Durante conversaciones o discusiones, no sólo las palabras comunican. Los movimientos de manos, las muecas y otros conjuntos de gesticulaciones conforman el “lenguaje corporal o no verbal”.
Un reciente estudio, dedicó su atención en analizar la influencia del parpadeo a la hora de platicar.
En promedio, la mayoría de las personas parpadean más de 21,000 veces al día, esto lo convierte en nuestra acción facial más frecuente. También, es uno de los movimientos más rápidos que nuestro cuerpo puede realizar.
La función principal de esta acción consiste en mantener los globos oculares lubricados, evitar que sustancias peligrosas los alteren y protegerlos contra objetos foráneos.
Pero la cantidad de veces que realizamos esta acción sería más que suficiente para cumplir con estas tareas, por lo que se infiere que podría tener otro rol.
Investigadores del Instituto Max Planck de Psicolingüística en los Países Bajos, se preguntaron si el hecho de parpadear durante una conversación podría tener algún significado. Los hallazgos han sido publicados en la revista PLOS One.
Parpadear es más de lo que parece
Al entablar una conversación, mientras una persona está hablando, la otra escucha y suele intervenir con movimientos de cabeza u onomatopeyas. Pero también tienden a mirarse a los ojos, aquí es donde los investigadores decidieron ahondar, asegurando que el parpadeo transmite un mensaje que podemos leer y entender inconscientemente.
Teniendo en cuenta la información que cargan los parpadeos, los expertos teorizaron sobre como alterando su duración, las personas podrían comportarse de maneras diferentes, durante el transcurso de una conversación.
Para su experimento, los especialistas se valieron del uso de una realidad virtual y la participación de 35 voluntarios de entre 18 y 38 años.
Los participantes hablaron con tres avatares diferentes, que actuaban como "oyentes virtuales" y realizaban preguntas abiertas como "¿Cómo estuvo tu fin de semana?" "¿Qué hiciste?". En consecuencia, las personas debían dar respuestas a los interrogantes.
Mientras se desarrollaba esta conversación, los investigadores controlaban las respuestas no verbales de la máquina y variaban la duración de sus parpadeos.
Durante algunas de las sesiones, los parpadeos de los avatares fueron cortos, con una duración de 208 milisegundos. Para otras, fueron más largos, unos 607 milisegundos. Estos lapsos, se basaron en parpadeos medidos en conversaciones estándar, por lo que ninguno de ellos resultaba inusual.
Cuando se les preguntó, los participantes no recordaban ninguna diferencia entre las duraciones de los guiños, pero inconscientemente parecían haber distinguido los diversos tipos de parpadeos.
Esto da peso a la teoría de los científicos, de que el parpadeo es otro tipo de pista no verbal que cumple un importante papel en las conversaciones.
Por ejemplo, los autores creen que un parpadeo más largo puede significar comprensión o ante parpadeos más largos, las respuestas de los participantes eran más concisas.
"Nuestros hallazgos muestran que uno de los movimientos humanos más sutiles, el parpadeo, parece tener un efecto sorprendente en la coordinación de la interacción humana cotidiana" subrayó el especialista Paul Hömke, líder de la investigación.
Conversando desde los párpados
Si bien parpadear puede ser una acción incorporada y desapercibida por muchos, los científicos han reflexionado sobre su función a lo largo de los años. Por ejemplo, otros estudios han demostrado que parpadeamos más cuando experimentamos actividades cognitivas altas, frente a cuando nuestros cerebros no están siendo atravesados por este tipo de procesos.
Además, los investigadores que examinan la actividad cerebral en relación a estos gestos, han llegado a conclusiones tales como:
- Una tasa alta de parpadeo puede significar falta de atención.
- Parpadeamos más durante una conversación.
- Tendemos a parpadear puntualmente al final de las frases del interlocutor o cuando creemos que puede haber terminado su idea.
Con el objetivo de analizar las respuestas de los participantes con mayor precisión, los investigadores planean continuar con esta investigación.
Este estudio solo analizó la longitud de sus respuestas, aunque aún queda por indagar cómo la duración del parpadeo afecta otros aspectos, como el número de dudas, el nivel de detalle y la velocidad del habla.
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