Si te gustan las conversaciones largas y profundas, es posible que te sientas bien contigo mismo y con el mundo que te rodea. Las personas que participan en charlas más sustanciosas tienden a ser más felices, confirma un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Arizona.
Los investigadores definen una pequeña charla como una conversación en la que los dos interlocutores se van y aún saben poco o nada sobre el otro. En cambio, en una conversación sustancial se intercambia información real y significativa y se puede tratar de cualquier tema, como política, relaciones, clima, de forma profunda.
"Con este estudio, queríamos saber si es principalmente la cantidad o la calidad de nuestros encuentros sociales lo que importa para nuestro bienestar", dice el coautor de la investigación Matthias Mehl, quien fuera profesor de psicología de la institución norteamericana y ahora es científico investigador en la Universidad de Zurich, Suiza.
La investigación, publicada en la revista Psychological Science, tiene como punto de partida un pequeño estudio que el especialista hizo en 2010, que sugería que las conversaciones más significativas estaban relacionadas con una mayor felicidad y las más pequeñas, con la infelicidad. En la nueva investigación Mehl, junto con la autora principal Anne Milek, antigua investigadora postdoctoral en su laboratorio en Arizona, confirmó que las conversaciones de calidad realmente están vinculadas a una mayor felicidad, pero descubrió que las pequeñas charlas no influyen de positiva ni negativamente.
Los hallazgos se basan también en el análisis de cuatro estudios, en los que se recogieron fragmentos de audio de las interacciones diarias de los participantes, a través de un dispositivo electrónico llamado EAR (que fue desarrollado por Mehl para ayudar a los psicólogos a capturar datos de comportamiento). La muestra incluyó estudiantes universitarios; sobrevivientes de cáncer de mama y sus parejas; adultos recientemente divorciados; y adultos saludables que participaban en una intervención de meditación.
Los participantes que estuvieron en un mayor número de conversaciones sustanciales fueron más felices, independientemente de si tenían personalidades más introvertidas o extrovertidas. "Esperábamos que la personalidad marcara la diferencia, por ejemplo, que los extrovertidos podrían beneficiarse más de las interacciones sociales que los introvertidos o que las conversaciones sustanciosas podrían estar más relacionadas con el bienestar de los introvertidos que de los extrovertidos, y nos sorprende que este no pareciera para ser el caso", explica la autora principal.
La cantidad y la calidad de la conversación están relacionadas con el bienestar en sí. Las personas que pasan mucho tiempo a solas están menos satisfechas con sus vidas, y quienes pasan más tiempo interactuando y tienen conversaciones sustanciosas más significativas, están más satisfechas, según los resultados. “La vida feliz es social, en lugar de solitaria, y significativa", agrega Mehl.
Aunque el estudio establece un vínculo claro entre las conversaciones sustanciosas y la felicidad, aún es pronto para las aseveraciones definifinitas. Sin embargo, el especialista asegura que le “gustaría 'prescribir' de manera experimental a las personas unas pocas conversaciones más sustanciales, y ver si eso hace algo para su felicidad".
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