Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Los cálculos biliares pueden advertir del riesgo de cáncer de páncreas

VIERNES, 13 de mayo de 2022 (HealthDay News) -- Un diagnóstico de cáncer de páncreas puede parecer como una sentencia de muerte, porque esta enfermedad de rápido avance con frecuencia se descubre en una etapa más tardía, cuando tratarla resulta más difícil.

Ahora, un estudio reciente ofrece esperanzas de un diagnóstico más temprano: encontró una asociación entre una enfermedad de la vesícula biliar reciente y el adenocarcinoma ductal pancreático (ADP).

Los cálculos biliares pueden advertir del riesgo de cáncer de páncreas

Los pacientes diagnosticados con un ADP tenían seis veces más probabilidades de haber sufrido cálculos biliares en algún momento en el año anterior al diagnóstico que los pacientes sin cáncer, encontraron los investigadores.

"Pienso que lo que de verdad espero que las personas concluyan es que los pacientes necesitan una buena atención de seguimiento", comentó la autora del estudio, la Dra. Marianna Papageorge, investigadora del Centro Médico de Boston. "Es obvio que esto aplica a todos los pacientes, pero en particular a los pacientes que presentan enfermedad de la vesícula biliar o a quienes se extirpa la vesícula biliar. Estos pacientes deben asegurarse de acudir a alguien poco después, a su médico de atención primaria, a su cirujano, cualquiera que sea, para ver si surge otro síntoma, que se pueda resolver de forma oportuna".

Y Papageorge añadió que si el paciente con cálculos biliares tienen antecedentes familiares de cáncer de páncreas, el médico deben sopesar la posibilidad de un cáncer de páncreas.

El estudio también encontró que los pacientes que tuvieron enfermedad de la vesícula biliar y cáncer de páncreas eran más propensos a ser diagnosticados en unas etapas más tempranas, y también más propensos a recibir una cirugía curativa, anotó Papageorge.

En el estudio, los investigadores utilizaron los expedientes de 2008 a 2015 de una base de datos de Medicare, encontraron a 18,700 pacientes de ADP, y los compararon con un promedio de casi 100,000 pacientes al año.

El equipo encontró que un 4.7 por ciento de los que tuvieron ADP habían recibido un diagnóstico de enfermedad de la vesícula biliar en el año anterior a su diagnóstico de cáncer. A alrededor de un 1.6 por ciento les habían extirpado la vesícula biliar.

En comparación, entre los que no recibieron un diagnóstico de cáncer, apenas un 0.8 por ciento recibieron un diagnóstico de cálculos biliares y se extirpó la vesícula a un 0.3 por ciento.

"No pudimos determinar unas interacciones causales, pero una hipótesis es que provoca una inflamación en el área del páncreas, y que esta irritación crónica por la inflamación también podría en última instancia conducir a la displasia, y al final a un carcinoma", explicó Papageorge.

Cualquier cosa que los médicos puedan hacer para diagnosticar a las personas con un ADP antes podría ayudar a salvar vidas.

"Con frecuencia se presenta con síntomas insidiosos, y tarde. Las personas se presentan con dolor abdominal, náuseas, cosas que no hacen pensar de inmediato que alguien tiene un tumor", apuntó Papageorge.

Añadió que actualmente, en Estados Unidos no existe ningún programa de detección del cáncer de páncreas.

Quizá, en el futuro, la detección consista en recomendar que alguien que haya tenido cálculos biliares y otros factores de riesgo se someta a un ultrasonido endoscópico, planteó Papageorge.

Los investigadores no afirman que la enfermedad de la vesícula biliar provoque el cáncer de páncreas, sino solo que un pequeño porcentaje de las personas sufren de ambas afecciones.

Las investigadores futuras podrían incluir comprender cómo los pacientes con cáncer de páncreas fueron diagnosticados al final, y si esto se puede replicar en otros, comentó Papageorge.

Los hallazgos se presentarán el 23 de mayo en la Semana de las Enfermedades Digestivas (Digestive Disease Week), en San Diego, una reunión anual de médicos, investigadores y académicos de los campos de la gastroenterología, la hepatología, la endoscopia y la cirugía gastrointestinal. Los hallazgos presentados en reuniones médicas deberían considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

El Dr. Philip Hart, profesor clínico asociado de medicina interna de la Universidad Estatal de Ohio, afirmó que el cáncer de páncreas es un inmenso problema, debido a las bajas tasas de supervivencia general y a que el diagnóstico tardío hace que tratarlo sea difícil.

"Pienso que todos los de la comunidad del páncreas de verdad ansiamos intentar identificar lo que sucede antes del diagnóstico, y qué tipo de oportunidades podría haber para un diagnóstico más temprano", señaló Hart.

Apenas de un 10 a un 20 por ciento de las personas que son diagnosticadas con un cáncer de páncreas reciben su diagnóstico cuando todavía está localizado y se puede curar potencialmente mediante una cirugía, añadió.

"Si se compara, por ejemplo, con el cáncer de mama o de próstata, es todo lo contrario. Por ejemplo, en el cáncer de mama o de próstata, el cáncer se propaga en alrededor de un 10 por ciento de las personas. La mayoría de las veces, en esas situaciones está muy localizado", dijo Hart.

Incluso con el progreso en los tratamientos para el cáncer de páncreas, no tienen una efectividad universal, anotó Hart.

Hart dijo que anhela aprender más sobre el estudio, pero que se pregunta si la conexión entre la enfermedad de la vesícula biliar y el cáncer de páncreas podría quizá ser que los pacientes recibieron un diagnóstico erróneo de enfermedad de la vesícula biliar cuando en realidad tenían un cáncer de páncreas.

"Pienso que se trata de una necesidad clínica tan grande que cualquier avance es un avance", enfatizó Hart. "Pienso que este estudio plantea varias buenas preguntas para tratar de comprender e indagar un poco más para comprender cuál es la asociación que estos autores han observado".

Además de más investigación sobre la conexión, Hart apuntó que le gustaría que haya investigación adicional en dos áreas adicionales.

Una sería en un grupo de pacientes adultos que desarrollen diabetes en la adultez. Aunque la mayoría de las veces esto se relaciona con la diabetes tipo 2, más o menos un 1 por ciento de las veces se relaciona con el cáncer de páncreas, aclaró Hart.

Podría tratarse de una población que reciba pruebas diagnósticas para el cáncer de páncreas, sugirió.

Otra categoría son las personas que tengan una predisposición genética al cáncer de páncreas, y que tal vez no lo sepan.

"Hay mucho interés y se están logrando muchos avances en esa área para, en primer lugar, identificar a los pacientes que tienen un riesgo más alto para que se enteren, para entonces, en segundo lugar, intentar abordarlos y ofrecerles pruebas de detección para que si desarrollan un cáncer, se puedan realizar antes del desarrollo de los síntomas", indicó Hart.

Más información

La Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) ofrece más información sobre el cáncer de páncreas.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Marianna Papageorge, MD, research fellow, Boston Medical Center, Boston; Philip Hart, MD, clinical associate professor, internal medicine, Ohio State University, Columbus; Digestive Disease Week, presentation, May 23, 2022

Comparte tu opinión