Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Las noticias sobre política se cobran un precio mental, pero ¿desentenderse es la respuesta?

MIÉRCOLES, 18 de enero de 2023 (HealthDay News) -- En el ambiente político altamente polarizado de hoy en día, ¿es posible mantenerse al día con las noticias del día sin estresarse del todo?

Si no, ¿hay una forma de limitar las secuelas emocionales y físicas? ¿O todo ese estrés individual es en aras del bien social general?

Las noticias sobre política se cobran un precio mental, pero ¿desentenderse es la respuesta?

Una nueva investigación presenta un complejo panorama, sin respuestas fáciles.

Por un lado, prestar mucha atención al día a día de los políticos sí parece hacer, de alguna forma, que las personas se sientan constantemente mal, encontraron los investigadores. Y estas emociones negativas parecen cobrarse un precio, advierten, en la forma de una peor salud mental y física.

El lado positivo es que el estudio también encontró que mantenerse informado sobre la política parece fomentar el bien común, al motivar a las personas a implicarse más en causas importantes, a través del trabajo voluntario o las donaciones financieras.

"Anticipamos que las personas tendrían reacciones negativas a la política cada día, pero nos sorprendió lo constantes que eran los efectos", anotó el autor del estudio Matthew Feinberg, profesor asociado de la Facultad de Administración Rotman de la Universidad de Toronto.

Pero lo que está claro es que toda esa negatividad parece originarse en un hecho fundamental, comentó Feinberg: las personas se toman la política de una forma muy personal.

"Internalizan lo que sucede en el ámbito político", señaló. Y el resultado es que todos "los escándalos, la falta de civismo y la hostilidad, que son tan comunes y protagónicos en la política, afectan al bienestar de las personas a diario".

Feinberg y sus colegas apuntaron que el suyo no es el primer estudio que encuentra que la política provoca estrés. Pero gran parte de las investigaciones anteriores se han enfocado en el estrés relacionado con los momentos políticos importantes, por ejemplo unas elecciones.

Para indagar más, este último estudio decidió observar cómo reaccionan las personas a las noticias políticas de rutina del día.

En su primer experimento, el equipo pasó dos semanas hablando con casi 200 estadounidenses de todas las inclinaciones políticas.

Cada día, se pidió a los participantes que resaltaran la principal noticia política que tenían en la mente, cómo se sentían respecto a la noticia, qué hacían (si hacían algo) para procesar sus sentimientos y su bienestar general, y qué tan motivados se sentían para implicarse en la política.

No se pidió a los participante que solo se enfocaran en las reacciones negativas a las noticias políticas. Pero la mayoría lo hicieron de cualquier forma, lo que sugiere que la exposición diaria a la política es, en gran medida, una experiencia negativa.

Y todas las emociones negativas provocadas por un aluvión diario de noticias políticas se vincularon con informes de una peor salud general, tanto mental como física, encontró el equipo.

En un segundo experimento, los investigadores pidieron a más de 800 estadounidenses (que, de nuevo, representaban a todas las simpatías políticas) que vieran un breve informe noticioso en la televisión. Los liberales vieron un video con una presentadora liberal, Rachel Maddow, de MSNBC. Los conservadores vieron un video con un presentador conservador, Tucker Carlson, de Fox News.

En comparación con los participantes que vieron videos "neutrales" que no eran políticos, lo que vieron unos de los informes partidistas dijeron que luego se sintieron de forma mucho más negativa.

Aun así, ambos experimentos resaltaron un aspecto positivo de la exposición constante a las noticias políticas: en ambos casos, los participantes dijeron que sentirse mal sobre las noticias hizo que fuera más probable que se implicaran en la política, independientemente de la afiliación política.

Y en ambos casos, los participantes también sugirieron que hay formas efectivas de reducir sus reacciones negativas a las noticias. Una era simplemente tomar medidas para distraerse y desentenderse de los eventos políticos diarios. La otra era intentar "reformular" su reacción a los eventos políticos.

"En términos de protegerse, encontramos que el uso de estrategias de regulación emocional, de manera que las personas replanteen o reinterpreten los eventos políticos de formas que evoquen menos emociones, puede ayudar", explicó Feinberg.

Anotó que, "por ejemplo, las personas pueden distanciarse de la política al recordarse de que lo que sucede en el ámbito político tiene poco que ver con sus vidas personales. Una alternativa es que las personas pueden hacer un descanso de la política y en su lugar distraerse con algo más agradable y no político, [como] ver una película o jugar un videojuego".

Pero esto pareció crear una "difícil compensación", anotó Feinberg. Porque en ambos experimentos, cuando las personas tomaron medidas para limitar sus secuelas emocionales, también acabaron implicándose menos en el proceso político.

"Si no se protege, es más probable que experimente un peor bienestar, pero que esté más motivado para hacer algo", anotó Feinberg. "Si se protege, es probable que tenga un mejor bienestar, pero que esté menos motivado para hacer algo".

Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 19 de enero de la revista Journal of Personality and Social Psychology.

Lynn Bufka, miembro del equipo "Estrés en EE. UU." de la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association), anotó otro motivo de que las noticias políticas engendren emociones negativas.

"Nuestro ciclo noticioso tiende a resaltar los aspectos controversiales de la política, y quizá 'atraer' unas emociones más negativas" al enfocarse en "los componentes negativos de las acciones políticas", comentó Bufka, que no participó en el estudio.

En ese contexto, se mostró de acuerdo en que "aprender a gestionar las emociones es importante", aunque hacerlo aumente el riesgo de que estén "menos motivados a hacer algo consistente con sus puntos de vista políticos".

La dificultad para las personas, según Bufka, es "encontrar formas de mantener su motivación para hacer algo y al mismo tiempo trabajar para un cambio deseado, a la vez que gestionan lo que pueden ser unas emociones fuertes".

Más información

Aprenda más sobre cómo gestionar el estrés en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Matthew Feinberg, PhD, MEd, associate professor, Rotman School of Management, University of Toronto, Canada; Lynn F. Bufka, PhD, clinical psychologist, member, American Psychological Association's "Stress in America" team, and associate executive director, practice, research and policy, American Psychological Association; Journal of Personality and Social Psychology, Jan. 19, 2023, online

Comparte tu opinión