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Unos científicos determinan cómo el ejercicio salva al cerebro

LUNES, 10 de enero de 2022 (HealthDay News) -- El ejercicio lo ayuda a mantenerse en forma, sano y robusto, y los investigadores afirman que también podría ayudarlo a prevenir la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Ahora, comprenden mejor los beneficios ocultos que ayudan al cerebro.

Las personas mayores que son más activas físicamente tienen unos niveles más alto de una proteína que fomentan una mejor comunicación entre las sinapsis del cerebro, informa un nuevo estudio.

Unos científicos determinan cómo el ejercicio salva al cerebro

"Las sinapsis son esos empalmes críticos de comunicación entre las células nerviosas. Son lo que envían el mensaje de una célula nerviosa a otra, y pienso en ellas como la magia que sucede cuando se trata de la cognición", señaló la investigadora principal, Kaitlin Casaletto, profesora asistente de neurología de la Universidad de California, en San Francisco. "Todo nuestro pensamiento y memoria ocurre como resultado de estas comunicaciones sinápticas".

Incluso las personas de más de 80 y 90 años cuyos cerebros estaban llenos de placas amiloides y ovillos tau (las características tóxicas del Alzheimer) contenían unos niveles más altos de estas proteínas sinápticas si eran más activas, encontraron los investigadores.

Las proteínas sinápticas están implicadas en la producción y la liberación de los neurotransmisores, las sustancias bioquímicas en el cerebro que promueven la comunicación entre las células nerviosas, apuntó Casaletto.

"Pensamos que tener más de estas proteínas sugiere que quizá se tienen más sinapsis o tal vez que las sinapsis funcionan un poco mejor", apuntó Casaletto. "El cerebro recibe más de este combustible y facilita la comunicación".

En este estudio participaron más de 400 personas mayores, que aceptaron usar monitores que rastrearon la cantidad de actividad física diaria. Todos participaron en el Proyecto de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de Rush, una iniciativa a largo plazo para identificar las causas del Alzheimer y la demencia.

Los investigadores ya habían descubierto que las personas de este grupo que tenían unos niveles más altos de actividad física también tendían a presentar un mejor rendimiento cognitivo y una reducción en el riesgo de demencia, señaló Casaletto.

El próximo paso era averiguar el motivo. Unas autopsias cerebrales arrojaron respuestas.

"Dimos seguimiento a estos adultos hasta su muerte. Donaron sus cerebros al programa de autopsias, y pudimos observar el tejido cerebral después de la muerte", apuntó Casaletto. Su edad promedio al morir fue de 90 años.

Las autopsias revelaron unos niveles más altos de proteínas sinápticas en los cerebros de los que, cuando vivían, tendían a moverse más en sus vidas diarias, apuntaron los investigadores.

"Observamos una relación bastante lineal. Mientras más actividad, más altos eran los niveles de proteínas sinápticas. Esto me sugiere que cada movimiento cuenta", dijo Casaletto.

Estos niveles se encontraban elevados incluso entre las personas que tenían evidencias físicas del Alzheimer en el cerebro.

"La capacidad del cerebro envejecido de montar esta respuesta saludable a la actividad podría ayudar a proteger de estos cambios cerebrales relacionados con la edad y ayudar a fomentar la cognición", planteó Casaletto.

Además, los investigadores encontraron niveles elevados de proteínas sinápticas en seis regiones del cerebro, no solo en el centro de la memoria, sino en otras partes relacionadas también con el pensamiento y el razonamiento.

"Sugiere que se trata más bien de un fenómeno de todo el cerebro", señaló Casaletto.

A medida que las personas envejecen, sus cerebros tienden a acumular proteínas tóxicas, como la beta amiloide y la tau, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo. Cuando que estas proteínas forman aglomeraciones y ovillos pueden interferir con la comunicación sináptica entre las células nerviosas, y al final hacer que las sinapsis y las neuronas se destruyan.

Los hallazgos sugieren que la actividad física puede promover la resiliencia en el cerebro, dijo Heather Snyder, vicepresidenta de relaciones médicas y científicas de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).

Un flujo constante de neurotransmisores de estas proteínas podría llevar a una mejor función sináptica en los cerebros que envejecen, manteniendo la comunicación entre las células nerviosas a pesar de la interferencia de la amiloide y la tau tóxicas.

"Si puede mantener a las células cerebrales sanas y en comunicación durante más tiempo, quizá reduzca las probabilidades de los cambios que se observarían en la enfermedad, o tal vez se reduzca la vulnerabilidad del cerebro a otras lesiones o agravios en el cerebro", comentó Snyder.

El estudio no midió el vigor de la actividad física de cada persona, solo qué tanto tendían a moverse a lo largo del día, dijo Casaletto.

Hay una variedad de actividades que se pueden realizar para promover la salud del cerebro, aseguró Snyder, por ejemplo los bailes de salón, los paseos por el vecindario o hacer ejercicio en casa en una bicicleta estacionaria.

"Encuentre algo de lo que disfrute, que vaya a mantener y a seguir haciendo", aconsejó Snyder, y añadió que los adultos mayores deben consultar al médico antes de adoptar una nueva actividad.

El nuevo estudio se publicó en la edición en línea del 7 de enero de la revista Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association.

Más información

La Clínica Cleveland ofrece más información sobre el ejercicio y la salud del cerebro.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Kaitlin Casaletto, PhD, assistant professor, neurology, University of California, San Francisco; Heather Snyder, PhD, vice president, medical and scientific relations, Alzheimer's Association; Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, Jan. 7, 2022

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