Muchos de los productos que envenenan a los niños se encuentran al alcance de la mano. Cada 13 segundos, un centro de control de envenenamiento responde a una llamada sobre una posible intoxicación, y más del 90% de estos accidentes ocurren en el hogar, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Más allá del peligro que representa el monóxido de carbono y el plomo, los cosméticos, limpiadores hogareños, fármacos o productos de higiene, constituyen un gran riego: están entre los 10 agentes de intoxicación más frecuentes. Y el gel antibacterial es uno de ellos.
Beberlo en forma intencional como experiencia, para embriagarse o superar un desafío impuesto por los amigos, se ha transformado en la nueva moda.
El gel, además de ser atractivo y muy accesible, viene en diferentes colores y sabores, y tiene suficiente cantidad de alcohol como para emborrachar a un niño.
Desde el año 2010, las líneas de ayuda de los centros de salud del país experimentaron un crecimiento de casi el 400% en las llamadas relacionadas con niños menores de 12 años que bebieron antiséptico para manos, según un análisis llevado a cabo por el Georgia Poison Center.
“Los niños están usando estos productos con mayor frecuencia, y desafortunadamente, hay un porcentaje de ellos que termina en la sala de urgencias”, dijo a CNN el Doctor Gaylord López, director del centro mencionado.
Para ser efectivos como antibacterianos, estos productos tienen mucho alcohol: el porcentaje está entre el 45 al 95%, por lo tanto, beber aunque sea una pequeña cantidad -tan poco como 2 ó 3 chorros- puede provocar envenenamiento por alcohol. En comparación, el vino y la cerveza contienen un 12% y 5% de alcohol, explicó el Doctor López.
Una niña de 6 años tomó gel antiséptico en la escuela y su nivel de alcohol en sangre llegó 0.179, el doble de lo que se considera legalmente ebrio en un adulto, según el Doctor Chris Ritchey, del Centro Médico Gwinnett, en Atlanta.
El estado de ebriedad provocó que la menor se cayera y golpeara fuertemente la cabeza, por lo que quedó en observación para descartar posibles lesiones cerebrales.
El envenenamiento por alcohol puede causar confusión, vómito y mareo. En casos severos, un pequeño podría dejar de respirar, dijo Ritchey.
En 2010 se reportaron 3,266 casos de intoxicación por alcohol relacionados con gel antibacterial en niños pequeños. En 2014, la cifra trepó a 16,117 casos.
Esto motivó que López enviara una carta a los sistemas escolares de Georgia advirtiendo sobre el consumo de gel antiséptico, y explicó que algunos niños lo hacen intencionalmente para embriagarse, mientras que otros lo hacen por un reto con sus compañeros. Incluso algunos lo beben porque se ve apetitoso.
Muchos de estos productos tienen presentaciones y sabores que atraen a los niños. Por eso, López recomienda a los padres y maestros que guarden el antiséptico lejos del alcance de los menores y que monitoreen su uso, además, propone pensar en otra alternativa para la higiene de las manos, como toallitas u otros productos libres de alcohol.
En caso de envenenamiento, llama a la línea Poison Help: 1-800-222-1222.
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