Si utilizas terapias alternativas o suplementos con tus hijos, no lo ocultes

Los padres con frecuencia prueban con tratamientos no convencionales (como la acupuntura, el reilki y suplementos o productos herbales) cuando sus hijos se enferman, pero muchos no se lo mencionan a los pediatras.

No decírselo al médico podría ser riesgoso, especialmente cuando estos pacientes jóvenes ya están tomando medicamentos recetados por un médico.

Si utilizas terapias alternativas o suplementos con tus hijos, no lo ocultes
| Foto: ISTOCK

Algunos padres dicen que no se lo mencionan al pediatra de su hijo, por miedo a la censura o al ridículo. 

"Eso puede ser un problema, porque mientras nosotros estamos entusiasmados por algunos de los avances en el campo de la medicina y la investigación complementarias, también es importante hablar con los padres sobre la necesidad de un uso seguro y adecuado", dijo  la Dra. Hilary McClafferty. "Y gran parte de ese uso está motivado por el consumidor, por los padres que buscan una ayuda adicional para sus hijos".

"De modo que lo que estamos diciendo aquí es que es muy importante animar a los pediatras a que se informen bien sobre la medicina complementaria y sobre lo que muestra la investigación. Y que hablen de todo esto abiertamente con los padres", añadió McClafferty.

McClafferty, autora de este informe que se publicó en Pediatrics,  es profesora asociada en el Centro de Medicina Integral de la Universidad de Arizona.

Pediatras saben poco sobre terapias alternativas

Según estadísticas del 2012, aproximadamente el 12 por ciento de todos los niños en Estados Unidos usaron terapias complementarias a lo largo de los últimos 5 años, la mayoría para tratar el dolor de espalda y de cuello, los resfriados de cabeza o de pecho, la ansiedad, el estrés, los problemas musculoesqueléticos, y/o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Esa cifra aumentó a más de un 50 por ciento entre los niños que tienen dificultades con los problemas de salud crónicos, como la epilepsia, las migrañas, el asma, las enfermedades respiratorias, la enfermedad celiaca y una amplia variedad de trastornos estomacales y cardiacos.

Pero aunque casi tres cuartas partes de los pediatras encuestados en 2001 creían que deberían ofrecer información a los pacientes sobre todos los tratamientos disponibles, reconocieron que sabían poco o nada sobre la medicina complementaria, indicaron los investigadores.

En 2012, solo 16 de 143 programas académicos de capacitación de pediatras en Estados Unidos ofrecieron cursos sobre esas terapias.

Eso podría ser una fuente de problemas, advirtió el informe.

Por qué cuestionan los suplementos y las hierbas

Por ejemplo, dado que el gobierno federal clasifica las hierbas y los complementos dietéticos como productos alimentarios, en lugar de medicamentos, no entran en el escrutinio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. "Y en muchas áreas de los complementos, sigue faltando investigación", añadió McClafferty.

La investigación previa ha encontrado algunos beneficios potenciales de los complementos, en particular del aceite de pescado y los probióticos. Pero el nuevo informe advierte de que la dosis, el contenido y la pureza de los complementos siguen siendo cuestionables, y que algunos productos contienen metales pesados peligrosos, como el plomo, el mercurio y el arsénico.

Además, mezclar los complementos con los medicamentos recetados puede desencadenar interacciones tóxicas, debilitando o fortaleciendo dramáticamente el impacto de un medicamento recetado. Por ejemplo, la hierba de San Juan con frecuencia se toma para la depresión moderada, pero podría disminuir la efectividad de los anticonceptivos orales y de algunos medicamentos para el corazón, indicaron los autores del estudio.

Lorenzo Cohen, director del programa de medicina integrada del Centro Oncológico M.D. Anderson de la Universidad de Texas en Houston, se mostró de acuerdo en que "las interacciones entre los medicamentos y los complementos herbales son muy preocupantes".

Y, añadió, "con los complementos hay muy poco control de calidad. Por tanto, lo que este informe bien equilibrado está diciendo es que aunque sabemos que la acupuntura, la meditación y el yoga son seguros y hay una buena base de evidencias que respaldan su eficacia, hay tratamientos complementarios para los cuales no tenemos buenas evidencias y que quizá no sean seguros".

Según Cohen, "hablar de todo esto debe ser parte de la atención estándar, respecto a las conversaciones entre los médicos informados y los padres. Se acabaron los días en que los médicos puedan simplemente decir: 'Bueno, no sé mucho de eso'. Deben averiguarlo, y deben hablar de eso con sus pacientes", enfatizó.

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