el cáncer.
Para ello, compararon información de más de 117.000 mujeres durante 36 años. Se trata del mayor estudio dedicado a investigar este vínculo.
Para prevenir limitaciones o ambigüedades en la obtención de sus resultados, analizaron muchos factores, como:
- Color natural del cabello.
- Edad.
- Factores de riesgo para tipos específicos de cáncer.
- Índice de masa corporal.
- Raza.
- Problemas de salud, como tabaquismo o consumo de alcohol.
- Uso de tinte: diferenciando el tipo de tintura, así como a los usuarios recurrentes, usuarios espontáneos o aquellos que nunca usaron.
Tras comparar la información de todos los participantes, los autores llegaron a esta conclusión:
- En comparación con las personas que no usaban tintura, las participantes que alguna vez habían usado tintes permanentes para el cabello no tenían un riesgo general más alto de cáncer o muertes relacionadas con el cáncer.
Sí se halló una ligera incidencia entre los usuarios que alguna vez usaron tintes frente aquellos que nunca lo hicieron, de ciertos cánceres específicos, como el carcinoma de células basales (el tipo más común de cáncer de piel).
Pero los investigadores señalaron que aún se necesitan más estudios para comprender mejor esta asociación.
Por lo pronto, el uso personal de tintes permanentes para el cabello no parece aumentar el riesgo de la mayoría de los cánceres o muerte relacionada con el cáncer.
Muchos expertos señalan que este es un dato alentador, aunque aconsejan tener en cuenta los antecedentes personales y familiares antes de usar tintes permanentes para el cabello.
Si tienes dudas sobre los efectos que la tintura puede causar sobre tu cuerpo, consulta a un médico o dermatólogo para obtener más información.
Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Escuela de Medicina Harvard, Instituto Nacional del Cáncer.