El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó este lunes una ley para combatir el hambre entre los niños y apoyar un proyecto de su esposa que pretende reducir la obesidad entre los escolares a través de una alimentación más sana.
"En este preciso momento en todo el país demasiados niños carecen de alimentación en sus escuelas y a menudo la comida que se les ofrece no es todo lo sana que debería", dijo Obama durante la ceremonia de firma de la ley para una alimentación infantil sana, en una escuela elemental en Washington.
La nueva norma ayudará a revertir la preocupante tendencia a lo que los médicos diagnostican como condiciones adultas -alta presión, elevado colesterol y diabetes tipo 2- entre los cada vez más gordos escolares estadounidenses. Y lo hará "sin incrementar el déficit", afirmó Obama.
La ley se aprueba en momentos en que 17 millones de niños estadounidenses viven en hogares en los que a veces se saltea una comida para llegar a fin de mes y uno de cada tres niños estadounidenses es obeso o tiene sobrepeso.
El hambre infantil y la obesidad son "las dos caras de la misma moneda", dijo Michelle Obama durante la ceremonia.
Los niños hispanos están más expuestos a la comida chatarra
Puntos clave
Niños pequeños, problema grande
La obesidad infantil se ha triplicado en los últimos 30 años. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés), la prevalencia de la obesidad en los niños de 6 a 11 años se incrementó de 6,5% en 1980 a 19,6% en 2008. Entre los adolescentes, de entre 12 y 19 años, la obesidad aumentó de 5% a 18,1%.
Entre los factores que predisponen a la obesidad se incluyen: los factores genéticos, los hábitos de comportamiento y los factores ambientales.
Las consecuencias en la salud son:
- Los jóvenes obesos son más propensos a tener factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, como colesterol elevado o alta presión arterial. Un estudio que analizó a niños de 5 a 17 años, encontró que el 70% de los jóvenes obesos tenía al menos un factor de riesgo para contraer una enfermedad cardiovascular.
- Los niños y adolescentes obesos tienen más riesgos de tener problemas en los huesos y las articulaciones, de sufrir trastornos del sueño, y de tener problemas sociales y psicológicos, como baja autoestima y estigmatización.
- Los jóvenes obesos tienen más propensión de convertirse en adultos con sobrepeso u obesos, y, como consecuencia, a sufrir ciertos problemas de salud como enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, accidente cerebrovascular, diversos tipos de cáncer y osteoartritis.