Los casos de una rara infección que puede causar ceguera, especialmente si usas lentes de contacto, se triplicaron en los últimos siete años y el aumento tiene que ver con la falta de aseo y el uso de soluciones oftálmicas que no son eficientes. El parásito que la causa, la Acanthamoeba, se puede encontrar en lagos, océanos y también en el agua del grifo.
El nuevo brote fue registrado por investigadores de la University College London y el Moorfields Eye Hospital. La queratitis por Acanthamoeba aumentó tres veces en el sureste de Inglaterra y los más afectados son los usuarios de lentes de contacto reutilizables, dicen los resultados publicados en el British Journal of Ophthalmology.
"Este aumento en los casos pone de relieve la necesidad de que los usuarios de lentes de contacto sean conscientes de los riesgos", dijo el profesor John Dart, autor principal del estudio. Para determinar las causas de este incremento, él y el equipo de investigación también analizaron los controles de personas que usan lentes de contacto reutilizables, aunque la enfermedad también se asocia con los desechables.
De esta manera encontraron que el riesgo de desarrollar la enfermedad era más de tres veces mayor entre personas con poca higiene de lentes de contacto, que no siempre se lavaban y se secaban las manos antes de manipular sus lentes, que usaban un producto desinfectante que contiene Oxipol (ya descontinuado) o que usaban sus lentes de contacto en piscinas o jacuzzis. Ducharse y lavarse la cara usando los lentes también son factores de riesgo.
Qué es la queratitis por Acanthamoeba
La Acanthamoeba es una pequeña ameba que se puede encontrar en el ambiente, en suelos y en cuerpos de agua como ríos, lagos, jacuzzis, piscinas e incluso en la circula por los grifos. Cuando el microorganismo entre en contacto con el ojo, a través de los lentes de contacto, causa una infección en la córnea (la superficie frontal del ojo) que produce dolor e inflamación.
En los casos más severos, los pacientes con este tipo de queratitis pueden perder la visión parcialmente o quedar ciegos. En general, el 25% de los afectados requiere un trasplante de córnea como parte del tratamiento o para restaurar la visión.
Aunque el brote reciente ocurrió en Inglaterra, la infección no se limitan a ese país. Entre 2005 y 2007 se registró un brote nacional de queratitis por Acanthamoeba en Estados Unidos; los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontraron su origen en usuarios de lentes de contacto blandos que utilizaron una solución que fue retirada del mercado. En 2011 ocurrió otro brote nacional y se relacionó a la higiene inadecuada de lentes de contacto.
Los CDC estiman que el 85% de los casos ocurren en usuarios de lentes de contacto, incluidos aquellos que siguen las prácticas recomendadas para el cuidado de los lentes. También estiman su incidencia en uno o dos casos por cada millón de usuarios de lentes y que unas 30 millones de personas usan estos lentes en el país.
De acuerdo a la Academia Americana de Oftalmología (AAO, por su sigla en inglés), la aparición de la queratitis por Acanthamoeba coincidió con la expansión del uso de lentes de contacto blandos, durante los años ochenta. El diagnóstico precoz puede reducir las secuelas a largo plazo, pero es difícil detectarla a tiempo porque sus síntomas se pueden confundir con otras afecciones.
El profesor Dart, autor de la reciente investigación inglesa, hizo algunas recomendaciones para que las personas que usan lentes de contacto eviten la infección, como asegurarse de lavarse y secarse bien las manos, antes de manipularlos y evitar usarlos al nadar, lavarse la cara o bañarse. El uso de lentes desechables, que eliminan la necesidad de tener estuches o soluciones, puede ser una opción más segura. Sin embargo, aún se está investigando otras alternativas para reducir los riesgos.
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