Un panel de expertos recomienda hacer pruebas de trastornos de ansiedad a todo adulto menor de 65 años

MARTES, 20 de junio de 2023 (HealthDay News) -- Por primera vez en la historia, el principal panel de expertos en salud preventiva del país recomendó que los médicos administren rutinariamente pruebas de detección de un trastorno de ansiedad a todos los pacientes adultos menores de 65 años.

Las evidencias muestran que las pruebas de detección de la ansiedad pueden ayudar a estos pacientes a encontrar la tranquilidad, afirmó el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) en unas recomendaciones que se publicaron en la edición en línea del 20 de junio de la revista Journal of the American Medical Association.

Un panel de expertos recomienda hacer pruebas de trastornos de ansiedad a todo adulto menor de 65 años

"El grupo de trabajo encontró que, en los pacientes de 19 a 64 años, lo que denominamos la población adulta general, hubo evidencias robustas sobre la reducción de sus síntomas de ansiedad. También hubo un beneficio alrededor de la calidad de vida en general", comentó el vicepresidente del USPSTF, el Dr. Michael Silverstein.

El grupo de trabajo también reiteró su duradera recomendación de que los adultos reciban unas pruebas de detección de la depresión con regularidad.

"Pudimos identificar unas prácticas efectivas para realizar pruebas de detección de unos trastornos de la salud mental comunes y graves en la población adulta", aseguró Silverstein. "La buena noticia es que las pruebas de detección de la depresión y la ansiedad pueden identificar estas afecciones pronto. Cuando esta detección se vincula con la atención de salud mental de calidad, los pacientes se benefician".

Pero el grupo de trabajo no recomendó las pruebas de detección de la ansiedad para las personas mayores.

"En la población de a partir de 65 años, no vimos las mismas evidencias de calidad que hablaran de estos resultados", apuntó Silverstein, que es profesor de servicios, políticas y prácticas de salud de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown, en Rhode Island.

El grupo de trabajo también dijo que no podía recomendar las pruebas de detección regulares para el riesgo de suicidio en este momento, aunque es una importante causa de muerte entre los adultos.

"Simplemente no había suficientes evidencias para recomendar a favor o en contra de las pruebas de detección para los adultos sin señales o síntomas", explicó Silverstein. "Y esto es un llamamiento urgente a que se realice más investigación en esta área".

La pandemia resaltó la importancia de la atención de la salud mental para los estadounidenses, enfatizó el Dr. Petros Levounis, presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association, APA).

La prevalencia global de la ansiedad y la depresión aumentaron en un 25 por ciento en el primer año de la pandemia, según un resumen científico de la Organización Mundial de la Salud de 2022.

"Los trastornos de depresión y ansiedad son prevalentes en Estados Unidos: se estima que una de cada cinco personas podría tener un trastorno de ansiedad en cualquier momento dado, y esto ha empeorado desde la COVID", observó Levounis. "Con frecuencia, los trastornos de depresión y ansiedad eluden la detección, y si un trastorno de la salud mental no se trata, puede empeorar".

Una encuesta de la APA, llevada a cabo en mayo, encontró que un 37 por ciento de los estadounidenses se sentían más ansiosos este año que en la misma época del año pasado, lo que representa un aumento de un 5 por ciento.

El USPSTF recibió una cantidad de solicitudes para que evaluara la efectividad de las pruebas de detección de la ansiedad, lo que provocó esta revisión y las recomendaciones, anotó Silverstein.

"Cualquier persona de Estados Unidos puede sugerir un tema, y el grupo de trabajo tiene un proceso transparente para seleccionar sus revisiones", aseguró Silverstein. "El grupo de trabajo sintió que se trataba de un tema muy importante, porque los trastornos de ansiedad son tan comunes en la población adulta".

Silverstein enfatizó que las pruebas de detección recomendadas no serían para los pacientes que acuden al médico con problemas específicos de ansiedad o depresión.

Más bien, estas pruebas de detección serían administradas por el médico de familia de una persona, como parte de su chequeo regular, usando los cuestionarios recomendados, que se ha probado que son precisos para detectar los trastornos del estado de ánimo, explicaron Silverstein y Levounis.

"En general, el médico le haría algunas preguntas generales sobre cómo se siente, de una lista de comprobación", dijo Levounis.

Las evidencias mostraron que dos herramientas de detección eran precisas para la evaluación del trastorno de ansiedad generalizada, según el USPSTF.

Una de las herramientas, la GAD-2, solo contiene dos preguntas. Pregunta si, en las dos semanas anteriores, un paciente se ha sentido nervioso, ansioso o intranquilo, y si no ha podido dejar de preocuparse o controlar la preocupación.

La otra, la GAD-7, contiene una lista de siete preguntas similares.

De la misma forma, las directrices sobre la depresión citan varias herramientas de detección que son efectivas, que contienen entre dos y 15 preguntas.

"Los profesionales clínicos que realizan las pruebas de detección deben contar con entrenamiento para poder dar seguimiento a las pruebas positivas con algunas preguntas, por ejemplo la duración de los síntomas, el grado de sufrimiento y discapacidad, y el historial de tratamiento actual o anterior, para determinar mejor el significado clínico y la necesidad de tratamiento", planteó Levounis. "Se ha mostrado que esta evaluación y planificación del tratamiento iniciales mejoran los resultados".

La APA discrepó del grupo de trabajo, ya que cree que los adultos mayores también deberían recibir pruebas de detección de la ansiedad, señaló Levounis.

"Dada la prevalencia del trastorno de ansiedad en las población de adultos mayores, y el impacto de la ansiedad sin tratar en las afecciones médicas generales y su calidad de vida, la APA recomienda comenzar con un instrumento de detección estandarizado corto, como la GAD-2", planteó Levounis.

Levounis añadió que aunque hacer pruebas de detección del riesgo de suicidio a todo el mundo quizá no sea útil, sería bueno realizar este tipo de prueba en las personas que tienen un resultado positivo de depresión.

Un seguimiento como este podría ayudar a identificar a las personas deprimidas con un riesgo de suicidio, y proveer información sobre el tipo de atención que necesitan, por ejemplo, uno servicios de salud mental con hospitalización inmediatos, en lugar de consejería ambulatoria, dijo Levounis.

"En general, parece que una recomendación para una detección dirigida del suicidio [es decir, para los que tengan un resultado positivo de depresión] habría sido una recomendación más equilibrada y razonable que no hacer pruebas de detección del riesgo de suicidio", comentó Levounis. "Esto tiene una importancia particular para los grupos con un riesgo alto de suicidio, por ejemplo los individuos mayores de 65 años".

El USPSTF es un panel independiente y voluntario formado por expertos nacionales en la prevención y en la medicina basada en evidencias.

Aunque funciona de forma independiente, las recomendaciones del grupo de trabajo son muy influyentes en toda la atención de la salud de EE. UU. Por ejemplo, la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act) obliga a las aseguradoras a cubrir gratuitamente cualquier prueba de detección recomendada por el USPSTF.

Más información

El Instituto Nacional de la Salud Mental de EE. UU. ofrece más información sobre los trastornos de ansiedad.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Michael Silverstein, MD, vice chair, U.S. Preventive Services Task Force, George Hazard Crooker University professor, health services, policy and practice, Brown University School of Public Health, Providence, R.I.; Petros Levounis, MD, president, American Psychiatric Association, and chair, department of psychiatry, Rutgers New Jersey Medical School; Journal of the American Medical Association, June 20, 2023

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