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La pandemia frenó la investigación y la atención que salvan vidas del cáncer

VIERNES, 11 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- Aunque la pandemia ha socavado la salud pública de incontables formas, un nuevo informe advierte que la pandemia ha sido particularmente dura tanto para los pacientes con cáncer como para la investigación oncológica.

"Igual que muchas personas se han vacunado, y seguimos encontrando nuevos y emocionantes tratamientos [para la COVID-19], ha sido un año difícil y agotador", comentó la senadora Amy Klobuchar en un mensaje de video que se presentó durante una conferencia de prensa esta semana sobre un informe de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research, AACR) .

La pandemia frenó la investigación y la atención que salvan vidas del cáncer

Sobre la cuestión del cáncer en el contexto de la COVID-19, Klobuchar habló a partir de su experiencia personal: en medio de la pandemia, fue diagnosticada con un cáncer de mama en etapa 1A, tras una mamografía de rutina.

Su diagnóstico se hizo temprano, su tratamiento fue bien, y su riesgo de recurrencia sigue siendo bajo, anotó. "[Pero] comparto mi historia para llamar la atención al hecho de que debido a esta pandemia muchas personas han estado retrasando los exámenes físicos, los exámenes de rutina, incluso los tipos de pruebas que pueden ayudar a detectar el cáncer pronto", apuntó.

De hecho, el informe de la AACR indica que tan solo entre enero y julio de 2020, la pandemia provocó que se faltara a 10 millones de pruebas de detección del cáncer.

Un ejemplo es Wenora Johnson, una superviviente de cáncer de Joliet, Illinois. Recibió un diagnóstico inicial de cáncer de colon en 2011, y las pruebas genéticas mostraron que tenía el síndrome de Lynch, una afección genética que predispone a una persona a un cáncer de colon hereditario. Entonces, fue diagnosticada con un cáncer de endometrio en etapa temprana; Johnson optó por una histerectomía para reducir sus probabilidades de más cáncer. Luego, fue diagnosticada con un carcinoma de células basales. Para ella, las pruebas de detección de cáncer son ahora fundamentales.

En sus declaraciones durante la conferencia de prensa, la mujer de 55 años recordó cómo la pandemia provocó un retraso de cuatro meses en la colonoscopia de detección anual de la que depende, tanto para su salud como para su tranquilidad.

Cuando Johnson al final recibió el procedimiento, resultó que tenía tres pólipos precancerosos. Se los extirparon, dijo, pero la experiencia "de verdad me hizo darme cuenta de los efectos de lo que la COVID ha hecho".

Y las cancelaciones de las pruebas de detección son apenas una de las muchas amenazas y dilemas directos que la pandemia ha implicado para los pacientes con cáncer, encontró el informe. Otros incluyen importantes retrasos en el tratamiento, un riesgo más alto que el promedio de infección con la COVID-19, el doble de riesgo de complicaciones y muertes relacionadas, y una mala respuesta inmunitaria a las vacunas.

La pandemia frenó los ensayos sobre el cáncer

El Dr. Larry Saltzman, un hombre de 68 años de Sacramento, California, con un cáncer de la sangre conocido como leucemia linfocítica crónica, habló sobre este último problema.

Saltzman estaba en medio de su cuarto ensayo clínico sobre el cáncer cuando llegó la COVID-19, y explicó que para alguien con un sistema inmunitario debilitado como él, la COVID-19 ha persistido como una amenaza letal constante, incluso después de que las vacunas entraran en acción.

"Sé mediante algunas pruebas de sangre que las vacunas no han producido una respuesta de anticuerpos contra la COVID en mi sistema", anotó. Esto lo ha dejado "simplemente como una persona sin vacunar", a pesar de haber recibido cuatro dosis.

Como resultado, dijo "incluso ahora, no voy a un cine, no voy a restaurantes, aunque las recomendaciones se están levantando. No puedo hacerlo, porque tengo miedo".

"Dependo de que las personas que me rodean se vacunen y se protejan, y en última instancia, esto me protege de esta infección", añadió.

Jonhson y Saltzman ejemplifican lo dura que la COVID-19 ha sido para la comunidad del cáncer, señaló una miembro del equipo del informe de la AACR, la Dra. Ana María López.

En la conferencia, López, oncóloga médica de Jefferson Health en Sewell, Nueva Jersey, dijo que desde el principio "los pacientes con cáncer tienen un mayor riesgo de infección, y tienen un mayor riesgo de enfermar más" por la COVID-19.

El aumento en el riesgo empeoró con el golpe que la pandemia supuso para el diagnóstico y los tratamientos. En particular, apuntó López, entre los pacientes mayores con cáncer y los de las comunidades minoritarias que ya recibían pocos servicios médicos debido a unas longevas desigualdades de salud.

Por ejemplo, anotó que durante la primera ola de la pandemia, las cirugías para el cáncer de próstata se redujeron en un 17 por ciento entre los pacientes blancos (no hispanos), en comparación con un 91 por ciento entre los pacientes negros.

La COVID también ralentizó a la investigación temprana sobre el cáncer

Pero el nuevo informe advierte que la COVID-19 no ha impactado solo al paciente de hoy en día, sino también al paciente de mañana, dado que las interrupciones y los cierres de laboratorios generalizados provocados por la pandemia, al menos de forma temporal, frenaron los esfuerzos por desarrollar nuevos y mejores tratamientos para el cáncer.

El Dr. Antoni Ribas, presidente del informe, expresidente de la AACR y director del programa de inmunología tumoral de la Universidad de California, en Los Ángeles, apuntó que "se estima" que la interrupción en la investigación sobre el cáncer "resulte en miles de muertes adicionales por cáncer en los próximos años".

"La pandemia ha provocado problemas significativos para los investigadores del cáncer", añadió Ribas, y anotó que una encuesta de investigadores del cáncer financiados por la AACR encontró que casi todos habían experimentado efectos negativos en su productividad y su carrera.

Pero no todas las noticias del informe fueron malas.

Por ejemplo, Ribas anotó que "décadas de investigación sobre las vacunas de ARNm financiada por los NIH prepararon el camino para desarrollar vacunas contra la COVID-19 con una velocidad sin precedentes, [y] a su vez, el tremendo éxito de las vacunas contra la COVID-19 ha renovado el entusiasmo en las terapias de ARNm para el cáncer, que podrían revolucionar el tratamiento del cáncer".

Al mismo tiempo, el paso a la telemedicina ha aumentado de forma dramática, anotó López, y se había multiplicado por 38 en julio de 2021, en comparación con los niveles anteriores a la pandemia. A largo plazo, la medida podría servir para igualar las condiciones respecto al acceso a la atención de la salud, añadió López. Y, mientras tanto, parece que ya es popular con los pacientes: las estadísticas de la AACR indican que los pacientes con cáncer en realidad prefieren las televisitas en lugar de las reuniones presenciales, un 45 frente a un 34 por ciento.

Ribas enfatizó que devolver la atención y la investigación del cáncer a un terreno sólido conllevará tiempo y dinero, y resaltó el llamamiento del informe a una infusión de fondos federales para fortalecer a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EE. UU., la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. en el mundo posterior a la pandemia.

"Aunque la pandemia sin duda ha deteriorado a la atención y la investigación del cáncer, también ha provisto lecciones valiosas sobre el futuro de la ciencia y la medicina del cáncer", comentó Ribas, y animó a los investigadores a encontrar formas innovadoras de optimizar sus esfuerzos y reducir sus costos, al mismo tiempo que valoran más las necesidades y la comodidad del paciente.

Más información

Aprenda más sobre el cáncer y la COVID-19 en el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Feb. 9, 2022, American Association for Cancer Research (AACR) media briefing with: U.S. Sen. Amy Klobuchar; Antoni Ribas, MD, PhD, past president, AACR, and director, tumor immunology program, University of California, Los Angeles; Ana Maria López, MPH, MD, medical oncologist, Jefferson Health, Sewell, N.J.; Wenora Johnson, cancer patient, Joliet, Ill.; Larry Saltzman, MD, cancer patient, Sacramento, Calif.; AACR Report on the Impact of COVID-19 on Cancer Research and Patient Care, Feb. 9, 2022

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