Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Sentirse agotado podría aumentar las probabilidades de una COVID grave

MARTES, 23 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- ¿Se siente aturdido durante el día? ¿Se siente agotado en el trabajo? Un estudio reciente sugiere que esto podría ponerlo en un mayor riesgo de contraer la COVID-19 y de sufrir una enfermedad más grave.

"Encontramos que la falta de sueño durante la noche, los problemas graves del sueño y un nivel alto de agotamiento pueden ser factores de riesgo de la COVID-19" para los trabajadores de la atención de la salud de primera línea, según un equipo liderado por la Dra. Sara Seidelmann, profesora asociada de medicina clínica del Colegio de Médicos y Cirujanos de Columbia, del Hospital Stamford, en Connecticut.

Sentirse agotado podría aumentar las probabilidades de una COVID grave

Un experto que no participó en la investigación afirmó que los hallazgos tenían sentido.

"Este estudio vuelve a confirmar varios elementos de los que ya se sospechaba sobre la relación entre el sueño, el estrés y las enfermedades infecciosas", afirmó el Dr. Thomas Kilkenny, director de medicina del sueño del Hospital de la Universidad de Staten Island, en la ciudad de Nueva York. "Los investigadores demuestran, de una forma amplia, que tanto la privación del sueño como la falta de sueño aumentan tanto el riesgo de desarrollar la COVID-19 como la duración de la enfermedad".

Investigaciones anteriores encontraron que dormir mal y el agotamiento en el trabajo están relacionados con un mayor riesgo de una variedad de infecciones virales y bacterianas, por lo que los autores de este nuevo estudio querían saber si también son factores de riesgo de la COVID-19.

En este último estudio, publicado el 22 de marzo en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health, analizaron las respuestas de casi 2,900 trabajadores de la atención de la salud de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido. Todos participaron en una encuesta en línea del 17 de julio al 25 de septiembre de 2020. De todos estos trabajadores de la atención de la salud, 568 informaron haberse infectado con el nuevo coronavirus.

Los trabajadores de la atención de la salud dormían, en promedio, entre 6 y 7 horas cada noche.

El estudio no pudo probar causalidad, pero después de tener en cuenta otros factores, los investigadores concluyeron que cada hora adicional de sueño por la noche se asoció con un riesgo un 12 por ciento más bajo de que el trabajador contrajera la COVID-19.

Sin embargo, el momento en que se dormía esa hora adicional fue crucial. Una hora adicional de sueño en forma de una siesta durante el día se asoció con un riesgo un 6 por ciento más alto de contraer la COVID-19, señaló el equipo en un comunicado de prensa de la revista.

Según Kilkenny, esto muestra que "los empleados que necesitaban dormir siestas durante el día, un sustituto de la falta de sueño, también tenían un mayor riesgo de contraer la enfermedad".

Aproximadamente 1 de cada 4 personas (el 24 por ciento) que contrajeron la COVID-19 ya había informado de dificultades a largo plazo para dormir por las noches, en comparación con alrededor de 1 de cada 5 (el 21 por ciento) de los que no contrajeron la enfermedad.

El grupo de Seidelmann también encontró que el 5 por ciento de las personas con COVID-19 tenían tres o más problemas del sueño, lo que incluyó dificultades para conciliar el sueño, permanecer dormido o la necesidad de tomar pastillas para dormir tres o más noches a la semana, frente al 3 por ciento de las personas sin COVID-19.

El estudio encontró que las personas con estos tres problemas del sueño tenían un 88 por ciento más de probabilidades de desarrollar la COVID-19 que aquellos sin problemas del sueño.

Otro hallazgo fue que el 5.5 por ciento de las personas con la COVID-19 informaron de agotamiento diario en el trabajo, en comparación con el 3 por ciento de las personas sin la COVID-19. En comparación con las personas sin agotamiento, los que sufrían de agotamiento a diario tenían el doble de riesgo de contraer la COVID-19 y más o menos 3 veces más probabilidades de sufrir una COVID-19 grave y tardar más en recuperarse.

El Dr. Harly Greenberg es jefe de medicina pulmonar, de cuidados intensivos y del sueño de Northwell Health, en Great Neck, Nueva York. No participó en la investigación, pero dijo que "amplía la creciente literatura que el sueño es mucho más que retirarse del entorno, sino que es un proceso biológico esencial y activo que restituye la función cerebral, lo que incluye a la memoria, el estado de ánimo, las facultades cognitivas y la resiliencia al estrés".

El estudio también es "coherente con las investigaciones que muestran que un sueño insuficiente tiene efectos adversos importantes en la salud inmunitaria, lo que aumenta la susceptibilidad a la infección y a otros problemas de salud", afirmó Greenberg. "Este estudio destaca la importancia de proteger el sueño en el esfuerzo general de mejorar el bienestar durante esta época complicada".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTES: BMJ Nutrition Prevention & Health, news release, March 22, 2021

Comparte tu opinión