Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Las ETS podrían ser más comunes de lo que se pensaba entre los estudiantes de secundaria de EE. UU.

LUNES, 11 de abril de 2022 (HealthDay News) -- Muy pocos adolescentes sexualmente activos reciben pruebas de enfermedades de transmisión sexual (ETS), según un nuevo informe de las autoridades de salud de EE. UU.

En total, apenas un 20 por ciento de los estudiantes de secundaria sexualmente activos dijeron que se habían hecho una prueba de una ETS, que ahora se conocen como infecciones de transmisión sexual (ITS), en el año anterior, según investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Las ETS podrían ser más comunes de lo que se pensaba entre los estudiantes de secundaria de EE. UU.

"La prevalencia de los estudiantes de secundaria que tienen actividad sexual que se hicieron pruebas de una ITS en el año anterior es relativamente baja, a pesar de las directrices nacionales", señaló la coautora del estudio, Sanjana Pampati, de la división de salud adolescente y escolar de los CDC.

Los datos del estudio, de la Encuesta de conductas juveniles arriesgadas, que se realiza en todo el país, fueron recolectados en 2019 antes de la pandemia de COVID-19, y Pampati dijo que es probable que la pandemia alterara incluso más el acceso a, y el uso de, los servicios de pruebas de las ITS.

Entre el 20 por ciento que reportaron que se hicieron las pruebas, un 26 por ciento eran chicas y un 14 por ciento chicos.

Un estimado de un 30 por ciento de los adolescentes eran sexualmente activos, según los CDC. Las ITS más comunes son virus del papiloma humano (VPH), la clamidia, la gonorrea, el VIH y la sífilis.

"Más chicas sexualmente activas reportaron que se hicieron pruebas, sobre todo a unas edades mayores, y los chicos que reportaron más conductas sexuales riesgosas, por ejemplo tener un número más alto de parejas sexuales y usar drogas o alcohol durante el sexo, también reportaron que se habían hecho una prueba de ITS en el año anterior", apuntó Pampati.

Su equipo estimó que los jóvenes de 15 a 24 años conforman la mitad de todas las ITS nuevas al año en Estados Unidos, y una de cada cuatro chicas adolescentes sexualmente activa tiene una ITS. Pero Pampati dijo que muchos médicos no preguntan a los pacientes sobre la actividad sexual, ni subrayan la importancia de las pruebas anuales de ITS.

"Resolver este problema de salud pública requerirá unos esfuerzos concertados desde múltiples niveles para mejorar el acceso a las pruebas de ITS de los adolescentes", planteó.

Pampati sugirió que los médicos, las clínicas y los padres tienen un rol para garantizar que más adolescentes reciban pruebas anuales de ITS. Por ejemplo, los médicos que trabajan con adolescentes pueden realizas una detección de ITS de rutina que se corresponda con las directrices nacionales de pruebas, lo que incluye tomar el historial sexual de sus pacientes.

"Las clínicas y los padres pueden garantizar que los adolescentes tengan un tiempo privado con el médico durante las visitas de atención preventiva", añadió.

Y educar a los jóvenes sobre la necesidad de las pruebas de ITS, en qué lugares pueden obtener los servicios y su derecho al autoconsentimiento para unos servicios confidenciales también podría ayudar a conectarlos con los servicios de pruebas, dijo Pampati.

"Las escuelas pueden enseñar a los adolescentes sobre la importancia de las pruebas de ITS, y conectar a los jóvenes con los servicios de pruebas y otros servicios de salud", sugirió. "Además, resolver las barreras que sabemos que evitan que los adolescentes busquen servicios de pruebas de las ITS, como el costo, el transporte y el estigma, es importante".

El Dr. David Rosenthal, director médico del Centro de VIH en Adultos Jóvenes, Adolescentes y Pediátrico del Centro Médico Cohen, en la ciudad de Nueva York, revisó los hallazgos.

"Este informe subraya lo que hemos visto en la práctica durante mucho tiempo", afirmó.

Rosenthal dijo que muchas ITS, entre ellas el VIH, se encuentran entre los adolescentes, por lo cual las pruebas de detección son vitales.

"Siempre les digo a los jóvenes que el conocimiento es poder, y que si conocen su estatus, se pueden tratar, pero si no saben qué está sucediendo, no pueden cuidar de su propia salud", apuntó.

Rosenthal anotó que hay muchos tratamientos muy fáciles para la gonorrea, la clamidia y la sífilis.

Pero, añadió, si no sabe que tiene una ITS, tiene el riesgo de una enfermedad significativa, y en las mujeres jóvenes, de enfermedad inflamatoria pélvica. Y, por supuesto, puede transmitir la infección a otros.

"Pienso que, al conocer su estatus, no solo cuida su propia salud, sino que también cuida a la salud de las personas a quienes quiere", apuntó Rosenthal.

Para protegerse de contraer una ITS, Rosenthal recomendó usar preservativos.

"Es muy efectivo para reducir tanto el embarazo como la transmisión de VIH e ITS. Pero nos damos cuenta de que a veces no sucede", dijo. "Si es así, es de verdad importante que acuda a un proveedor para poder hacerse una prueba de ITS".

Las personas tienen relaciones sexuales de distintas formas, añadió Rosenthal.

"Así que es de verdad importante que, cuando hable con el médico, no solo orine en un vasito para ver si tiene una ITS", observó. "Si tiene sexo anal u oral, también debe hacerse hisopados para la gonorrea y la clamidia, y una prueba de sangre para buscar VIH y sífilis".

Recomienda hacerse pruebas al menos una vez al año.

"Si tiene una situación de riesgo o si un preservativo se rompió o si no está seguro del estatus de alguien, siempre es adecuado hacerse una prueba adicional en cualquier momento", recomendó Rosenthal.

Muchos adolescentes se muestran renuentes a hacerse pruebas de ITS, dijo. Se trata de una combinación de no querer hablar sobre el sexo con el médico, de que no van al médico para nada, o de que los médicos no les pregunten a los pacientes si son sexualmente activos, apuntó.

"Una magnífica cita del Instituto de Medicina decía que es más fácil ser sexualmente activo que hablar sobre el sexo, y pienso que es verdad", comentó Rosenthal.

Unas conversaciones francas entre el médico y el paciente son parte de asegurar que las personas asuman el control y la responsabilidad de su salud sexual, enfatizó. Añadió que es importante que los pacientes sepan que su proveedor de atención de la salud comprende no solo su salud y su actividad sexuales, sino también su orientación sexual y su identidad de género.

Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 11 de abril de la revista Pediatrics.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre las infecciones de transmisión sexual.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Sanjana Pampati, MPH, health scientist, division of adolescent and school health, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta; David Rosenthal, DO, PhD, medical director, Center for Young Adult, Adolescent and Pediatric HIV, Cohen Children's Medical Center, Queens, N.Y.; Pediatrics, April 11, 2022, online

Comparte tu opinión