Si bien la idea de que vivir cerca del mar es saludable y hacer sentir mejor a las personas, no es algo nuevo, los resultado del estudio publicado en la revista Preventive Medicine, indica que el lugar en el que se vive es crucial para reducir el estrés y estimular la realización de actividad física.
En el estudio se incluyó a 183,755 personas que participaron en la Encuesta de Medio Ambiente Natural (2009-2012) del Monitor of Engagement with the Natural Environment (MENE), encuesta que recoge una amplia gama de datos e información sobre las personas que visitan e interactúan con el entorno natural.
Según los investigadores, los factores básicos que ayudan a que tener una mejor salud son niveles de estrés más bajos y más oportunidades para hacer ejercicio. Además, de que estar cerca del mar genera una sensación de calma y relajación vinculada con los flujos del mar y las olas.
"Está claro que nuestros caminos costeros y las playas ofrecen un recurso maravilloso para estimular y facilitar la actividad física. Los participantes informaron sobre una serie de actividades físicas, caminar que podría ser la actividad más obvia, nadar o correr. Podríamos haber descubierto un potencial sin explotar para los balnearios y destinos que se podría utilizar para fomentar ejercer y promover estilos de vida saludables", resaltó el Dr. Mathew White, autor principal.
Los autores del trabajo destacaron que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades del corazón y depresión y desempeña un papel crucial en mantener a la gente sana. Descubrimientos recientes han demostrado que las personas que viven cerca de la costa son más saludables que los que viven tierra adentro y los resultados del estudio sugieren que los niveles más altos de actividad física podrían explicar en parte por qué.
Para el Dr. Ben Wheeler, otro de los científicos responsable de la investigación, el pensar en dar un paseo o correr a la orilla de la playa es más tentador que hacerlo en algún otro escenario. Además, la temperatura de una zona tropical es otro elemento clave ya que al transpirar se eliminan más grasas y toxinas, y los lugares a nivel del mar ayudan a regular los niveles de presión arterial.
La inactividad pasa factura
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades, tales como el juego, el caminar, las tareas domésticas, la jardinería o el baile.
Advierte que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, es la causa principal de aproximadamente hasta del 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica.
La OMS asegura que las personas físicamente activas tienen menor frecuencia de cardiopatías coronarias, hipertensión arterial, accidentes vasculares cerebrales, diabetes, cáncer de colon y mama, depresión; así como, menos riesgo de caídas y fracturas vertebrales o de la cadera y más probabilidades de mantener un peso saludable.
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